Embajador mexicano en Uruguay
Montevideo, Uruguay, 30 de septiembre del 2012.- El economista Luiselli, Embajador de México,
habla sobre el desarrollo en su país y las consecuencias que trajo la firma de
un tratado de libre comercio. "La firma del tratado, el NAFTA, provocó
diversos efectos positivos. Indujo a la modernización industrial, los empleos
se hicieron más productivos y ha contribuido a la mejora de la competitividad.
Nuestro volumen de comercio es mayor que todo el Mercosur y el 80% de nuestras
exportaciones es de productos manufacturados. Antes los productos primarios
eran el 80% de las exportaciones, hoy ese guarismo es el de las manufacturas, a
diferencia de los años 80.
Si de México se habla por
aquí, es difícil escapar de ciertos estereotipos que contribuyen a estrechar la
visión que de ese país se suele tener por estas latitudes. La primera y más
llamativa, es la que tiene que ver con el flagelo del narcotráfico y la
violencia que genera.
La segunda, es muy
diferente. Se da especialmente en nuestro país y ha ido calando a través de los
comentarios de quienes están o han estado en el gobierno y de muchos de sus
simpatizantes. Los mismos que se opusieron hasta frenarlo, al posible Tratado
de Libre Comercio entre Uruguay y Estados Unidos y que tras la crisis desatada
en esa nación en el 2008, se les ha oído repetir, que "menos mal que no
nos pasó como a México, gracias a que no se firmó un acuerdo semejante".
Sin embargo, se trata de
una imagen falseada. Respecto de esto, qué efecto le causó el NAFTA y cómo se
encuentra México hoy, cuando se cumplen 202 años de su independencia, hablamos
con el Economista Cassio Luiselli, su Embajador en nuestro país desde hace
varios años.
- ¿Tener un TLC con
Estados Unidos, ha sido bueno o malo para México, máxime con la crisis que se
produjo en dicho país?
- La crisis afecta con o
sin NAFTA. Pero lo cierto es que llevamos 16 años espectaculares. Actualmente
somos el 10° exportador del mundo. Tenemos un comercio de 700.000 millones de
dólares. Somos los más grandes, con mucho, de América Latina. Nuestro volumen
de comercio es mayor que todo el Mercosur y el 80% de nuestras exportaciones es
de productos manufacturados.
La firma del tratado, el
NAFTA, provocó diversos efectos positivos. Indujo a la modernización
industrial, los empleos se hicieron más productivos y ha contribuido a la
mejora de la competitividad. Como en toda apertura, hay ganadores y perdedores
y para compensar de alguna forma a estos últimos, se implementaron políticas de
compensaciones a causa de las asimetrías, para que no quedaran golpeados los
más pobres. Sobre todo en el sector agrícola. Se establecieron subsidios a la
producción de maíz pero igual tienen que competir. En granos perdimos, salvo en
el maíz blanco.
A partir del Tratado se
dio un gran brinco en las exportaciones a Estados Unidos, provocó grandes
cambios y fue un ajuste costoso en el agro. Hubo una reconversión en diversos
sentidos, por ejemplo, con la exigencia de leyes sociales, pero a pesar de esos
problemas, en la actualidad exportamos por valor de 20.000 millones de dólares
de producción agraria. Somos buenos productores de hortalizas, de frutas y
también en la agroindustria, los procesados. Comerciamos con Canadá, con
Estados Unidos, Japón. Mientras ellos nos venden granos, nosotros hortalizas.
En primer lugar el aguacate,( nos costó 90 años) limones, tomates, ajos,
cebollas. A la vez, producimos más carne que Argentina. Si bien antes los
productos primarios eran el 80% de las exportaciones, hoy ese guarismo es el de
las manufacturas, a diferencia de los años 80 cuando México exportaba sobre
todo petróleo, gas y derivados que en el presente significan un 10%. De todas
maneras producimos más hidrocarburos que Venezuela y mucho más que Brasil.
Sacamos 3 millones de barriles diarios, de nuestros campos de petróleo off
shore en el golfo de México, y en la zona de Campeche. Algunos pozos ya estaban
maduros pero con las nuevas técnicas se recuperaron. En "shale" gas
tenemos las terceras reservas del mundo junto a la frontera con Estados Unidos,
país donde ya se produce y que ha desarrollado moderna tecnología. México
también lo está haciendo y desde el 2019 ya no tendrá que importar.
- ¿ En qué situación se
encuentra Pemex?
- Es una empresa estatal
de acuerdo a la Constitución pero está en problemas. Habría que ir a una
situación mixta, estilo Petrobras, que le permitiera levantar capital. El
Candidato Peña Nieto lo tiene en su plataforma, pero tendrá que negociar con el
PRD de López Obrador, al no tener mayoría. El PAN se supone que apoya.
- ¿Qué papel juegan las
maquiladoras en este proceso, cuánta es la economía informal y en cuánto está
calculado el desempleo?
- Si empezamos por el
final, el desempleo está alrededor de un 4,5 % y se estima que la economía
informal llega al 10% o 15%. El régimen de las maquiladoras se estableció en la
década de los 70. Es un nombre genérico que alude a una zona libre adonde
entraban partes y se transformaban. Pero entrar en el NAFTA en 1994, llevó a
que se redujera sensiblemente esa actividad. Se integró todo el mercado. La
transformación fue enorme. Empezó a llegar gran cantidad de inversión
extranjera. Estando yo como Embajador en Corea, se instalaron en el país
grandes fábricas como Hyundai, Samsung, LG Electronics. China hace unos 10 se
convirtió en gran comprador e inversor. Todo esto obligó a más reconversión y
más ajuste en el sector comercial. Con el tiempo China se empezó a encarecer;
salarios más altos, más tecnología y México recobra su lugar por logística y
cercanía. Se nota especialmente en la industria automotriz y de autopartes al
tiempo que llega mucha más inversión. Actualmente se elaboran 12 marcas. La
Volkswagen más grande no está en Torino, sino en Puebla. Nos especializamos en
las modelos de lujo y este año llegaremos a los 3 millones de automóviles. Del
sector industrial, 30% es el automotor. Además le cuento que en México se
construyen Bombardier y la brasileña Embraer tiene proyectado invertir.
- La ubicación geográfica
sin duda es clave para México, al tener de vecino a Estados Unidos. ¿Cómo es
esa relación actualmente?
- Se trata de una
relación compleja que hoy tiene mucha madurez la manejamos con realismo. Es muy
fluida con la Casa Blanca pero más complicada con algunos estados y con el
Congreso. No queremos que el narcotráfico domine abrumadoramente la relación,
puesto que hay muchos otros asuntos para atender.
¿Usted coincide con los
anuncios de decadencia de Estados Unidos que algunos vaticinan?
Estados Unidos sigue
siendo una gran potencia, que es centro de la mayor creatividad tecnológica,
con población joven, con excelentes universidades. Ni de chiste en decadencia.
Y México con 110 millones de habitantes y 10 millones en Estados Unidos, con el
español ganando terreno, hace que tengamos vínculos muy intensos. Tenemos una
integración de facto.
El TLC entre Uruguay y
México
- Para terminar podríamos
hablar del TLC entre Uruguay y México, toda una rareza que escapó del corsé del
Mercosur.
- En efecto, fue un gol
de la presidencia de Jorge Batlle. Durante la crisis del 2002 se pidió una
excepción y se aprovechó el momento. En la actualidad se encuentra operando por
debajo de su capacidad, por ambas partes. El comercio está muy concentrado en
lácteos, carnes, lana y se puede incorporar arroz, sorgo y muchos textiles competitivos.
Hay un ligero superávit comercial uruguayo pero se está erosionando. Un
problema es la capacidad de oferta uruguaya que se constituye en un factor de
inhibición. Pero el único TLC con relación tan avanzada que tenemos es con
Chile y Uruguay y podría utilizarse mucho más. Por poner un ejemplo, pinturas,
puede invertirse en México pero incorporar insumos uruguayos, amplificar las
posibilidades. No es fácil, porque cada industria tiene sus reglas, pero está
el caso coreano que lo ha utilizado. Aprovecha el TLC con México porque lo
prefiere al de Estados Unidos y el de Canadá ya que la mano de obra mexicana es
más barata. Claro que para intensificar producción y comercio hay que invertir
en tecnología, logística, carreteras, puertos. Y es bueno tratar de meterse en
la nueva línea estratégica del arco del Pacífico. No tenemos un arancel externo
común y no lo queremos. Hay que ir hacia el libre comercio, integrar las
bolsas, los mercados de capitales, los servicios financieros.
- ¿Y el narcotráfico?
- Ha resultado mucho más
violento de cuanto podía pensarse y ha llevado a que este gobierno de Estados
Unidos reconozca su corresponsabilidad. Pero el gran problema es el constante
trasiego de armas. Una situación que deriva de la segunda enmienda de la Constitución
norteamericana que considera el porte de armas como un derecho del individuo.
Fuente: El País Digital