Barlovento
Rats Guards
Por Raúl
Hernández Rivera
Pilotos, marinos, pescadores, industriales pesqueros, así
como marinos mercantes de varias partes del país, contribuyeron a la campaña
del capitán José Francisco Mendoza Sauceda con dinero en efectivo y demás
recursos a cambio de las falsas expectativas que les formuló el sinaloense, fiel
a su costumbre de embaucar a la gente para beneficio propio, embaucado lector.
Llegó a decir que iría por la presidencia de la república
para ser el primer marino mercante que ocupara la más alta investidura del
país. Por eso se registró el 12 de diciembre como precandidato a la presidencia
por MORENA antes que López Obrador. Hasta llegó a decir que habría un debate
entre AMLO y él. Todo para después hacerse nombrar Coordinador Nacional de
Proyectos Portuarios en la campaña presidencial de 2018, y Creador del Rediseño
Institucional de la Marina Mercante (RIMMN-2018) y engañar a la gente, triquiñuelo
lector.
“Me animó a participar a petición de las redes sociales
ciudadanas que estamos tendiendo en todo el país”, manifestó en diciembre del
2017. Publicó fotografías con López Obrador que capitalizó con los humildes
pescadores de diferentes puertos del país, así como con industriales pesqueros
y marinos mercantes a quienes hacía promesas de mejoras sustanciales para
sacarles dinero para su campaña; hoy los embaucados piden resultados y de ahí
la airada y constante andanada de descalificaciones en contra del ingeniero
Héctor López Gutiérrez, designado por el presidente electo para encargarse de la
Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, descalificado
lector.
Es de lamentarse que López Obrador no haya mencionado
nada en absoluto respecto a la importancia del mar para un país como el nuestro,
uno de los 20 del mundo con salidas a los mares más importantes del orbe: el Océano
Pacífico y el Atlántico, mediante el Golfo de México; tampoco mencionó que en
el mundo, el 60% de la población se ubica en las costas, mientras que en
México, sólo el 16 % vive cerca del mar, cierto, pero eso no significa que el
tabasqueño sea tonto y caiga en las turbias maniobras del sinaloense quien buscó
aprovecharse de ese desconocimiento para medrar, soslayado
lector.
Es evidente la ignorancia respecto de los grandes
recursos e importancia estratégica y económica del mar para nuestro país, de Andrés
Manuel López Obrador. Por eso es de preocuparse las intenciones oportunistas y
estafadores para colarse a su administración buscando beneficios personales presentándose
como defensores y promotores de la Marina Mercante Nacional. Es menester que al
igual a la costumbre de colocar un “Rats guard” (atrapa-ratas) en las amarras
de los barcos atracados en el muelle de un puerto para evitar que los roedores
se suban al barco, el de Macuspana se cuide de gente como el capitán Mendoza
Sauceda e investigue los antecedentes de éste personaje, atracado
lector.
Y es que el sinaloense anduvo pidiendo prestado y
recolectando dinero entre la gente de mar a la que prometió el oro y el moro. Incluso
prometió renovar la flota atunera de Mazatlán, “ahora que lleguemos a la
presidencia”, prometió, rediseñado lector.
Y como dicen, el sinaloense no transa; le caen “caiditos”…
y ya desde antes. En el 2013, se le ordenó trasladarse al puerto de Acapulco,
siendo el titular de la capitanía de puerto de cabotaje de Altata, localizado a
62 kilómetros de Culiacán. No quiso desprenderse de los “caiditos” que ya tenía
en ese puerto sinaloense. Simplemente no se presentó y por ello fue acusado de
desobediencia y retirado del cargo en 2016, caidito lector.
Igualmente, el multicitado Mendoza Sauceda mostró el
cobre durante una presentación de “su proyecto” en el puerto jarocho, en la que
exhibía gráficas no muy claras que atrapó la atención de varios incautos a
quienes les sacó dinero para su campaña “en beneficio de la Marina Mercante
Nacional”. Le pagaban hotel, auditorio, alimentos, transporte aéreo, ¡todo! ¿Y qué
decir de la mentirota de los tres millones doscientos mil votos para López
Obrador? En abril de este año, anunció en conferencia de prensa que "todos los marinos mercantes firmaron un acuerdo para votar por López Obrador", algo que varios capitanes mercantes que trabajaban con el Senador Encinas en un proyecto para crear la Secretaría del Mar negaron. No fue burla, dice José Francisco, fue un “carrillón”, carrillonado lector.
Según fuentes consultadas que pidieron el anonimato, afirman
que el licenciado Omar Olvera de Luna fue presentado con Mendoza Sauceda para
coordinar proyectos de Secretaría del Mar y de Secretaría de Marina Mercante,
respectivamente. Salieron chispas, rayos y centellas del encuentro. Cada uno
quería jalar agua para su molino y ninguno se dejó, anónimo
lector.
Simplemente, este personaje no se encuentra a la altura
de las circunstancias que demanda el país, al igual que sus “defensores”… o
debo decir, ¿socios? En una carta sin fecha y en formato PDF enviada a mi
cuenta de whatsapp, una persona que se dice llamar Jesús Martínez Sánchez, se
dirige a los “Apreciables lectores de Barlovento” y al suscrito, califica de
reportaje el texto de la columna Barlovento publicada en el blog que edito
desde hace más de cinco años, inapreciable lector.
Reconoce el remitente, que si bien el oficio político no
es el fuerte de los marinos mercantes, es evidente que tampoco lo es la buena ortografía
y la sintaxis, a juzgar por el texto plagado de errores que se dignó enviar,
eso sí, sin adjuntar copia de identificación oficial, como tampoco algún correo
electrónico o dirección personal, tal y como las reglas del derecho de réplica
lo dictan para darle seriedad a las palabras que él ahí expresa, replicado lector.
Lamentablemente, el susodicho Martínez Sánchez no
desmiente ni refuta lo afirmado por el que esto escribe, y mucho menos contesta
alguna de las preguntas formuladas desde hace mucho tiempo a todos los que
se dicen doctos en el tema marítimo portuario y aptos para un cargo del tamaño
de una coordinación de puertos y marina mercante nacional, refutado
lector.
El sinaloense Mendoza Sauceda afirma que él si sabe y está
preparado para una coordinación general y más, porque él sí sabe lo que es una
bita, una boya de recalada… y supongo que hasta una vuelta de pantoque, pero… El
problema de los puertos mexicanos, es que han puesto a funcionarios incompetentes
y desconocedores del asunto. Como el ingeniero Jaime Luna Traill que llegó a la Comisión Nacional Coordinadora de
Puertos (por cierto creada por el ingeniero Héctor López Gutiérrez), gracias a la amistad
de su padre con Luis Echeverría, en lugar de colocar ahí a un catedrático como
el Dr. José Eusebio Salgado y Salgado, es prueba de ello, coordinado
lector.
Los puertos marítimos, no sólo son bitas y boyas de
recalada, son más que eso. El documento que ampara la carga transportada en un
barco, por ejemplo, difiere jurídicamente hablando del documento que ampara la
mercancía cuando ésta es trasportada por un medio terrestre, de ahí muchas
anomalías y faltas de control, incluso, la gran cantidad de robos en las
carreteras, transportado lector.
En la cesión parcial de derechos, por cierto ampliada a
50 años en las narices de los marinos mercantes (que se dicen capaces de ocupar
altos puestos administrativos a nivel federal) hace dos Legislaturas, se encierran
un sinnúmero de imperfecciones administrativas, legales y operativas que perjudican a
los productores nacionales. Tal es el caso de Carhill en el puerto de Veracruz que introduce, maíz transgénico que llega a venderse en las tortillerías del mercado
local, sin que nos demos cuenta del daño al que estamos expuestos los nativos
de la tierra originaria del maíz, transgénico lector.
Respecto a la fuente de trabajo de los marinos mercantes,
habrá que agregar el desconocimiento de la desaparición de los siete ríos
navegables con que contaba el país. Por esos ríos era posible el transporte
de mercancías con reducciones hasta del 600% en beneficio de los consumidores y
productores nacionales. ¿Qué sabe Mendoza Sauceda y defensores de su “causa” de
esto? ¿en dónde estaba cuando se anularon las posibilidades del desarrollo de
transporte fluvial?, navegable lector.
El ingeniero López Gutierrez desarrolló en San Juanico, al
norte de la Ciudad de México, un laboratorio de estudio de oleaje y de
corrientes marinas, en las que se analizaba toda la problemática de los puertos
con referencia al mar. Excepto Topolobampo y Acapulco, el resto de los puertos
mexicanos de altura y cabotaje son artificiales y requieren de grandes
inversiones para el dragado constante a fin de mantener la profundidad
requerida para la navegación en elcanal de acceso, costado de muelle y dársena de
maniobras. Los inversionistas no son tontos, y por ello la única API privada
que hay en nuestro país, es la de Acapulco, ¡donde no se necesita dragado por
ser puerto natural!, asolvado lector.
En cuanto a derecho marítimo, tema desarrollado desde que
los fenicios iniciaron el comercio marítimo hace más de cuatro mil años, es
otro asunto que no me parece que el capitán Mendoza Sauceda pueda hablar con
conocimiento. Quizá por ello no regresó la llamada cuando se le solicitó una
entrevista. Dijo: voy en carretera rumbo a Toluca, pero en cuanto llegue, me
comunico con usted en media hora. Hasta la fecha, encarrerado
lector.
En el eslabón entre el transporte marítimo y terrestre, o
sea el puerto marítimo, es elemental el desarrollo de infraestructura que
permita el libre flujo de ambos transportes. A costado de buque, debe haber
vías de ferrocarril y una buena infraestructura para la recepción de
autotransporte federal. El puerto no es un almacén, aunque debe tener áreas
para tal efecto. El barco, por su parte, debe despacharse lo más pronto
posible, porque atracado no gana, más bien gasta y eso incrementa el costo del
manejo de las mercancías. Para el transporte terrestre es lo mismo, parado en
el muelle o en la terminal no gana, al contrario, pierde. Pero en el caso de
los puertos mexicanos, los flamantes directores de las administraciones
portuarias no han hecho nada al respecto y hoy los puertos mexicanos son los
más caros del mundo. Por estas y otras razones es de dudarse que el capitán
Mendoza Sauceda pueda dilucidar cuales son las acciones y modificaciones
administrativas y legales para corregir esto, dilucidado
lector.
En su libro “Estrategia Marítima para Potencias
Medianas”, el británico J. R. Hill
afirma: “El poder marítimo es la capacidad de usar el mar. Para explotar el
mar, en toda su amplitud y posibilidades, el pueblo y sus gobernantes requieren
de una acendrada conciencia marítima". Y agrega: "No hay constancia de
ningún país que posea litoral marítimo, y que lo ignore. Aunque sea en grado
mínimo, parte de su población aprovechará los recursos marinos en su beneficio.
Por tanto, si el poder es la capacidad de influir sobre los acontecimientos,
todos los estados costeros poseen cierto poder marítimo". Luego entonces,
hagamos lo posible por crear conciencia marítima en nuestros gobernantes, ahora
que tenemos una gran oportunidad con un gobierno progresista, empoderado lector.
Debo aclarar: Estoy en el tema de comercio exterior
dentro del periodismo, desde 1971. Antes, estuve en Excélsior de 1966 a 1970,
cuando era uno de los mejores periódicos del mundo; ahí aprendí todo sobre
periodismo al lado de figuras como Julio Scherer Garcia, Monsivais, Octavio
Paz, Jaime Reyes Estrada y tantos más maestros involuntarios, les llamo. La primera
entrevista realizada sobre el tema de comercio exterior, fue al Ingeniero Jaime
Luna Traill, entonces coordinador de la Comisión Nacional Coordinadora de
Puertos (CNCP). Tuve la oportunidad de editar la revista de la CNCP en 1976. Recorrí
todos los puertos de altura del país y fui testigo del nacimiento de los puerto
de Altamira y de Lázaro Cárdenas; pude ver más de una vez, cómo las ratas se
quieren subir a un barco, pero una lámina circular colocada a mitad de las
amarras del navío lo impiden. También he podido ver cómo los especuladores de
la política portuaria están ahí, agazapados, esperando la oportunidad de
colarse para obtener pingües ganancias personales aprovechando el enorme
desconocimiento que tienen nuestros gobernantes. Hay que cuidar el proyecto de
nación que hoy nos ocupa. Hay que alertar a los funcionarios designados para el
nuevo gobierno; tienen que investigar a José Francisco Mendoza Sauceda. Es
menester que capitán del barco coloque bien el Rats Guard, para que las ratas
no se suban al barco, resguardado lector.
Hasta la próxima, con más del concepto integral del
comercio exterior