Buenos Aires, Argentina, 23 de octubre del 2012.- Más de 350 personas asistieron el pasado jueves
18 de octubre al XXI Encuentro Nacional de Logística Empresaria, organizado por
la Asociación Argentina de Logística Empresaria, en la ciudad de Buenos Aires.
El evento, como en anteriores ocasiones, se transformó en un foro de
intercambio, discusión y propuestas para las empresas y, en especial, para los
profesionales de la logística.
La jornada se inició con
las palabras de Marcelo Arce, presidente de ARLOG. “Es gratificante ver tanta
gente del sector. Valoramos la concurrencia a este evento de todos los sectores
de la cadena logística”. En tanto, Raúl Garreta, presidente del encuentro
sostuvo: “La logística se debe a los negocios y el planteo estratégico debe ser
revisado a partir de la nueva situación derivada de la crisis global”.
Panorama macroeconómico
Alfonso Prat Gay,
diputado nacional y economista, inició la serie de disertaciones, señalando que
“ya no es tan sencillo hacer proyecciones lineales”. Con relación a la economía
internacional, avizoró para los Estados Unidos un escenario probable de bajo
crecimiento y alto desempleo. Con respecto a Europa, señaló que falta
competitividad y se achican los márgenes, con un escenario de estancamiento y
problemas sociales. “El mundo desarrollado está atado a sus propios problemas,
por ende los Estados Unidos y Europa necesitarán tasas de intereses bajas por
un largo tiempo”, aseguró.
Respecto de la Argentina,
remarcó que, fruto del atraso cambiario, “el modelo necesita aumentos
permanentes del precio de la soja. También indicó que, a partir de las
restricciones comerciales se produjo una baja del 20 por ciento en las
importaciones de bienes de capital. “Este marco de reglas de juego llegó para
quedarse y no favorece al país en absoluto”, opinó. En ese sentido, pronosticó
un estancamiento de la economía real, pero con inflación creciente y elevada
brecha cambiaria, además de tasas de interés nominal en ascenso aunque negativas
en términos reales.
El desafío, de acuerdo
con sus palabras, pasa por transitar los próximos tres años. “No sabemos cuál
será la herencia del 2015 en adelante, pero el Banco Central quedará con fondos
negativos”. Sin embargo, sostuvo que el panorama de mediano plazo es optimista,
pero que requerirá de un diálogo político. Añadido que se debe bajar la
inflación y, con posterioridad, buscar un equilibrio para el tipo de cambio.
La visión empresarial
En el segundo módulo del
Encuentro de ARLOG, Gustavo Figuerola, CEO de Terminales Río de la Plata;
Walter Tojo, director general de Industrias Alimenticias Mendocinas, y Jorge
López, presidente de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos, debatieron
sobre los negocios del sector en la Argentina de hoy.
López precisó que los
socios de la cámara vienen creciendo un 7,6 por ciento con respecto al año
pasado, por encima de la evolución del PBI, basado en la persistente alza del
consumo masivo. “La tercerización siempre crece, tanto en momentos de auge como
de crisis”, indicó. Pero destacó que la problemática central pasa porque los
generadores de carga ven reducidos sus márgenes de rentabilidad versus los
costos logísticos.
A continuación subrayó
que las inversiones de los operadores logísticos siguen incrementándose. Al
mismo tiempo, manifestó cierta preocupación por la complejidad en el
acercamiento con la Secretaria de Transporte, debido a los cambios que se
produjeron en los últimos tiempos. López enfatizó que “hay oportunidades, pero
en este país el empresario necesita ser flexible en el manejo de las relaciones
laborales y a la hora de invertir”.
A su turno, Tojo expresó
las economías regionales “están complicadas”, por el tipo de cambio y porque se
trata de actividades con un fuerte componente de mano de obra. Y añadió que “la
logística representa un tercio del margen bruto en nuestro negocio”. En
general, remarcó que las empresas mantienen buenos proyectos para invertir,
aunque siempre “en la medida mejore que el clima de negocios”. Finalmente,
coincidió con López en que la flexibilidad es primordial para adaptarse a estos
tiempos.
Por su parte, Figuerola
señaló que el costo portuario en la cadena logística es del 8 por ciento.
También sostuvo que “las empresas y las cámaras deben perder el miedo de
proponer proyectos al gobierno”. Y finalizó afirmando que ARLOG tiene una gran
oportunidad: presentar desde un lugar profesional e independiente distintas
soluciones, como por ejemplo de infraestructura.
Los casos de éxitos
Luego llegó el turno de
los casos de éxitos seleccionados para la ocasión. El primero, la aplicación de
multimodalismo sustentable en el Mercosur, quedó a cargo de la descripción de
Luciano Guacci, gerente de Logística de Dow Química, y de Marcelo Ormachea,
director de Ingeniería Logística de Celsur Logística. Ambos profesionales
mostraron cómo se pueden realizar mejoras importantes en las operaciones a
partir del trabajo conjunto entre cliente y proveedores.
Los dos ejecutivos
destacaron que esta iniciativa forma parte del rediseño logístico impulsado por
Dow Argentina, junto con Ferrosur Roca, Celsur Logística, Login Transporte
Marítimo, Terminales Río de la Plata y la Administración General de Puertos, a
partir de una inversión conjunta de 15 millones de dólares repartidos entre
Argentina y Brasil. Como consecuencia se logró la reactivación del servicio
ferroviario de cargas que conecta el polo industrial de Bahía Blanca con el
puerto de Buenos Aires.
Esta iniciativa
público-privada permitió un crecimiento del 4 por ciento en el volumen total de
la actividad del puerto porteño, con el ingreso de 20 mil contenedores anuales
adicionales, sin incrementar el tránsito vial y con una reducción de emisiones
de 6 mil toneladas de dióxido de carbono, junto con la creación de 200 nuevos
empleos.
La logística en tiempo de
crisis fue el tópico del segundo caso de éxito presentado en el encuentro. En
la oportunidad, Berta Escudero Pereira se refirió a la experiencia del grupo
español Cortefiel, una compañía textil española con una facturación anual de
1.300 millones de dólares y 1.830 puntos de ventas distribuidos en 66 países, y
a cómo lograron innovar y mejorar el servicio en medio de una recesión.
Entre julio 2010 y marzo
2011, al tiempo que los precios del algodón se disparaban un 173 por ciento, el
grupo consiguió reducir los costos logísticos unitarios un 34 por ciento, y
bajar en un 58 por ciento el plazo desde que una prenda se vende en una tienda
hasta que se repone, mediante la redirección de flujos y la conformación de un
depósito aduanero centralizado, que permitió elevar la productividad y la
capacidad de distribución.
Además, comenzaron a
utilizar una nueva plataforma tecnológica en la nube, para las oficinas de
abastecimiento, de modo tal de acelerar el desarrollo de nuevos productos,
mejorar la integración con los proveedores y el control de su proceso
productivo. También adoptaron nuevos métodos y estrategias de compra para
continuar acortando plazos y reducir costos.
Los disertantes
internacionales
En el siguiente módulo,
Donald Ratliff, director ejecutivo del Instituto Tecnológico de Cadena de
Suministros y Logística de Georgia, Estados Unidos, disertó sobre el impacto de
la infraestructura y la logística en el comercio. Afirmó que la conectividad, un
elemento clave en la logística, que requiere de infraestructura, es mala en
América latina. “Por tierra, la congestión del tráfico provoca retrasos
significativos; por mar, falta transporte marítimo de corta distancia, y por
aire, los servicios están fundamentalmente orientados a los pasajeros y la
capacidad de carga es limitada”.
Por eso, indicó que es
necesario reducir las demoras en el país, mejorar el servicio de camiones hacia
y desde los puertos, facilitar la creación de empresas y transportistas pequeños,
eliminar las barreras al transporte marítimo de corta distancia, y promover la
educación en logística. Por último, agregó que “es fundamental entender que la
logística resulta un tema fundamental para el país”.
A continuación, Bob
Pearson, miembro vitalicio de la Asociación de Profesionales Ingenieros,
Científicos y Gerentes de Australia, y Alejandra Efrón, consultora
internacional y asesora del Ente de Actividades Logísticas de la provincia de
San Luis, debatieron sobre las tendencias en los sistemas de carga de alto
rendimiento. Pearson resaltó la importancia de utilizar tecnología para
incrementar la eficiencia y la seguridad en el transporte carretero de cargas.
También se refirió a los
bitrenes, un camión de alta tecnología que está diseñado para llevar más carga
que uno convencional y es utilizado en países de elevada producción agrícola y
gran extensión territorial, como los Estados Unidos, Australia, Sudáfrica y
Brasil. Tienen una capacidad de carga de 75 toneladas, más del doble de lo que puede
transportar un camión común.
Efrón mencionó que, en
julio pasado, comenzaron a funcionar los bitrenes en San Luis. Se refirió
también a los estándares de desempeño y expresó que hay 15 normas de seguridad
aplicables al vehículo y cuatro a la infraestructura que restringen los
aspectos de la operación.
Responsabilidad social
empresarial
Más tarde, Marcelo Arce,
presidente de ARLOG, Tomás Wagener, presidente de Expotrade, y Rodolfo
Santolaria, presidente de la Fundación para la Formación Profesional del Transporte,
entregaron un cheque por más de 37 mil pesos a la Fundación Banco de Alimentos.
En las últimas exposiciones Expologísti-k y Expo Transporte se donó 1 peso por
cada visitante. El Banco de Alimentos es una fundación sin fines de lucro con
personería jurídica y de derecho privado, que busca ser un puente entre los que
sufren hambre y aquellos que desean colaborar mediante un canal transparente y
eficiente.
La experiencia Dakar
El XXI Encuentro Nacional
de Logística concluyó con la presentación de Marcelo Ginestar, gerente
comercial de Andesmar Carga y líder del proyecto Andesmar Dakar, del 2009 al
2013. En la ocasión, el ejecutivo relató cómo es ofrecer soporte logístico en
condiciones extremas: 13 campamentos, 180 personas, 68 vehículos y 86 mil litros
de gasoil.
Aseveró que la estrategia
de Andesmar consistió en usar el proyecto Dakar para motivar al equipo y
cambiar la cultura de gestión de proyectos. A modo de conclusión afirmó que el
proyecto Dakar mejoró el liderazgo de la empresa, el trabajo en equipo, la
motivación, la confianza personal y la formación. Luego, el piloto Luciano
Gagliardi relató la experiencia de participar en la carrera más exigente del
mundo.
Fuente: Asociación
Argentina de Logística Empresaria