Nuevo proyecto
Dr. Gustavo Rodríguez
Tabó | Montevideo
@| "Sin duda alguna,
el envío al Parlamento del mensaje y proyecto de ley sobre la reforma del
Código Aduanero, significa un paso más en el proceso de unificación y
armonización de las legislaciones de los 4 o 5 países integrantes del Mercosur.
Este nuevo proyecto se
presenta conjuntamente con el mensaje sobre aprobación de la decisión 27/10
enviado el 16 de agosto a la Asamblea General que contiene el CAM, conocido
como el Código Aduanero del Mercosur.
Este nuevo Código
Aduanero en estudio, implica cambios importantes en varias áreas que tocan
aspectos estratégicos, como lo son los puertos y aeropuertos libres, las zonas
francas, el tránsito, y las potestades de la Dirección de Aduanas.
Sinceramente, no puedo
afirmar que esta nueva normativa signifique una mejora en la gestión de la
administración aduanera; sí tenemos claro, que desaparecen muchas franquicias
hoy existentes y que se aumenta concomitantemente los poderes de la
administración aduanera quedando ésta fuera del control jurisdiccional previo y
con el resto de los organismos del Estado subordinados a ella, de dudosa
constitucionalidad por cierto.
Algo es claro, está hecho
a la medida del Código Aduanero del Mercosur. Y como está hecho a la medida de
éste, nos ofrece los mismos reparos que oportunamente hicimos cuando fuera
aprobado a nivel del Consejo Mercado Común.
Enumeremos los mismos
nuevamente: 1. Supresión de los exclaves aduaneros. A partir de la aprobación
dejan de existir las Zonas Francas. Lo que quede podrá llamarse igual o no pero
las zonas francas que hoy conocemos dejarán de existir. Esos espacios estarán
en la zona primaria de vigilancia aduanera o sea la zona donde mayor injerencia
se le da en el código a la administración.
2. Las potestades
exorbitantes que se dan a la administración aduanera. Nunca se ha visto en
nuestra legislación, tal desborde. La administración aduanera tendrá libertad
de acción sin control judicial previo. De ahí en más, se podrá imaginar el
lector lo que podrá venir.
Ahora, todo este cambio
no menor, ¿en qué nos beneficia? ¿Es necesario, es oportuno? Estimamos sin
temor a equivocarnos que este es el peor momento del acuerdo de integración
como para profundizar cambios por parte de Uruguay en temas tan sensibles. Que
hay que modernizar y unificar las diferentes legislaciones aduaneras que
existen, estamos de acuerdo. ¿Pero es necesario avenirnos a un Código que ha
sido aprobado entre gallos y medias noches, pensado para otra legislación?
Recordemos la forma en que se votó por él.
¿No sería mejor realizar
una puesta a punto de nuestra legislación, para que la misma pueda servir de
modelo para el resto de los países y no que tengamos nosotros que ir a aprobar
proyectos de dudosa legalidad conceptual, ajenos a nuestra tradiciones y a
nuestra realidad constitucional? ¿Es necesario, con el comportamiento poco
amable principalmente de Argentina y la indiferencia de Brasil, aprobar esta
norma renunciando a nuestro derecho soberano de establecer la legislación
apropiada a nuestros intereses? ¿Vale la pena sacrificar instituciones de
comercio exterior? ¿Qué hay a cambio, quién gana con esto? ¿Esta será una norma
para y por el pueblo?"
Fuente: El País