Por mala gestión del Gobierno en la recaudación de retenciones del año
2007, Aduana presiona a los mismos cambiando el sistema para controlar el peso
en barcos
Buenos Aires, Argentina, 24 de octubre del 2012.- Nuevamente por una mala gestión del Gobierno en
la recaudación de los derechos de exportación del año 2007, y ante una actitud
extemporánea para forzar el cobro de los 600 millones de dólares pendiente a
los exportadores, la Aduana presiona a los mismos cambiando el sistema para
controlar el pesos de la carga de los barcos. La mediada provocó la
paralización casi total de los puertos de cereales desde el viernes 12 de
octubre.
Como consecuencia directa
se detienen todas las actividades relacionadas, inclusive la posibilidad de
liquidar las divisas de exportación en tiempo y forma, tema que más le importa
al Gobierno para no seguir agravando el cepo cambiario.
La mala gestión que
menciono más arriba provocó un reclamo de la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP) a las empresas exportadoras por diferencia en los ingresos de
derechos de exportación del 2007-2008, cuando los mismos subieron del 27,5 al
35%. Con la sanción de la Ley Martínez Raymonda se determinó en forma
retroactiva que los exportadores tenían una deuda con el fisco de 1.500 mil de
pesos. De esta norma surgió que varias empresas fueron pagando bajo protesto el
capital dejando afuera los intereses mediante un arreglo con las autoridades
que ahora la AFIP desconoce.
Hoy el tema está a la
espera de lo que disponga la justicia ante el reclamo de las exportadoras,
porque cuando anotaron las operaciones actuaron a derecho, liquidando los
impuestos que correspondía. Toda esta situación se quiso corregir con la ley
Martínez Raymonda, pero legislando en forma retroactiva, motivo por el cual es
totalmente inconstitucional el fundamento del reclamo.
Primero hay que reconocer
que el Estado tiene todas las atribuciones para cambiar los sistemas para un
mejor control fiscal y de estupefacientes, decisión que apoyo en este rubro,
como con todos los otros sectores de la economía. Hasta ahora, el control se
hacía con el sistema de pesada que está instalado en todos los puertos y la
Aduana supervisaba el mismo cuando el buque se completaba.
No había ninguna denuncia
pública que hubiera supuesto un cambio del sistema intempestivo desde el hace
10 días que va a provocar una carga más lenta de los buques generando
trastornos y más gastos. El sistema de medición Draft Survey que se a deja de
usar en el mundo por obsoleto, consiste en la verificar cuanto se sumerge el
barco en el agua, luego de la carga. Según los expertos, este tipo de
embarcaciones, con una capacidad de carga de unas 30 mil toneladas, se hunden a
razón de un centímetro cada 70 toneladas.
Antes, la medición se
hacía cuando el buque había terminado de cargar en los distintos muelles,
previo a la salida de la zona. Ahora, los controles se realizan luego de cada
carga. Es decir que si un barco carga, por ejemplo, 300 toneladas, debe ser
llevado para realizar el Draft Survey. Esto hace crecer el margen de error del
sistema, brindándole una mayor dosis de imprecisión y, por ende, aumentando la
ineficiencia de puertos y vías navegables del país.
Previo al surgimiento de
esta disposición, que va a aumentar el costo de flete internacional, por las
proyecciones del volumen de la actual cosecha, se estimaba que el movimiento de
barcos el año próximo podría aumentar 27% y tendría que operar en las mismas 15
radas de espera disponibles para todos los puertos del Gran Rosario. La
Cooperativa de Trabajos Portuarios de Puerto San Martin, con buen tino,
decidióÌ adelantarse a los eventuales problemas por el volumen a manejar y armó
un paquete de posibles medidas que remitióÌ a la Subsecretaria de Puertos y
Vías Navegables de la Nación para bajar el “costo argentino”.
Para quienes no conocen
el sector agrícola argentina, tienen que saber que para poder lograr una
cosecha de 110 millones de toneladas, se invierten, a pesar de la
imprevisibilidad económica, 10.000 millones de dólares en la siembra. Lo que no
necesita la actividad es que le agreguen mayores costos en los servicios de
transporte, puertos y vías navegables. Esto es fundamental para poder competir
con los otros países productores que están más cerca de los mercados de
consumo.
Fuente: ON24agro