Madrid, España, 24 de octubre del 2012.- España parece haber aceptado que no habrá recapitalización directa de
Europa a sus bancos, al menos de momento, por lo que prefiere asumir un aumento
de su deuda pública antes que dejar el control del sector en manos de sus
socios europeos, según los expertos.
El Gobierno obtuvo en
junio una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para sanear sus
bancos, algunos de los cuales tuvieron que ser intervenidos para escapar a la
quiebra, como Bankia.
Pero desde entonces, no
ha recibido un solo euro, pese a que la primera transferencia estaba prevista
para este verano. Y entre bastidores, las negociaciones continúan, asegura una
fuente diplomática europea.
La Unión Europea,
preocupada por limitar la factura del contribuyente europeo, intenta hacer
pagar lo más posible a los bancos españoles y a sus accionistas para reducir al
máximo la ayuda necesaria, explica el economista Edward Hugh.
El Gobierno se resiste,
intentando ayudar a los bancos a reembolsar las "participaciones
preferentes", títulos de alto riesgo vendidos a cientos de miles de
pequeños ahorradores, entre ellos muchos jubilados que hoy se ven al borde de
la ruina.
Existe también un
conflicto sobre el precio de los activos tóxicos que serán transferidos al
'banco malo', bautizado como Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la
Reestructuración Bancaria (SAREB), que Bruselas quiere reducir al máximo para
atraer a los inversores privados con la promesa de beneficios tras la reventa,
según Hugh.
Como resultado, el
Gobierno, decidido a mantener el poder de decisión, cambió de discurso, tras
haber insistido públicamente en la necesidad de una recapitalización directa
europea.
La recapitalización
"no es algo que urja especialmente a España", aseguró el viernes el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Bruselas.
Su equipo no cesa de repetir
que los 40.000 millones de euros necesarios "solo" representan el 4%
del PIB, una carga que la cuarta economía de la eurozona "puede
asumir".
Lo que podría ser
interpretado como una respuesta a la canciller alemana, Angela Merkel, que se
prepara para elecciones en 2013 en un país reticente a continuar pagando por
sus vecinos en dificultades. Merkel rechazó el viernes toda ayuda europea
directa a los bancos por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
Sin embargo, existe ahora
el riesgo de que las necesidades de ayuda a los bancos superen los 40.000
millones de euros que el Gobierno se dispone a pedir a sus socios de la
eurozona, lo que agravaría aún más la deuda pública del país.
El Gobierno ya previó, en
sus presupuestos para 2013, 30.000 millones de euros para los bancos, lo que
propulsaría la deuda al 90,5% del PIB. Esta ascendería al 91,5% con 40.000
millones.
"El problema es que
los bancos españoles corren el riesgo de necesitar mucho más", considera
la fuente diplomática europea.
"Por el momento, se
habla de 40.000 millones pero, en algún momento será ciertamente más",
afirma también Hugh, que como otros, cree que será necesario un rescate global
de España.
La agencia de
calificación financiera Moody's estimó, por su parte, las necesidades de los bancos
españoles en entre 70.000 y 105.000 millones de euros.
Según los analistas, la
recesión en 2012 y 2013 debería ser más fuerte de lo previsto por el Gobierno,
lo que aumentaría aún más los créditos dudosos que pesan sobre los pasivos de
los bancos, principalmente créditos inmobiliarios susceptibles de no ser
devueltos tras haber alcanzado en agosto un nuevo récord de 178.500 millones de
euros.
El Gobierno se resiste a
pedir un rescate global, apoyándose en la bajada de sus intereses de
financiación propiciada por la promesa del Banco Central Europeo (BCE) de
comprar deuda española en cuanto el país haga una solicitud de ayuda.
"De momento, el
mercado de deuda se mantiene tranquilo, pero en el momento en el que los
inversores comiencen a dudar también del interés de Alemania en facilitar una
nueva ayuda a España para que este país pueda activar el programa de compra de
deuda del BCE, las primas de riesgo de España e Italia van a volver a
subir", advierten en una nota los expertos de Link Análisis.
"Hay un pulso entre
Rajoy y Alemania", explica la fuente europea. "Rajoy dice a Europa:
'si no me ayudáis, de todos modos, os hundís conmigo'", asegura.
Fuente: AFP