Atenas, Grecia, 30 de octubre del 2012.- El primer ministro griego anunció este martes un acuerdo con los
acreedores internacionales (UE, FMI y BCE) sobre las nuevas medidas de
austeridad exigidas para garantizar la permanencia de Grecia en la zona euro.
"Hoy concluimos la
negociación sobre las medidas (de rigor) y el presupuesto (2013)", dijo el
conservador Antonis Samaras en un comunicado.
"Hemos hecho todo lo
que hemos podido (...) y hemos logrado mejoras importantes en el último
momento. Si se aprueba este acuerdo y se vota el presupuesto, Grecia
permanecerá en la zona euro y saldrá de la crisis", dijo Samaras.
El Gobierno griego
tripartito se vio obligado a adoptar un nuevo paquete de ajuste de 13.500
millones de euros para recibir 31.500 millones de euros, correspondientes al
próximo tramo del rescate financiero acordado con la Unión Europea y el Fondo
Monetario Internacional.
Los ministros de Finanzas
de la zona euro se reunirán el 12 de noviembre para examinar el detalle de las
medidas, aunque tal vez mantendrán una primera reunión sobre este asunto el 8
de noviembre. Horas antes del anuncio de Samaras, los titulares alemán y
francés, Wolfgang Schäuble y Pierre Moscovici, manifestaron en Berlín su deseo
de una "solución completa" en noviembre y su determinación de
mantener a Grecia en el euro.
Mientras tanto, el tiempo
apremia, ya que para cumplir con sus compromisos Grecia debe obtener antes del
16 de noviembre el tramo de 31.500 millones de euros, cuyo pago está pendiente
desde junio, cuando se empezaron a negociar las nuevas medidas de austeridad.
Esas medidas van a poner a prueba la cohesión del gabinete tripartito que
gobierna Grecia, puesto que deben ser aprobadas en el Parlamento.
El primer examen será el
miércoles, cuando se prevé la votación en el Parlamento de una ley sobre las
privatizaciones, que prevé la reducción de la participación estatal en las empresas
públicas privatizables. Sobre el papel, el Gobierno de coalición posee una
cómoda mayoría de 176 diputados, de un total de 300.
El pequeño partido
Izquierda Democrática (DIMAR), el tercero de la coalición de gobierno, declaró
de inmediato que "no está de acuerdo con la conclusión de las
negociaciones", y reiteró su oposición a las medidas de rigor que
conciernen la flexibilización del mercado laboral, en un país con un 25% de
desempleo.
No obstante, con sus 16
diputados, DIMAR no amenaza la adopción del nuevo paquete de ajuste, ya que los
otros dos partidos de la coalición, el conservador Nueva Democracia y el
socialista PASOK, tienen juntos 160 escaños.
Para Samaras, "el
problema no es tal o cual medida, sino lo contrario, lo que podría suceder si el
acuerdo no es votado, y si el país se dirigiera hacia el caos", lo que
sería "una evolución dolorosa para el conjunto del pueblo griego tanto a
nivel económico como político".
El peligro de que el país
no apruebe esas medidas y por tanto no reciba la ayuda exterior y quiebre y
salga del euro "debe descartarse", según el primer ministro.
"Esto depende de la responsabilidad de todos los partidos y de cada
diputado en particular", remachó Antonis Samaras.
Fuente: AFP