La mayor parte
de las ventas al exterior van a Italia, donde el aceite se embotella con sus
marcas
Madrid, España,
4 de noviembre del 2012.- Por primera vez en la
historia, la producción de aceite de oliva prevista para esta campaña no
cubrirá las necesidades de la exportación. Esta situación obligará a tirar de
las reservas de las campañas precedentes. Incluso, se contempla la posibilidad
de importar más aceite de países del norte de África.
Según los datos manejados por el sector, la
producción de aceite de oliva podría situarse en unas 850.000 toneladas. A
estas cifras se deben sumar unas existencias, al inicio de campaña, de otras
casi 700.000 toneladas, según los datos de la Agencia para el Aceite de Oliva.
Igualmente se espera que las importaciones, tradicionalmente de unas 40.000
toneladas, puedan llegar a las 80.000.
Con estas cifras no hay problemas para el
abastecimiento interno y la exportación. No habría así razones objetivas para
que los precios superasen unas cotizaciones razonables si las lluvias actuales
y las futuras aseguran una buena cosecha para la próxima campaña.
Habrá que duplicar las importaciones del
norte de África para satisfacer la demanda
Frente a esas disponibilidades totales, la
demanda interior sigue prácticamente invariable en unas 550.000 toneladas, a
pesar de la bajada de los precios de la actual campaña. Por el contrario, las
exportaciones han seguido imparables hasta volver a batir esta campaña un nuevo
récord: hasta 872.000 toneladas que se espera sigan subiendo en la próxima
campaña. Ese volumen supone que el 52% de todo el comercio mundial de aceite de
oliva es de origen español, aunque no figure en muchos casos en la etiqueta.
De ese volumen, apenas unas 200.000
toneladas se comercializan como aceite envasado. Las 672.000 toneladas
restantes se venden a granel, en su mayor parte procedentes de las
cooperativas. La mayoría de ellas se exportan a Italia, unas 400.000 toneladas.
Allí, se envasan como marcas italianas para venderlo en su propio mercado o en
el exterior. Lo mismo sucede en Portugal. El que se vende a Estados Unidos se
envasa todo para su consumo interno.
Fuente: El País