* Victoria de Obama podría afectar la economía
* Obama ante el desafío de consolidar la recuperación económica
México, DF, 7 de noviembre del 2012.- Estados Unidos superará el problema fiscal que enfrenta, pero le costará
"algún tipo de contracción", afirmó hoy el expresidente de la Reserva
Federal estadounidense, Alan Greenspan.
"Al final saldremos
de esto, pero la suposición de que vamos a hacerlo rápidamente sin pagar el
precio es completamente absurda, no es realista", dijo Greenspan en la
primera sesión plenaria del Consejo Nacional del Grupo Financiero Banorte, que
se celebra hoy en Ciudad de México.
Greenspan, que dialogó
con el presidente del Consejo de Administración de Banorte, Guillermo Ortiz,
confió en que la contracción en su país "sea modesta, aunque puede ser que
no".
Consideró que los
problemas fiscales actuales de Estados Unidos son "graves, pero no
insuperables".
La clave para superar el
llamado "precipicio fiscal" en su país, con un déficit público muy
elevado, es reducir el gasto, que ha pasado de representar el 2 % del producto
interior bruto (PIB) en 1965 al 15 % en 2012.
Como "precipicio
fiscal" se ha denominado a las subidas de impuestos y masivos recortes del
gasto que entrarán en vigor de forma automática a partir de enero próximo si no
hay un pacto entre republicanos y demócratas en el Congreso para equilibrar las
cuentas públicas del país.
El economista dijo que
será importante observar si se da el posible pacto bipartidista que permita
suavizar los recortes inicialmente previstos.
Además, reconoció que los
expertos y la mayoría de los modelos econométricos fallaron a la hora de
pronosticar la crisis desatada en septiembre de 2008, "cuando le cayó el
techo al mundo y el crédito comercial se detuvo".
"También falló el
Fondo Monetario Internacional (FMI)", apuntó Greenspan, quien pidió
analizar con mayor profundidad las causas de una equivocación tan grande que
impidió hacer frente en mejores condiciones a la actual crisis
económico-financiera.
El expresidente de la
Reserva Federal estadounidense admitió la dificultad de hacer pronósticos sobre
el rumbo que tomará la economía de su país, que será gobernado por Barack Obama
otros cuatro años tras su triunfo electoral del martes.
En relación con Europa,
señaló que los cuatro años que lleva inmersa en crisis han dejado al menos como
lección la idea de que la "prudencia es un gran valor para el crecimiento
económico".
Destacó que impulsar el
ahorro es necesario siempre y cuando el mismo se dirija a inversiones de
capital efectivas como las que se hacen en tecnologías de vanguardia.
La reunión organizada por
Banorte tiene como lema "Hacia un México próspero en un mundo en
transformación" y en ella participan el expresidente del Gobierno español
Felipe González (1982-1996), y los exmandatarios de Chile Ricardo Lagos
(2000-2006) y México Ernesto Zedillo (1994-2000), entre otras personalidades.
Fuente: EFE
Victoria de Obama podría afectar la economía
Washington, EU, 7 de noviembre del 2012.- Los estadounidenses con mayores ingresos seguramente tendrán mayores
cargas fiscales, se endurecerán las normas sobre el consumo de gasolina en los
vehículos motorizados y las acciones de las empresas constructoras y de
ingeniería podrían salir beneficiadas.
La decisión del
electorado estadounidense de dar un segundo mandato al presidente Barack Obama
y no un primero a su rival republicano Mitt Romney afectará esos y otros
elementos de la economía y el sistema financiero de Estados Unidos, incluidas
la ley de salud llamada popularmente Obamacare y la reforma de las normas
financieras.
Al mismo tiempo, un
estancamiento en el Congreso podría limitar la influencia de Obama. Los
comicios del martes mantuvieron a los republicanos en control de la Cámara de
Representantes. Los demócratas siguen controlando el Senado, pero sin mayoría
aplastante.
Obama ha descrito varios
temas importantes para apuntalar la economía: Prolongar las exenciones fiscales
creadas por su predecesor George W. Bush para las personas de bajos y medianos
ingresos, aumentar los gastos en obra pública y otorgar exenciones fiscales a
ciertas empresas.
A corto plazo, Obama
tendrá que convencer a los legisladores republicanos y demócratas que lleguen a
un acuerdo presupuestario para evitar que la economía "caiga en un abismo
fiscal". Sin ello, el 2 de enero entrarán en vigencia grandes reducciones
del gasto público y sustanciales aumentos fiscales.
La combinación de ambas
medidas podría sumir la economía nuevamente en una recesión y situar el
desempleo nuevamente en 9% el proximo año, según la Oficina Presupuestaria del
Congreso. El paro es ahora del 7,9%.
Los analistas advierten
que el Congreso debe salir de su estancamiento para que la economía mantenga su
recuperación.
"Habrá muchas
decisiones arriesgadas, y eso dañará a la economía y muy probablemente altere
los mercados bursátiles", dijo el miércoles Mark Zandi, economista en jefe
de Moody's Analytics.
Aun así, la urgencia de
la crisis podría "generar el deseo político necesario para llegar al
acuerdo", agregó Zandi. Y eso podría significar "un crecimiento
mucho, mucho más fuerte" para el 2014.
Otros advierten que
incluso si se logra evitar el abismo fiscal, la economía podría seguir afectada
por un lento crecimiento, pagos estancados y un modesto aumento de empleos.
"La reelección de
Obama no cambia el panorama económico o fiscal más amplio", señaló Paul
Ashworth, un economista de Capital Economics, en un reporte de investigación.
"Durante los próximos dos años, la economía estadounidense seguirá teniendo
la carga de una tasa de desempleo incómodamente alta y continuará batallando
para crecer más de 2% al año".
El presidente ha
prometido reducir el déficit presupuestario en 4 billones de dólares para el
2022, seis años después de haber terminado su segundo mandato. Sostiene que lo
hará elevando inmediatamente los impuestos a las ganancias de capital, elevando
los impuestos a todo el que gane más de 200.000 dólares y a los matrimonios con
ingresos superiores a los 250.000 dólares, junto con un impuesto mínimo del 30%
a los ingresos superiores al millón de dólares.
Los precios de las
acciones se desplomaron el miércoles un día después de las elecciones. Los
inversionistas parecían estar nerviosos por el inminente incremento de
impuestos y los recortes de gastos en Estados Unidos y por la profunda recesión
europea.
Sin embargo, a largo
plazo las acciones de las compañías de construcción e ingeniería podrían
experimentar un alza durante el segundo periodo del gobierno de Obama. El
presidente ha dicho que mayor inversión en carreteras, puentes y edificios
públicos impulsará la economía.
Las acciones de compañías
de otras categorías podrían desplomarse. Las compañías financieras habían
esperado un debilitamiento de las regulaciones impuestas después de la crisis
financiera de 2008. La reelección de Obama podría garantizar que las
regulaciones permanecerán intactas. Las compañías tendrán que seguir
invirtiendo en asegurarse de que cumplen con ellas.
Obama también desea
imponer impuestos a dividendos a una mayor tasa. Eso podría hacer que los bonos
financieros, que con frecuencia pagan altos dividendos, resulten menos
atractivos a los inversionistas.
Las acciones de Defensa
también podrían sufrir dado que Obama desea limitar el crecimiento de los
gastos militares. Y algunas compañías podrían sufrir pérdidas porque algunos
inversionistas creen que su gobierno endurecerá las regulaciones sobre
contaminación que afectan la extracción de energéticos y las plantas de energía
de carbón.
Fuente: AP
Fitch amenaza con rebajar a EU si Obama no evita el "precipicio
fiscal"
Nueva York, EU, 7 de noviembre del 2012.- La agencia de calificación Fitch urgió hoy al recién reelegido presidente
de Estados Unidos, Barack Obama, a forjar un acuerdo en el Congreso que evite
el denominado "precipicio fiscal", puesto que de lo contrario
degradará la máxima nota de "AAA" que le otorga a la deuda soberana
del país.
"Como ya refleja la
perspectiva negativa aplicada a su calificación, el fracaso de evitar el
precipicio fiscal y elevar el límite de endeudamiento a tiempo, así como de
asegurar un acuerdo para una reducción creíble del déficit, llevarían
probablemente a una degradación en 2013", advirtió Fitch en un comunicado.
El "precipicio
fiscal" es como se ha denominado a las subidas de impuestos y masivos
recortes del gasto que entrarán en vigor de forma automática a partir de enero
si no hay un pacto entre republicanos y demócratas en el Congreso para
equilibrar las cuentas públicas del país.
Fitch estima que esas
medidas automáticas, por valor de más de 600.000 millones de dólares y que a su
juicio "no solucionarían" a largo plazo los problemas fiscales de EU,
sumirían al país "en una innecesaria y evitable recesión y resultarían en
una subida de la tasa de desempleo por encima del 10 % en 2013".
Además, la calificadora
advierte que el país tendrá que poner en marcha medidas extraordinarias a
finales de año para elevar el límite de endeudamiento autorizado por el
Congreso, actualmente en los 16,4 billones de dólares.
EU ya afrontó esa
situación en agosto del año pasado, cuando el Congreso aprobó "in
extremis" un pacto bipartidista para elevar el techo de deuda del país,
que hasta entonces estaba fijado en 14.29 billones de dólares, después de que
el Tesoro advirtiera que se iba a quedar sin fondos para afrontar sus pagos.
La situación provocó que
la calificadora Standard & Poor's degradara por primera vez en la historia
la nota de la deuda de EU, desde "AAA" hasta "AA+", y Fitch
advierte que, de repetirse, "minaría la confianza en EU como un prestatario
fiable" y llevaría a una revisión formal de su calificación.
"Si no se alcanza a
tiempo un acuerdo para prevenir las subidas de impuestos y recortes del gasto
que implican el precipicio fiscal y se repite el episodio vivido en agosto de
2011 con el límite de deuda significaría que las elecciones no han resuelto el
estancamiento político en Washington", concluyó Fitch.
Ya en septiembre pasado,
la calificadora Moody's (que, al igual que Fitch, todavía mantiene la máxima
nota de EU) advirtió que aplicaría una rebaja de un escalón a la deuda del país
si el Congreso no logra un acuerdo sobre el presupuesto para 2013 que evite el
"precipicio fiscal".
Fuente: EFE
Obama ante el desafío de consolidar la recuperación económica
La reelección de Barack Obama en la noche del martes, segundo presidente
demócrata que renueva su mandato desde 1945, provocó una ola de entusiastas
titulares en el país, aunque la mayoría de los medios destacan la amplitud de
los desafíos económicos que se presentan.
Washington, EU, 7 de noviembre del 2012.- El presidente Barack Obama, reelecto, enfrenta varios desafíos económicos
importantes, siendo el primero de ellos asegurar la viabilidad de la
recuperación de la todavía frágil economía estadounidense.
Pese a que la economía
está mejor que en noviembre de 2008, cuando Obama ganó por primera vez las
elecciones, un momento en el cual el país había sido golpeado duramente por la
recesión, todavía las expectativas de los estadounidenses siguen siendo muy altas.
Según una encuesta a boca
de urna realizada por la cadena CNN, los temas económicos determinaron la
decisión del 60% de los votantes.
El crecimiento de la
economía (2,0% en el tercer trimestre) sigue siendo débil para generar una
caída contundente del desempleo, situado en 7,9% en octubre, por encima del
nivel de enero de 2009, cuando Obama asumió la presidencia.
La recuperación de la
economía, dependiente en gran medida de la política de estímulo adoptada por el
banco central estadounidense (Reserva Federal, Fed), debe superar dos escollos
en el corto plazo.
El primero es el
precipicio fiscal, una serie de ajustes automáticos para reducir el déficit
público, que consisten en un alza de impuestos y una reducción del gasto, que
entrarán en vigor en enero de 2013, de no lograrse un acuerdo en el Congreso, y
que amenazan la recuperación de la economía.
El segundo obstáculo es
el incremento del techo de la deuda, necesario para el funcionamiento del
Estados federal sin que el país incurra en una cesación de pagos, que debería
ser aumentado durante el primer trimestre de 2013.
Sin embargo, la relación
de fuerzas en el Congreso sigue siendo la misma que antes de las elecciones,
por lo que los demócratas deberán negociar con los republicanos, que ostentan
la mayoría en la Cámara de Representantes para evitar los errores de agosto de
2011.
Entonces, la incapacidad
de llegar a un acuerdo bipartidista sobre la deuda llevó a Estados Unidos a
perder la máxima nota crediticia de "AAA", en la escala de
calificación de Standard and Poor's.
Su competidora Moody's
advirtió por su parte que podría privar a Estados Unidos de su "AAA"
si los legisladores deciden aplazar las decisiones necesarias sobre los
problemas presupuestarios más allá de "comienzos del año 2013".
Control de la deuda
pública
Con respecto al
precipicio fiscal, Inna Mufteeva, economista del banco Natixis, afirmó que el
Congreso debería llegar a un acuerdo, pero advirtió que este compromiso podría
ser solamente temporal.
Ello postergaría al
primer semestre 2013 la cuestión más global del control de la colosal deuda
pública de Estados Unidos (16,21 billones de dólares) y su corolario: la
reducción del déficit presupuestario.
El presidente de la Fed,
Ben Bernanke, exhorta desde hace más de dos años al Congreso a alcanzar
rápidamente un acuerdo sobre un plan creíble para hacer viables las finanzas
públicas, a falta de lo cual el país podría perder su dinamismo y
competitividad.
La agencia calificadora
Fitch Ratings recordó el miércoles que es necesario actuar sin demora al
respecto, con el objetivo de "sostener la reactivación económica y la
confianza".
Entre los grandes
desafíos que esperan a Obama figuran también dos promesas no cumplidas durante
su primer mandato: la reforma del impuesto a las empresas y de la financiación
de la vivienda, para lo cual necesitará negociar duramente con los
republicanos.
Estados Unidos deberá
avanzar también en la superación de los desequilibrios prometida a sus socios
del G20, a fin de que su crecimiento económico dependa menos del consumo
interno.
Pese a los esfuerzos de
la administración por aumentar las exportaciones estadounidenses, la parte del
gasto de los hogares en el PIB de Estados Unidos no se redujo. Incluso aumentó
en relación a 2008 y se mantiene sobre 70%.
Fuente: AFP