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jueves, 8 de noviembre de 2012

EU superará su problema fiscal, pero pagará por ello: Greenspan



* Victoria de Obama podría afectar la economía
* Obama ante el desafío de consolidar la recuperación económica
México, DF, 7 de noviembre del 2012.- Estados Unidos superará el problema fiscal que enfrenta, pero le costará "algún tipo de contracción", afirmó hoy el expresidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan.
"Al final saldremos de esto, pero la suposición de que vamos a hacerlo rápidamente sin pagar el precio es completamente absurda, no es realista", dijo Greenspan en la primera sesión plenaria del Consejo Nacional del Grupo Financiero Banorte, que se celebra hoy en Ciudad de México.
Greenspan, que dialogó con el presidente del Consejo de Administración de Banorte, Guillermo Ortiz, confió en que la contracción en su país "sea modesta, aunque puede ser que no".

Consideró que los problemas fiscales actuales de Estados Unidos son "graves, pero no insuperables".
La clave para superar el llamado "precipicio fiscal" en su país, con un déficit público muy elevado, es reducir el gasto, que ha pasado de representar el 2 % del producto interior bruto (PIB) en 1965 al 15 % en 2012.
Como "precipicio fiscal" se ha denominado a las subidas de impuestos y masivos recortes del gasto que entrarán en vigor de forma automática a partir de enero próximo si no hay un pacto entre republicanos y demócratas en el Congreso para equilibrar las cuentas públicas del país.
El economista dijo que será importante observar si se da el posible pacto bipartidista que permita suavizar los recortes inicialmente previstos.
Además, reconoció que los expertos y la mayoría de los modelos econométricos fallaron a la hora de pronosticar la crisis desatada en septiembre de 2008, "cuando le cayó el techo al mundo y el crédito comercial se detuvo".
"También falló el Fondo Monetario Internacional (FMI)", apuntó Greenspan, quien pidió analizar con mayor profundidad las causas de una equivocación tan grande que impidió hacer frente en mejores condiciones a la actual crisis económico-financiera.
El expresidente de la Reserva Federal estadounidense admitió la dificultad de hacer pronósticos sobre el rumbo que tomará la economía de su país, que será gobernado por Barack Obama otros cuatro años tras su triunfo electoral del martes.
En relación con Europa, señaló que los cuatro años que lleva inmersa en crisis han dejado al menos como lección la idea de que la "prudencia es un gran valor para el crecimiento económico".
Destacó que impulsar el ahorro es necesario siempre y cuando el mismo se dirija a inversiones de capital efectivas como las que se hacen en tecnologías de vanguardia.
La reunión organizada por Banorte tiene como lema "Hacia un México próspero en un mundo en transformación" y en ella participan el expresidente del Gobierno español Felipe González (1982-1996), y los exmandatarios de Chile Ricardo Lagos (2000-2006) y México Ernesto Zedillo (1994-2000), entre otras personalidades.
Fuente: EFE

Victoria de Obama podría afectar la economía
Washington, EU, 7 de noviembre del 2012.- Los estadounidenses con mayores ingresos seguramente tendrán mayores cargas fiscales, se endurecerán las normas sobre el consumo de gasolina en los vehículos motorizados y las acciones de las empresas constructoras y de ingeniería podrían salir beneficiadas.
La decisión del electorado estadounidense de dar un segundo mandato al presidente Barack Obama y no un primero a su rival republicano Mitt Romney afectará esos y otros elementos de la economía y el sistema financiero de Estados Unidos, incluidas la ley de salud llamada popularmente Obamacare y la reforma de las normas financieras.
Al mismo tiempo, un estancamiento en el Congreso podría limitar la influencia de Obama. Los comicios del martes mantuvieron a los republicanos en control de la Cámara de Representantes. Los demócratas siguen controlando el Senado, pero sin mayoría aplastante.
Obama ha descrito varios temas importantes para apuntalar la economía: Prolongar las exenciones fiscales creadas por su predecesor George W. Bush para las personas de bajos y medianos ingresos, aumentar los gastos en obra pública y otorgar exenciones fiscales a ciertas empresas.
A corto plazo, Obama tendrá que convencer a los legisladores republicanos y demócratas que lleguen a un acuerdo presupuestario para evitar que la economía "caiga en un abismo fiscal". Sin ello, el 2 de enero entrarán en vigencia grandes reducciones del gasto público y sustanciales aumentos fiscales.
La combinación de ambas medidas podría sumir la economía nuevamente en una recesión y situar el desempleo nuevamente en 9% el proximo año, según la Oficina Presupuestaria del Congreso. El paro es ahora del 7,9%.
Los analistas advierten que el Congreso debe salir de su estancamiento para que la economía mantenga su recuperación.
"Habrá muchas decisiones arriesgadas, y eso dañará a la economía y muy probablemente altere los mercados bursátiles", dijo el miércoles Mark Zandi, economista en jefe de Moody's Analytics.
Aun así, la urgencia de la crisis podría "generar el deseo político necesario para llegar al acuerdo", agregó Zandi. Y eso podría significar "un crecimiento mucho, mucho más fuerte" para el 2014.
Otros advierten que incluso si se logra evitar el abismo fiscal, la economía podría seguir afectada por un lento crecimiento, pagos estancados y un modesto aumento de empleos.
"La reelección de Obama no cambia el panorama económico o fiscal más amplio", señaló Paul Ashworth, un economista de Capital Economics, en un reporte de investigación. "Durante los próximos dos años, la economía estadounidense seguirá teniendo la carga de una tasa de desempleo incómodamente alta y continuará batallando para crecer más de 2% al año".
El presidente ha prometido reducir el déficit presupuestario en 4 billones de dólares para el 2022, seis años después de haber terminado su segundo mandato. Sostiene que lo hará elevando inmediatamente los impuestos a las ganancias de capital, elevando los impuestos a todo el que gane más de 200.000 dólares y a los matrimonios con ingresos superiores a los 250.000 dólares, junto con un impuesto mínimo del 30% a los ingresos superiores al millón de dólares.
Los precios de las acciones se desplomaron el miércoles un día después de las elecciones. Los inversionistas parecían estar nerviosos por el inminente incremento de impuestos y los recortes de gastos en Estados Unidos y por la profunda recesión europea.
Sin embargo, a largo plazo las acciones de las compañías de construcción e ingeniería podrían experimentar un alza durante el segundo periodo del gobierno de Obama. El presidente ha dicho que mayor inversión en carreteras, puentes y edificios públicos impulsará la economía.
Las acciones de compañías de otras categorías podrían desplomarse. Las compañías financieras habían esperado un debilitamiento de las regulaciones impuestas después de la crisis financiera de 2008. La reelección de Obama podría garantizar que las regulaciones permanecerán intactas. Las compañías tendrán que seguir invirtiendo en asegurarse de que cumplen con ellas.
Obama también desea imponer impuestos a dividendos a una mayor tasa. Eso podría hacer que los bonos financieros, que con frecuencia pagan altos dividendos, resulten menos atractivos a los inversionistas.
Las acciones de Defensa también podrían sufrir dado que Obama desea limitar el crecimiento de los gastos militares. Y algunas compañías podrían sufrir pérdidas porque algunos inversionistas creen que su gobierno endurecerá las regulaciones sobre contaminación que afectan la extracción de energéticos y las plantas de energía de carbón.
Fuente: AP

Fitch amenaza con rebajar a EU si Obama no evita el "precipicio fiscal"
Nueva York, EU, 7 de noviembre del 2012.- La agencia de calificación Fitch urgió hoy al recién reelegido presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a forjar un acuerdo en el Congreso que evite el denominado "precipicio fiscal", puesto que de lo contrario degradará la máxima nota de "AAA" que le otorga a la deuda soberana del país.
"Como ya refleja la perspectiva negativa aplicada a su calificación, el fracaso de evitar el precipicio fiscal y elevar el límite de endeudamiento a tiempo, así como de asegurar un acuerdo para una reducción creíble del déficit, llevarían probablemente a una degradación en 2013", advirtió Fitch en un comunicado.
El "precipicio fiscal" es como se ha denominado a las subidas de impuestos y masivos recortes del gasto que entrarán en vigor de forma automática a partir de enero si no hay un pacto entre republicanos y demócratas en el Congreso para equilibrar las cuentas públicas del país.
Fitch estima que esas medidas automáticas, por valor de más de 600.000 millones de dólares y que a su juicio "no solucionarían" a largo plazo los problemas fiscales de EU, sumirían al país "en una innecesaria y evitable recesión y resultarían en una subida de la tasa de desempleo por encima del 10 % en 2013".
Además, la calificadora advierte que el país tendrá que poner en marcha medidas extraordinarias a finales de año para elevar el límite de endeudamiento autorizado por el Congreso, actualmente en los 16,4 billones de dólares.
EU ya afrontó esa situación en agosto del año pasado, cuando el Congreso aprobó "in extremis" un pacto bipartidista para elevar el techo de deuda del país, que hasta entonces estaba fijado en 14.29 billones de dólares, después de que el Tesoro advirtiera que se iba a quedar sin fondos para afrontar sus pagos.
La situación provocó que la calificadora Standard & Poor's degradara por primera vez en la historia la nota de la deuda de EU, desde "AAA" hasta "AA+", y Fitch advierte que, de repetirse, "minaría la confianza en EU como un prestatario fiable" y llevaría a una revisión formal de su calificación.
"Si no se alcanza a tiempo un acuerdo para prevenir las subidas de impuestos y recortes del gasto que implican el precipicio fiscal y se repite el episodio vivido en agosto de 2011 con el límite de deuda significaría que las elecciones no han resuelto el estancamiento político en Washington", concluyó Fitch.
Ya en septiembre pasado, la calificadora Moody's (que, al igual que Fitch, todavía mantiene la máxima nota de EU) advirtió que aplicaría una rebaja de un escalón a la deuda del país si el Congreso no logra un acuerdo sobre el presupuesto para 2013 que evite el "precipicio fiscal".
Fuente: EFE

Obama ante el desafío de consolidar la recuperación económica
La reelección de Barack Obama en la noche del martes, segundo presidente demócrata que renueva su mandato desde 1945, provocó una ola de entusiastas titulares en el país, aunque la mayoría de los medios destacan la amplitud de los desafíos económicos que se presentan.
Washington, EU, 7 de noviembre del 2012.- El presidente Barack Obama, reelecto, enfrenta varios desafíos económicos importantes, siendo el primero de ellos asegurar la viabilidad de la recuperación de la todavía frágil economía estadounidense.
Pese a que la economía está mejor que en noviembre de 2008, cuando Obama ganó por primera vez las elecciones, un momento en el cual el país había sido golpeado duramente por la recesión, todavía las expectativas de los estadounidenses siguen siendo muy altas.
Según una encuesta a boca de urna realizada por la cadena CNN, los temas económicos determinaron la decisión del 60% de los votantes.
El crecimiento de la economía (2,0% en el tercer trimestre) sigue siendo débil para generar una caída contundente del desempleo, situado en 7,9% en octubre, por encima del nivel de enero de 2009, cuando Obama asumió la presidencia.
La recuperación de la economía, dependiente en gran medida de la política de estímulo adoptada por el banco central estadounidense (Reserva Federal, Fed), debe superar dos escollos en el corto plazo.
El primero es el precipicio fiscal, una serie de ajustes automáticos para reducir el déficit público, que consisten en un alza de impuestos y una reducción del gasto, que entrarán en vigor en enero de 2013, de no lograrse un acuerdo en el Congreso, y que amenazan la recuperación de la economía.
El segundo obstáculo es el incremento del techo de la deuda, necesario para el funcionamiento del Estados federal sin que el país incurra en una cesación de pagos, que debería ser aumentado durante el primer trimestre de 2013.
Sin embargo, la relación de fuerzas en el Congreso sigue siendo la misma que antes de las elecciones, por lo que los demócratas deberán negociar con los republicanos, que ostentan la mayoría en la Cámara de Representantes para evitar los errores de agosto de 2011.
Entonces, la incapacidad de llegar a un acuerdo bipartidista sobre la deuda llevó a Estados Unidos a perder la máxima nota crediticia de "AAA", en la escala de calificación de Standard and Poor's.
Su competidora Moody's advirtió por su parte que podría privar a Estados Unidos de su "AAA" si los legisladores deciden aplazar las decisiones necesarias sobre los problemas presupuestarios más allá de "comienzos del año 2013".
Control de la deuda pública
Con respecto al precipicio fiscal, Inna Mufteeva, economista del banco Natixis, afirmó que el Congreso debería llegar a un acuerdo, pero advirtió que este compromiso podría ser solamente temporal.
Ello postergaría al primer semestre 2013 la cuestión más global del control de la colosal deuda pública de Estados Unidos (16,21 billones de dólares) y su corolario: la reducción del déficit presupuestario.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, exhorta desde hace más de dos años al Congreso a alcanzar rápidamente un acuerdo sobre un plan creíble para hacer viables las finanzas públicas, a falta de lo cual el país podría perder su dinamismo y competitividad.
La agencia calificadora Fitch Ratings recordó el miércoles que es necesario actuar sin demora al respecto, con el objetivo de "sostener la reactivación económica y la confianza".
Entre los grandes desafíos que esperan a Obama figuran también dos promesas no cumplidas durante su primer mandato: la reforma del impuesto a las empresas y de la financiación de la vivienda, para lo cual necesitará negociar duramente con los republicanos.
Estados Unidos deberá avanzar también en la superación de los desequilibrios prometida a sus socios del G20, a fin de que su crecimiento económico dependa menos del consumo interno.
Pese a los esfuerzos de la administración por aumentar las exportaciones estadounidenses, la parte del gasto de los hogares en el PIB de Estados Unidos no se redujo. Incluso aumentó en relación a 2008 y se mantiene sobre 70%.
Fuente: AFP
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