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viernes, 26 de octubre de 2012

"Sector Oleaginoso: Aporte Agroalimentario para Bolivia y el Mundo"



La Paz, Bolivia, 25 de octubre del 2012.- El IBCE tiene el agrado de presentar la edición N° 207 del Periódico "Comercio Exterior", que titula "Sector Oleaginoso: Aporte Agroalimentario para Bolivia y el Mundo", correspondiente al mes de Octubre del presente año.

Acerca del contenido de esta publicación
Dada la importancia que ha adquirido un tema tan representativo en el ámbito productivo del país, como es el del sector oleaginoso boliviano, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), como coeditores de la presente edición, tienen el agrado de presentar la tercera versión sobre esta temática para dar a conocer el aporte de la cadena productiva de la soya, como impulsor de los cultivos de rotación a favor de la soberanía alimentaria del país, generando exportaciones con valor agregado y empleos para los bolivianos.
Crecimiento Agroproductivo
En el ámbito social, el crecimiento agroproductivo de las oleaginosas ha permitido generar decenas de miles de empleos, beneficiando a más de 300 mil personas, considerando proveedores de insumos, semilleras, transportistas, exportadores, financiadores, industrias, centros de investigación, banca, y otros; y, a su vez, está garantizando la "soberanía alimentaria" para el país...
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Texto
Dada la importancia que ha adquirido un tema tan representativo en el ámbito productivo del país, como es el del sector oleaginoso boliviano, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), como coeditores de la presente edición, tienen el agrado de presentar la tercera versión sobre esta temática para dar a conocer el aporte de la cadena productiva de la soya, como impulsor de los cultivos de rotación a favor de la soberanía alimentaria del país, generando exportaciones con valor agregado y empleos para los bolivianos.
El estudio “Bolivia: Desarrollo del Sector Oleaginoso 1990- 2011” del Dr. Hernán Zeballos Hurtado, autor de numerosas obras sobre economía agrícola y política ambiental, y Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas, presenta datos actualizados del sector oleaginoso boliviano, con información estadística y un análisis pormenorizado de su desarrollo.
En las últimas tres décadas, el sector oleaginoso se ha convertido en el principal rubro de las Exportaciones No Tradicionales para Bolivia, generando para el país más de 7.000 millones de dólares, entre 1980 y 2011. La gestión pasada, la superficie sembrada de soya y girasol fue de 1.031.900 hectáreas, el 41% del total nacional y el 63% del Departamento de Santa Cruz, lo cual denota la importancia productiva del sector como fuente generadora de alimento y empleo para los bolivianos.
En el ámbito social, el crecimiento agroproductivo de las oleaginosas ha permitido generar decenas de miles de empleos, beneficiando a más de 300 mil personas, considerando proveedores de insumos, semilleras, transportistas, exportadores, financiadores, industrias, centros de investigación, banca, y otros; y, a su vez, está garantizando la “soberanía alimentaria” para el país con productos de valor agregado (tortas, aceites, harinas), ya que motiva y empuja a que no solo se siembre soya, sino también girasol, maíz, sorgo, arroz y trigo, siendo que estos productos son los principales cultivos de rotación con la soya.
Adicionalmente a esto, el valor de la soya en la cadena agroalimentaria de Bolivia es muy importante porque representa no solo la producción de dicha oleaginosa que va destinada para ser transformada en aceite, sino también en harina vegetal que es la que permite alimentar al sector avícola, sector lechero, al sector porcinocultor, y que luego es transformada en carne y alimento para la humanidad.
A nivel mundial hay una creciente demanda de oleaginosas, principalmente por el aumento de consumo de China e India, lo cual genera una oportunidad inmejorable para que el país pueda incrementar su producción con miras su exportación.
Actualmente, las ventas externas de oleaginosas se realizan en más de un 90% a Venezuela y los mercados andinos de Colombia, Perú y Ecuador.
Para poder aprovechar un amplio mercado global que demanda oleaginosas, es necesario trabajar, primero, a nivel local implementando políticas públicas claras, que solucionen en definitiva problemas como la seguridad jurídica para la tierra productiva; acceso a mercados externos; y acceso al uso de semillas genéticamente modificada. La soya transgénica significó un 92% del total de la producción, en 2011 y, algo muy importante: Pequeños, medianos y grandes productores la usaron por sus ventajas técnicas, económicas y ambientales.
Otro punto importante, es la eliminación de las restricciones a las exportaciones de la soya, girasol y sus derivados, lo cual genera un perjuicio al proceso productivo. De mantenerse la restricción a las ventas externas de oleaginosas, puede repetirse el colapso de los silos -como ocurrió hace tres años atrás-, por la necesidad de almacenamiento de granos de maíz, girasol, sorgo, trigo y soya, a ser cosechados en breve, lo que podría provocar pérdidas incalculables que, finalmente, terminan desmotivando al productor en desmedro, una vez más, de la tan anhelada “soberanía alimentaria” y la mejora económica de los agricultores, principalmente de los más pequeños.
Fuente: IBCE
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