Naciones Unidas, 25 de septiembre del 2012.-
Los países latinoamericanos hicieron hoy un frente común en Naciones Unidas
para alzar su voz contra las medidas de austeridad como receta para afrontar
los efectos de la crisis y denunciar el impacto de esas medidas en el mundo
emergente.
"La
historia ha revelado que la austeridad, cuando es exagerada y está aislada del
crecimiento, es contraproducente", afirmó hoy la presidenta brasileña,
Dilma Rousseff, en la inauguración de las intervenciones de mandatarios
internacionales en la apertura de los debates de la 67 sesión de la Asamblea
General de Naciones Unidas.
Rousseff
aprovechó su intervención para arremeter contra las políticas fiscales
"ortodoxas", a las que responsabilizó de empeorar la recesión en las
economías desarrolladas, y denunció su impacto en el mundo emergente, mensaje
que compartieron también la presidenta argentina, Cristina Fernández, y el
dominicano, Danilo Medina.
La
presidenta brasileña, que puso de ejemplo la buena marcha económica de su país,
del que destacó que ha sido capaz de mantener "altas tasas de empleo"
mientras reduce las desigualdades sociales y amplía "los ingresos de los
trabajadores", abogó por construir un pacto completo a favor del reinicio
del crecimiento económico mundial.
Fernández
también lanzó sus dardos contra las medidas de austeridad en un encendido
discurso interrumpido en ocasiones por los asistentes, en el que llevó hasta el
pleno de la Asamblea General las protesta de los "indignados" en
España y la "represión" por parte de la policía en las calles de
Madrid.
"No
venimos a dar lecciones, solo a contar la experiencia de un país que vivió una
situación similar a la que están viviendo ahora otros países del mundo
desarrollado", dijo antes de destacar que su país ha reestructurado el 94
% de su deuda y paga "rigurosamente" sus vencimientos desde 2005.
En
la diana de la presidenta argentina estuvo también el Fondo Monetario
Internacional (FMI), organismo al que criticó por seguir imponiendo a los
países recetas basadas en los ajustes y en la austeridad, algo que consideró
"absolutamente absurdo" porque han demostrado, según dijo, estar en
el origen de la crisis.
Fernández
recordó que Argentina sufrió las políticas neoliberales impuestas por los
organismos internacionales que terminaron en la crisis institucional de 2001,
un país cuya deuda llegó a ser del 160 % del producto interior bruto (PIB) por
culpa, dijo, de un "ajuste feroz" que ahora aplican países como
España, Grecia y Portugal.
Las
voces contra la austeridad también vinieron de la mano del presidente
dominicano, Danilo Media, quien durante su intervención defendió
"convertir las políticas anticíclicas de inversión social en la palanca
para reanimar las economías", a diferencia de modelos basados en la
austeridad que reducen la protección social.
"La
economía debe estar al servicio de las personas, no al revés", dijo
Medina, quien tras advertir que "no basta el crecimiento" para
reducir las desigualdades sociales, abogó por una nueva manera de medir el
desarrollo para que los países que necesitan ayuda no se queden sin
cooperación.
El
nuevo mandatario dominicano dijo que se trata de "trabajar juntos para
superar la exclusión en vez de mantener de manera indefinida la pobreza" y
apostó por reorientar los patrones de inversión y políticas públicas para
promover la equidad y la inclusión social de los grupos más vulnerables.
El
presidente salvadoreño, Mauricio Funes, denunció también en su turno la falta
de control de los flujos financieros que provocan "recurrentes
crisis" que pagan "siempre los pueblos y nunca los
responsables", así como una distribución "injusta" de bienes y
riquezas y la agresión "constante" al medio ambiente.
Fuente:
EFE