Beijing - Hong
Kong, 9 de octubre del 2012.- Dos firmas chinas de
telecomunicaciones acusadas por una comisión del Congreso estadounidense de ser
un potencial riesgo para la seguridad nacional podrían enfrentar nuevos
controles en otros mercados, mientras que las empresas norteamericanas con
operaciones en China podrían quedar expuestas a represalias.
La Comisión de Inteligencia de la Cámara de
Representantes advirtió el lunes que China podría usar equipos fabricados por
Huawei Technologies y ZTE -el segundo y el quinto mayor fabricante de routers y
equipos de telecomunicaciones a nivel global- para realizar ciberespionaje a
través de un software incorporado en equipos de fabricación china.
En un informe de 52 páginas, la comisión
señaló que "los servicios militares y de la inteligencia china,
reconociendo la superioridad tecnológica del ejército estadounidense, están buscando
activamente ventajas asimétricas que podrían ser explotadas en cualquier futuro
conflicto con Estados Unidos".
El martes, el oficial Diario del Pueblo de
China acusó a la comisión de actuar "presumiendo culpabilidad" contra
Huawei y ZTE. "Este imprudente paso político (...) impedirá el desarrollo
saludable de la cooperación comercial china-estadounidense", sostuvo un
editorial del diario, que generalmente refleja el pensamiento oficial.
El editorial agregó que la comisión
"no había producido ni un ápice" de evidencia para respaldar su
acusación de que los productos de Huawei y ZTE eran usados para realizar
espionaje en Estados Unidos.
"Este informe, que desdeña los hechos
y está lleno de prejuicios, es una expansión viciosa del proteccionismo
comercial", sostuvo el diario.
La nueva disputa se produce en un momento
sensible para las relaciones entre China y Estados Unidos, antes de las
elecciones en Washington y del cambio de liderazgo en Pekín.
Las tensiones han escalado tras una serie
de medidas comerciales tomadas por el presidente Barack Obama, como el bloqueo
de una firma privada china para construir turbinas eólicas cerca de un complejo
militar de Estados Unidos.
Su rival republicano, Mitt Romney, dice que
de ser elegido calificará a China como un manipulador cambiario.
Ed Snyder, analista de Charter Equity
Research en San Francisco, dijo que el informe de la comisión podría generar
represalias contra las compañías estadounidenses que venden productos en China
en la industria de las telecomunicaciones y en otros sectores.
Snyder mencionó a Cisco Systems Inc, Google
Inc, Qualcomm Inc, Apple Inc como ejemplos y señaló que también podrían verse
afectadas otras compañías estadounidenses por fuera del sector tecnológico.
En cambio, Sun Lin, un consultor independiente
de Pekín, desestimó el riesgo de que se tomen represalias contra empresas
estadounidenses de alta tecnología, como Cisco.
"Tenemos que recordar que sobre un
nivel tecnológico, China no es un igual. Los clientes chinos quieren productos
de buena calidad. En algunos sectores, estos solo pueden venir de Estados
Unidos, Europa o Japón. Si uno cierra esa fuente completamente, al final
perderá", afirmó.
Al mismo tiempo, pocos sentían que China
tendría argumentos para recurrir a la Organización Mundial del Comercio.
"Es un problema político, no comercial", dijo Tu Xinquan, un experto
en temas de la OMC de la University of International Business and Economics en
Pekín.
Huawei y ZTE, ambas con sede en el sur de
China, negaron las acusaciones del informe.
En Hong Kong, las acciones de ZTE cayeron
hasta un 8 por ciento el martes tras bajar otro 6 por ciento el lunes.
Luke Coleman, encargado de relaciones con
la prensa para Huawei Australia, dijo que el gobierno chino no estaba
involucrado en la empresa y que el informe no debería tener impacto en sus
operaciones en Australia, donde provee equipos de telecomunicaciones y
dispositivos portátiles, además de construir redes para operadores móviles como
Optus y Vodafone.
Huawei, que ha sido impedida de participar en
contratos para construir la red de banda ancha nacional del gobierno
australiano, tuvo ingresos el año pasado por 229 millones de dólares
australianos (234 millones de dólares estadounidenses). "No hay nada
nuevo, desde nuestra perspectiva este es un tema comercial disfrazado de un
asunto de seguridad", dijo Coleman.
Un alto funcionario de la industria de
telecomunicaciones de India -donde Huawei tuvo ventas por cerca de 1.200
millones de dólares sin contar dispositivos portátiles- dijo que si bien el Gobierno
está siguiendo de cerca la situación, las empresas seguirían comprando equipos
chinos, especialmente por el precio.
Fuente: Reuters