La titular de la Aduana –formalmente dependiente de la AFIP- María Ayerán,
resiste la embestida de Echegaray contra las cerealeras, que provocaron la
paralización del comercio de soja. El sábado venció el plazo fijado para que
las empresas paguen una deuda por evasión impositiva de más de u$s 600
millones. Pero las multinacionales apuestan a "asfixiar" al gobierno
al dejaron sin el cobro de retenciones.
Buenos Aires, Argentina, 22 de octubre del 2012.- En los últimos días se generó una fuerte y dura
interna entre los máximos directivos de la Aduana y el titular de la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray
-formalmente su superior-, por el conflicto que mantiene con las grandes
agroexportadoras a las que acusa de haber defraudado al fisco en más de u$s 600
millones.
La información, que llegó
a la redacción de La Política Online, fue constatada con varias fuentes
oficiales en el marco de un conflicto de índole político, económico y comercial
que fue subiendo de tono la última semana y que aún hoy sigue vigente y tiene
paralizado el comercio del principal bien exportable del país.
Las fuentes consultadas
señalaron que el malestar con Echegaray viene desde la propia Dirección General
de Aduanas que lidera María Ayerán, y desde la Subdirección General de Técnico
Legal Aduanera que encabeza Pedro Roveda.
Al parecer, ambos
funcionarios manifestaron su disconformidad con las trabas que impuso el
titular de la AFIP en las operaciones de carga y descarga de granos en los
puertos para lograr cobrar la deuda por retenciones mal liquidadas, en una
maniobra instrumentada en su momento por las cerealeras que anticiparon la
declaraciones de exportaciones para evitar que les impcate la suba del tributo.
“Ellos saben muy bien que
estas medidas que debieron tomar generan un daño y un costo altísimo para toda
la cadena agroindustrial. Pero están ahí y deben cumplir las órdenes que baja
Echegaray aunque no les guste”, aseguró una de las fuentes consultadas por LPO.
Rebelión en la Aduana
Un dato no menor es que
tanto Ayerán como Roveda son los encargados de absorber todas las quejas que
están llegando por estos días desde las principales terminales portuarias del
país en donde ya se habla de “un caos logístico” por las medidas tomadas.
Pero eso no es todo: a
nivel interno también hubo roces dado que el Subsecretario de Operaciones
Aduaneras del Interior, César Balceda, defiende a rajatabla a Echegaray y ya
habría manifestado a sus dos colegas aduaneros que “si no les gusta se vayan”.
Además, en otros sectores
del Gobierno nacional tampoco ven con buenos ojos la escalada que tomó este
conflicto dado que, si bien este sábado venció el ultimatum que les dio el
titular de la AFIP denominado 20-O -por el 20 de octubre-, Echegaray aún no
logró que las empresas paguen los u$s 600 millones reclamados.
Según pudo saber LPO,
desde el sector exportador siguen con la misma postura de no pagar la deuda
reclamada por la AFIP hasta que –proceso mediante- haya una resolución
definitiva por parte de la Justicia.
Así las cosas, los
exportadores aún siguen retirados del mercado de soja -este lunes solo hubo una
oferta abierta- a la espera de que la Aduana levante las restricciones que
impuso y que llegaron desde la AFIP a modo de presión contra las empresas.
En este sentido, aunque
no trasciendan, en estos días existen negociaciones privadas entre las partes
involucradas para intentar destrabar la situación que está produciendo
millonarias pérdidas económicas por la paralización del comercio internacional.
Sin embargo, si bien el
conflicto lleva ya diez días, el Gobierno aún no siente la falta de divisas.
Según informó Ciara-Cec, la semana pasada se liquidaron divisas por u$s 344
millones, una cifra acorde con la registrada durante las últimas semanas.
En tanto, en lo que va
del presente año 2012 las empresas del sector liquidaron divisas por un monto
total de u$s 19.502 millones (el año pasado se registró la cifra más alta de
los últimos diez años tras alcanzar los u$s 25.133 millones).
Fuente: La Política