Desafío. El
plan consiste en erradicar la pobreza y desarrollar las zonas, dice el ministro
Quintana.
La Paz,
Bolivia, 20 de octubre del 2012.- Es una tarea
difícil que demandará 50 años, reconoció el ministro Juan Ramón Quintana. Sin
embargo, dijo que en el marco de la edificación de Estado en las regiones, el
Gobierno se planteó el desafío de “construir ciudadanía” en los territorios
indígenas.
Para la autoridad, cumplir con este desafío
demandará mucho tiempo, por eso debe ser aplicado junto a la Agenda Patriótica
que planteó el presidente Evo Morales hasta 2025. Este plan consiste en la
erradicación de la pobreza, seguridad alimentaria, industrialización de
recursos naturales, acceso a servicios básicos y provisión de tecnología.
“Cualquiera de estos escenarios pasa por
resolver el déficit de estatalidad en los territorios indígenas, éste es uno de
los mayores desafíos que tendremos en los próximos 50 años, porque es un
déficit de la colonialidad y la república y también es un gran desafío en la
construcción del Estado Plurinacional”, destacó la noche del jueves Quintana,
en el seminario
“Bolivia en la era de la globalización. Un
análisis geopolítico de Bolivia partiendo del ejemplo de los recursos
naturales”, evento desarrollado en el marco de la Universidad de Todos los
Saberes, proyecto de la Embajada de Francia en La Paz.
Hoy es difícil ejecutar el “proyecto de
estatalidad” (de construir Estado), porque no existen las condiciones
necesarias, admitió la autoridad. “La estatalidad territorial en territorios
indígenas implica una transformación de esta lógica estatal, que se acostumbró
a construir ciudadanía en los núcleos urbanos y en las periferias; hoy el gran
desafío es construir ciudadanía, construir universalidad cívica-ciudadana en
los territorios indígenas; éste será uno de los mayores desafíos del Estado”,
disertó Quintana en instalaciones del colegio Franco Boliviano.
La idea no fue bien recibida por dirigentes
indígenas de tierras bajas. Emilio Noza afirmó que el proyecto estatal tiene la
intención de revertir las Tierras Comunitarias de Origen (TCO).“Nuestros
pueblos siempre vivieron sin plata; lo que el Gobierno quiere es revertir las
TCO para colonos, como los cocaleros y otros sectores”, reprochó Noza.
Según el sacerdote jesuita y antropólogo
Xavier Albó, en Bolivia existen 203 TCO. Explicó que 60 se encuentran en
tierras bajas, siendo las de mayor extensión. El resto, 143, están en tierras
altas. El especialista acotó que en este grupo los ayllus son considerados como
territorios indígenas.
Quintana afirmó que la construcción de
Estado en tierras comunitarias se enfrenta a dos visiones: el pachamamismo
(ecologismo a ultranza) y el desarrollismo (crecimiento económico a ultranza).
“Es imposible convivir entre ambos, pero tendremos que coexistir entre estos
dos mundos”.
En este aspecto puso como ejemplo la
problemática del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
Indicó que el Estado debe sentar presencia en las comunidades de la reserva con
el objetivo de trasladar desarrollo a esas regiones.
“El desafío de resolver la dimensión
compleja de territorio y población indígena, fundamentalmente en tierras bajas,
plantea el problema del impacto global; de algún modo tenemos que reconfigurar
el Estado Plurinacional para atender estos déficits”, dijo. “Existen asimetrías
entre las comunidades indígenas frente al resto del país” (son más pobres).
Quintana planteó que la construcción de Estado debe ser local, departamental y
nacional.
Debate sobre la globalización en Bolivia
Los recursos naturales son una herramienta
clave para entender el peso de la globalización en Bolivia, manifestó la
antropóloga francesa Leticia Perrier Bruslé, quien expuso el tema sobre los
enfrentamientos que vivió el país para defender el agua, el gas y el medio
ambiente como modelo para contrarrestar el impacto global.
“En la globalización contemporánea existe
una tensión acumulada entre lo económico y lo político (…) Bolivia está
intentando reponer un Estado frente a los efectos de la globalización”,
consideró Perrier Bruslé en el seminario “Bolivia en la era de la
globalización. Un análisis geopolítico de Bolivia partiendo del ejemplo de los
recursos naturales”. El foro, que contó con la presencia del ministro de la
Presidencia, Juan Ramón Quintana, fue organizado en el marco de la denominada
Universidad de Todos los Saberes, un proyecto que impulsa la Embajada de
Francia en La Paz.
La especialista francesa destacó que
Bolivia comparte con la región dos metas: el desarrollo económico y una mejor
repartición de la riqueza. “Bolivia está en una buena ubicación de los países
que cuidan el medio ambiente en el mundo”, dijo. Para entender el proceso de globalización en
Bolivia, Perrier Bruslé enumeró los conflictos sociales que vivió Bolivia en
defensa de sus recursos naturales.
Resaltó, por ejemplo, que con la denominada
“guerra del gas” en 2003, la población boliviana se resistió a la
implementación del modelo global, lo que luego se reflejó en protestas contra
el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). “Bolivia no protestaba por un sentimiento
nacionalista de evitar exportar gas por Chile, protestó en contra del modelo de
globalización”, comentó Perrier Bruslé.
‘Los indígenas pueden irse a otros lados’ –
Xavier Albó
Estoy de acuerdo en que no debe estar
reñido el tener un buen mantenimiento de la Madre Tierra y dentro de eso tener
algunos aspectos de integración y de desarrollo en las comunidades indígenas.
Pero esto con una condición, que no sea al costo de los que son ocupantes ahora
de las Tierras Comunitarias de Origen (TCO), porque se introduciría todo el
mundo allá, puedan desparecer porque estarían obligados a migrar a otros lados.
Lo que está pasando en el Territorio
Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) no es un buen antecedente, en
este lugar (es problemático) implementar una carretera justo por el medio del
parque. Es decir, el desarrollo implica transformación, pero no implica hacer
desaparecer a los comunarios indígenas. Se dice que este proceso será en 50
años, habrá que ver, las TCO son diferentes en todo el país, no son iguales y
llegan a ser 203 tierras comunitarias.
Fuente: eju