Bogotá, Colombia, 22 de octubre del 2012.- Colombia, el primer socio comercial de Costa Rica
en Suramérica, es cerca de 10 veces el país centroamericano en diversos
indicadores (población, exportación directa hacia ese país, Producto Interno
Bruto (PIB), Inversión Extranjera Directa (IED) entrante) y tiene condiciones
especiales y más favorables de producción, según advierten gremios
costarricenses de las industrias alimentaria, plástica, metalmecánica,
metalúrgica, papelera y gráfica.
Por esas razones, una
buena parte de ese país está reacia a firmar un tratado de libre comercio con
Colombia, al que tildan de precipitado y más agresivo que los entablados
recientemente con China o Perú, cuyo texto fue tomado como base para la
negociación en curso.
Aun así, el gobierno
costarricense tiene el firme propósito de lograr un acuerdo para fortalecer las
exportaciones hacia Colombia (en el 2011 sumaron U$48,2 millones frente a
U$455,7 millones de importaciones, según cifras de la Promotora de Comercio
Exterior costarricense) e ingresar a la Alianza del Pacífico, un bloque
comercial con pesos político y económico frente a Asia. Está conformado por
Chile, Perú, México y Colombia, y dentro de sus requisitos está que los países
miembro tengan acuerdos entre sí.
Conforme a la ministra de
Comercio Exterior de Costa Rica, Anabel González, la segunda ronda de
negociación finalizó con 16 capítulos cerrados y restarían seis por negociar en
temas relacionados con medidas sanitarias y fitosanitarias, servicios
financieros, reglas de origen y telecomunicaciones.
Pero lo duro está por
venir: la discusión sobre la apertura de los sectores industrial y agrícola. La
tercera ronda se inicia el lunes en Cali, y los empresarios ticos darán la
pelea ante la ofensiva colombiana.
Semana.com: ¿Hay avance
en la cuota de apertura industrial ofrecida por Costa Rica del 87 por ciento y
la demandada por Colombia del 100 por ciento?
Anabel González: No.
Semana.com: ¿La
desgravación paulatina es una opción para Colombia para mediar entre ese 87 y
100 por ciento?
A.G.: Es una opción. Hay
distintos instrumentos para atender las sensibilidades que puedan presentarse:
plazos más largos de desgravación, combinación de una desgravación que no
inicie en los primeros años sino más adelante, o la exclusión del producto.
Tenemos la mitad de las líneas arancelerarias con arancel cero, lo que reduce
la negociación a unas pocas líneas arancelarias.
Semana.com: En caso de
que Colombia acepte ese 87 por ciento, ¿cuáles productos industriales pagarían
arancel?
A.G.: Es algo que está
todavía en negociación.
Semana.com: Costa Rica
tiene una fuerza laboral educada, bien capacitada y bilingüe, pero cerca del 80
por ciento de las firmas exportadoras son pymes, ¿cómo éstas pueden competir
con empresas colombianas cuya estructura es mucho más robusta?
A.G.: Costa Rica ha
mostrado que compite muy bien en los mercados internacionales. Tenemos 4.315
productos que exportamos a 145 países en el mundo –por definición casi todos
más grandes que Costa Rica–. Ni el tamaño de la empresa ni el tamaño del
mercado es lo que determina el éxito exportador, sino contar con un producto de
buena calidad, a buen precio, que pueda colocarse adecuadamente en los
mercados, y como digo, ahí tenemos una experiencia que habla muy bien del país.
Semana.com: Colombia
demanda bienes y servicios por un monto superior a la capacidad productiva
total de Costa Rica. ¿A qué sectores y con qué productos le quieren dar
prioridad?
A.G.: Hemos identificado
productos de interés en la industria alimentaria, la química-farmacéutica y la
agrícola. Pero no debe verse solo desde la óptica de los productos que podamos
exportar, también desde la inversión, donde hay vínculos muy importantes. Hay
mucha inversión colombiana en Costa Rica y está muy diversificada, pero también,
cosa que no es frecuente para nosotros, hay inversión costarricense en
Colombia.
Semana.com: ¿De qué monto
es esa inversión?
A.G.: La Asociación de
Empresarios Colombianos en Costa Rica dice que hay alrededor de 3.000 millones
de dólares acumulados de inversión colombiana en Costa Rica, en servicios
financieros, agricultura, materiales de construcción, energía, distribución,
supermercados, y hasta en una funeraria. Costa Rica no es un gran inversionista
en el exterior y, sin embargo, un grupo costarricense-centroamericano acaba de
comprar OMA y hay inversión costarricense en tuberías plásticas, desarrollo de
software y en el aeropuerto de Bogotá con Café Britt.
Semana.com: ¿A cuánto
puede ascender la inversión costarricense en Colombia?
A.G.: No tengo datos al
respecto.
Semana.com: ¿Cómo asume
la férrea oposición de buena parte de la industria costarricense a la firma de
un TLC con Colombia?
A.G.: Hemos conducido
muchos procesos de negociación y prácticamente todos con países mucho más
grandes: Estados Unidos, Unión Europea, China, México, Chile, Canadá y Perú. Es
natural que se presenten preocupaciones, es parte de la dinámica y hemos hecho
una amplia consulta para conocer intereses, necesidades y sensibilidades.
Semana.com: ¿Es posible
que la presión gremial frene la firma de un acuerdo?
A.G.: Hemos negociado12
tratados de libre comercio y todos los hemos podido concluir
satisfactoriamente. Yo esperaría que aquí podamos encontrar un balance para
poderlo concluir.
Semana.com: ¿Es este TLC
más agresivo que el firmado con China?
A.G.: No, la negociación
de los TLC con Estados Unidos, la Unión Europea y China fue más difícil que
ésta.
Semana.com: Muchos
industriales sostienen que las condiciones de Colombia versus las de Costa Rica
en logística, costos de transporte, combustibles, electricidad y fuerza
laboral, entre otras, son mucho más favorables en Colombia que en Costa Rica...
A.G.: El comparar costos
unitarios de producción es algo que no tiene ni pies ni cabeza en el mundo de
los negocios porque no es la información que determina la ventaja de un país en
la exportación de un producto; si así fuera, Haití sería el país más competitivo
de este continente porque no hay un lugar donde la mano de obra sea más barata.
No se trata de comparar costos unitarios sino de ver la productividad y esa se
mide a nivel de cada empresa. Si lo vemos a nivel de países, distintos estudios
ubican a Costa Rica en un lugar más elevado que Colombia en términos de
productividad, lo mismo que en el índice de competitividad global del Foro
Económico Mundial.
Semana.com: ¿Cuánto
demoraría la discusión y aprobación en la Asamblea Legislativa y en qué momento
podría entrar en vigencia?
A.G.: Si concluimos la
negociación a fines de este año, la firma de los presidentes se podría dar en
el primer trimestre del año entrante y probablemente sería para inicios del
2014 la entrada en vigor.
Semana.com: Tras ese primer
año de vigencia, ¿cuánto espera Costa Rica incrementar sus exportaciones hacia
Colombia para hacer menos inequitativa la actual balanza?
A.G.: No hay que
preocuparse por ese tema porque un tercio de lo que importamos de Colombia son
combustibles, y eso va a seguir siendo así porque no tenemos petróleo. Y
después, lo que importamos son materias primas –textiles, calzado y cosméticos–
pues me parece muy bien para los consumidores costarricenses. La preocupación
no es que la balanza bilateral sea igual sino cómo está en general su balanza
de pagos como un todo, y la balanza de pagos de Costa Rica está muy bien.
Fuente: Semana.com