Madrid, España, 6 de noviembre del 2012.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó este martes que no
renuncia a pedir un rescate global para la economía española, que permita
aliviar las tensiones sobre su deuda soberana, pero dio a entender que la
cuestión no se resolverá este año.
"No renuncio a
utilizarla si conviene (...) El Gobierno no tiene tomada ninguna
decisión", dijo en una entrevista con la radio Cadena Cope.
"De momento,
nosotros tenemos cubierta la práctica totalidad de las emisiones (de bonos de
deuda) de este año. Incluso ya hay empresas que se han financiado" en el
mercado, añadió Rajoy, dando a entender que esta relajación de la presión de
los inversores permitiría no tener que pedir la ayuda antes de enero.
España ya emitió el 95,1%
de su programa de deuda a medio y largo plazo previsto para 2012, según el
Gobierno, por un valor de 81.700 millones de euros, y en los últimos meses se
benefició de intereses en baja. Su programa de deuda para este año prevía emisiones
brutas a corto, medio y largo plazo por un total de 186.000 millones de euros
(de los cuales 86.000 millones a plazos medio y largo) y para 2013 estima
necesidades ligeramente superiores, de 207.000 millones de euros brutos, sin
precisar los plazos.
El ministro de Economía,
Luis de Guindos, también se mostró tranquilizador, en una tribuna publicada
este martes por el diario estadounidense The Wall Street Journal y titulada
'España tiene un futuro brillante'. "Hacemos el diagnóstico correcto sobre
lo que no funciona (en el país), hemos lanzado un programa de reformas amplio y
valiente y estamos convencidos de que nuestra fuerza nos permitirá superar los
desafíos" a los que se enfrenta la cuarta economía de la eurozona,
escribió.
Estas reformas se hicieron
"pese a las tensiones sociales, los sacrificios (exigidos a la población)
y los problemas políticos, y sin ser obligados a pedir el llamado
rescate", afirmó, subrayando: "Nuestros socios europeos apoyan las
medidas tomadas y no tienen ninguna duda de que España está determinada a
perseverar en el esfuerzo".
"Si vemos que
durante mucho tiempo España se financia a unos precios muy elevados, entonces
tendríamos que pedir (el rescate), pero también es muy importante saber cuál
sería la actuación concreta del Banco Central Europeo (BCE)", precisó por
su parte Rajoy.
Desde hace meses planea
sobre España la perspectiva de una solicitud de rescate global, condición
impuesta por el BCE para activar un programa de compra de deuda en el mercado
secundario que se traduciría en una reducción del coste que el país paga para
financiarse. Tras alcanzar niveles récord en julio, la presión que los mercados
ejercen sobre la deuda española se relajó en agosto a raíz del anuncio del BCE.
Pero el interés que
Madrid debe pagar por financiarse a 10 años -su bono de referencia- seguía muy
alto, cerca de 5,8% el martes, mientras que la prima de riesgo -su sobrecoste
en comparación con la deuda de Alemania- era de 433 puntos básicos (4,33 puntos
porcentuales). España, que en un principio temía las estrictas condiciones que
le podía ser impuestas a cambio de un rescate, se preocupa más ahora del
impacto que pueda tener la acción del BCE sobre su prima de riesgo.
"El problema ya no
es solo las condiciones pero cuánto va a bajar la prima de riesgo porque si
esto sirve para que se quede en 400 y pico y no baja a 200 pues es evidente que
no es lo mismo", declaró el jefe del Ejecutivo. "Hay que ver cuáles
son las condiciones también y luego hay que garantizarse el apoyo de todos los
países de la Unión Europea", puntualizó.
Inmerso en un esfuerzo de
austeridad para reducir el déficit público, el Gobierno anunció medidas que
combinan recortes presupuestarios con nuevos impuestos para ahorrar 150.000
millones de euros de aquí a fin de 2014. Rajoy aseguró, sin embargo, que prevé
una menor austeridad en los próximos años, que incluye "poder bajar"
los impuestos en 2014 y mantener en 2013 los salarios de los funcionarios,
rebajados un 5% en 2010 y congelados durante tres años consecutivos.
Fuente: AFP