El pasado domingo 19 de
julio, la revista Proceso publicó el reportaje “Pobres resultados del TLC con
Europa, firmado por Marco Appel, en el que, entre otras cosas, señala la
inobservancia al respeto de la democracia y los derechos humanos pese a la
famosa Cláusula Democrática incluida en el TLCUE y que prevé la suspensión de
las relaciones comerciales en caso de su violación, de acuerdo al informe de la
consultora holandesa Ecorys, citada por el reportero.
Al respecto, fue enviada
una carta al director del destacado semanario que por razones de espacio no la
publicaron completa en la sección “Palabra de lector” de la edición 2021, por
lo que la incluimos integra a continuación, el reportaje completo comentado y
la nota UE-México: Derechos humanos,
circunscritos al enfoque económico publicada en el portal www.proceso.com.mx.
Señor Director:
Respecto a “Pobres
resultados del TLC con Europa”, de Marco Appel, publicado en la edición 2020
del semanario Proceso, le comento:
Los apuntes de la
consultora holandesa Ecorys respecto a la “Cláusula Democrática” que Appel
cita, coinciden con el libro “Derechos humanos y Tratado de Libre Comercio
México-Unión Europea” publicado en diciembre del 2000 por la Red Mexicana de
Acción frente al Libre Comercio (RMALC) y 11 agrupaciones más, coordinado por
Alberto Arroyo Picard y Andrés Peñaloza Méndez, así como con lo que muchos
analistas y organizaciones especializadas afirman respecto a todos los TLCs que
nuestro país ha firmado en las últimas décadas.
Dice Peñaloza Méndez en
el libro mencionado: “el Acuerdo México-UE contraviene la esencia de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos”. Y cita varios artículos de ese
pacto social que en mi opinión, no sólo debe tomarse en cuenta en TLC con
cláusula respectiva o no, sino que debe ser de acatamiento universal.
Agrega Peñaloza: “la
Asamblea General de la ONU, se ha pronunciado porque todos los derechos humanos
y libertades fundamentales son indivisibles e interdependientes; deben
observarse indisolublemente y con la misma importancia, promoción y defensa de
libertades civiles y políticas que la de derechos económicos, sociales y
culturales (DESC), subrayando dos cosas: el derecho de cada individuo a que se
le garanticen plenamente normas, y deberes jurídicos que asume el Estado al
ratificar el pacto. Cada derecho humano individual fundamenta deberes u
obligaciones estatales en tres aspectos: 1. Cada Estado debe respetar esos derechos. 2. Cada Estado debe proteger derechos ante violaciones causadas por
terceros. Y 3. Cada uno de los
Estados partes se comprometen a adoptar medidas, tanto por separado como
mediante asistencia y cooperación internacionales, para lograr plena
efectividad de derechos reconocidos”. Y concluye: “la cláusula democrática
contenida del TLCUE está muy lejos de representar una posibilidad de protección
efectiva de derechos económicos, sociales, culturales, laborales, étnicos,
ambientales, de género y humanos en general entre países firmantes, al carecer de
acuerdos internacionales vinculantes y de mecanismos concretos para garantizar
su preservación y promoción, así como de instancias que permitirían la
participación y supervisión de órganos legislativos y de la sociedad civil”.
Arroyo Picard afirma que
abogados especializados consultados para hacer valer la “Cláusula Democrática”
dijeron que es imposible, pues el TLCUE adolece de herramientas adecuadas.
Por su parte,
Arnulfo R. Gómez, catedrático de la Universidad Anahuac, en su análisis "La Evolución del Comercio Exterior Mexicano en el Marco de los Tratados de Libre Comercio" del
14 de julio del 2015, dice que México, tras 21 años de TLC’s, acumula un
déficit de más de 539 mmdd con 34 de sus 44 socios comerciales; alertó que la
firma del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP), ‘es
la cereza que va a coronar este proceso de deterioro de la economía mexicana’".
La mano de obra de
indocumentados mexicanos mal pagados en el sector agrícola de EU, aporta
ventaja comparativa valiosísima al producto estadunidense en mercados interno y
externo. Igual sucede con países de la UE que también la utilizan en diferentes
procesos productivos cuyas mercaderías son colocadas ventajosamente en mercados
internos y externos violando flagrantemente en ambos casos, derechos humanos. Tal
vez a Merkel le faltó decirle a Reem, la niña palestina indocumentada, que por
el momento no era rentable para Alemania violar sus derechos humanos y que regresara
para cuando si lo fuera.
Se violan derechos
humanos y laborales de obreros en maquiladoras instaladas con irregularidades;
de campesinos con la contaminación de sus ríos por parte de mineras
extranjeras; de trabajadores portuarios que laboran en terminaleras con capital
extranjero instaladas en costas mexicanas violando el 27 constitucional; de
tripulaciones de barcos mercantes que son abandonadas a su suerte en cualquier
puerto lejano; de estudiantes que no consiguen ingresar a la universidad
pública; de micro, pequeños y medianos productores por excesivos impuestos; de
consumidores al promover el consumismo y de la población en general al fomentar
depredación de nuestro medio ambiente… y todo esto permitido por autoridades
corruptas mexicanas.
Un ejemplo es “OHL
y Ruiz Esparza: impunidad garantizada” que reporta Alejandro Gutiérrez en
esta misma semana en Proceso. ¿Cuántas ventajas más obtienen empresas
extranjeras que deciden instalarse en nuestro país para aprovechar la ventaja
comparativa que proporciona tan sólo la inmejorable posición geoestratégica del
territorio nacional y el trabajo de obreros violados en sus derechos humanos
bajo los TLCs?
Hutchison, poderosa terminalera de capital chino, con
instalaciones portuarias en puertos marítimos de Ensenada, Lázaro Cárdenas y
Manzanillo en el Pacífico; en el “puerto seco” de Hidalgo, así como en Veracruz
en el litoral del Golfo de México (la “Neo Nao de China”), presta servicios
públicos de maniobras a barcos, carga y descarga, transporte terrestre,
almacenaje de productos de empresas extranjeras instaladas en “puertos Secos”
de San Luis Potosí, Guanajuato e Hidalgo que atienden mercados asiáticos,
europeos y estadunidense. También es principal accionista del astillero de
Veracruz. ¿Qué funcionario le dio tanto, a cambio de qué?
Nos han maltratado con Tratados mal negociados, que
sólo han sido utilizados para enriquecer al gobernante en turno: Antonio López
de Santa Anna hace perdidizo un millón de dólares del pago que hizo EU por la
Mesilla en 1853. Historiadores dicen que esos dineros
le sirvieron para mantenerse en el poder unos años más.
“No ha habido en estos
últimos años (…) acontecimiento de gravedad mayor para los pueblos de nuestra
América Latina que el Tratado Comercial que se proyecta entre los Estados
Unidos y México. Hablamos de lo único que nos cumple, movidos como estamos del
deseo de ir poniendo en claro todo lo que a nuestros intereses afecta; hablamos
de riesgos económicos. Invitamos a reflexionar sobre el tratado”, escribió José
Martí en 1883 al referirse al convenio que impulsaba Matías Romero y que el
Congreso Norteamericano no aprobó por las ventajas que el oaxaqueño había
conseguido a favor de nuestro país.
El comercio exterior en México compone el 63.1% del
PIB, según el BM. El padrón de importadores lo integran más de 40 mil personas
físicas o morales. A la lista de las fracciones arancelarias en proceso de
desgravación de TLCs y mucha información más, sólo se tiene acceso por medio de
corrupción. En éste contexto se firman TLCs en forma discrecional, cuyas
negociaciones e información previa y posterior queda al margen de
investigadores, analistas y del principal afectado: el pueblo de México. Ahí la
importancia de que este tema sea ventilado ante la opinión pública.
Conclusión: Lo que demuestra infinidad de
documentos a lo largo de nuestra historia, es que nuestros gobernantes han
saqueado al país y nosotros lo hemos permitido. Es inconcebible que esos
gobernantes no tengan escrúpulos, valores y la más elemental inteligencia para
negociar resguardando los intereses de la Nación, si los tuvieron para llegar
al poder… o tal vez sea por eso que llegaron.
Agradecido por su atención, le saludo
Cordialmente
Raúl Hernández Rivera