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lunes, 24 de septiembre de 2012

Medidas anticrisis de UE desencadenan manifestaciones masivas



París, Francia, 23 de septiembre del 2012.- Los planes de austeridad impuestos por la Unión Europea (UE) provocan un rechazo frontal en la población de los países del sur de Europa como España, Portugal o Grecia, donde se hado la paradoja de que la policía ha llegado a manifestarse enfrentada a sus propios colegas.
El sábado en Portugal, el gobierno debió finalmente renunciar a imponer dos medidas rechazadas por una contestación sin precedente en el país, sometido a asistencia financiera: un aumento de las cotizaciones pagadas por los asalariados y una bajada simultánea de las pagadas por las empresas.

Hace una semana, cientos de miles de personas salieron espontáneamente a las calles de Lisboa y en unas treinta otras ciudades portuguesas contra estas medidas, al llamamiento de un movimiento creado a través de redes sociales, que superó a los sindicatos.
En Grecia, los dos principales sindicatos del sector privado y del sector público llamaron a una huelga general de 24 horas y manifestaciones el miércoles 26 de septiembre, contra el nuevo paquete de austeridad en curso de discusión.
El politólogo griego Ilias Nikolakopulos dijo temer un "accidente" en los desfiles, lo que inflamaría un polvorín en un país en derrota, donde los simpatizantes del partido neonazi Amanecer Dorado no cesan de aumentar.
Lo común de los dos países es que se benefician de préstamos de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de imponer un rigor drástico y reformas estructurales para liberalizar la economía en la esperanza de sanear sus finanzas públicas y aliviar la deuda.
Sus vecinos también en dificultad -España e Italia- se ven sometidos progresivamente a la austeridad sin que por el instante puedan recurrir a una ayuda financiera UE-FMI.
"Hay un aumento de la contestación en todos esos países", reconoce Bernadette Segol, que dirige la Confederación europea de sindicatos (CES) en Bruselas. "La población de los países en dificultades de Europa del sur ve muy bien que esta extrema austeridad no funciona, pues no ve la salida del túnel, lo que alimenta al desesperación y la cólera social", dijo.
En España, el descontento aumentó un grado más después de una serie de reducciones presupuestarias anunciadas en julio, incluyendo a partir del 1 de septiembre un alza del impuesto al valor añadido que afecta el poder adquisitivo.
El 15 de septiembre, decenas de miles de personas llegadas de toda España desfilaron en Madrid contra el rigor y los movimientos puntuales prosiguen, como el de los funcionarios que se reúnen todos los viernes.
En Grecia, la vuelta al trabajo después de las vacaciones está también marcada por un descontento de las corporaciones como jueces, profesores, bomberos, militares y policías, que protestan contra las nuevas bajadas de salarios, que el gobierno se dispone a imponer.
El miércoles, las fuerzas antimotines lanzaron gases lacrimógenos contra otros policías que manifestaban cerca del Parlamento, en el centro de Atenas.
Frente a la ola de austeridad, los sindicatos "están en dificultad", reconoce Bernadette Segol, pues en su gran mayoría siguen alegando en favor de una solución europea de solidaridad frente a la crisis, lo que implica al menos un mínimo de aceptación de la austeridad. Pero estos mismos sindicatos se ven impotentes frente al auge de los movimientos populistas que proponen una ruptura con la UE y un repliegue nacionalista o reivindicaciones autonomistas, como en las comunidades autónomas españolas.
Además del desmantelamiento progresivo del Estado providencial, que disminuyó drásticamente las ayudas sociales y aumentó los impuestos, los países del sufren más que el resto de Europa, del aumento del desempleo, que afecta, sobre todo, a los jóvenes. En una entrevista con el Wall Street Journal de febrero, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, veía en el aumento del desempleo de los jóvenes, la ilustración de la desaparición del famoso "modelo social" europeo ponderado desde generaciones.
Segol espera que las autoridades europeas hayan tomado conciencia de la coyuntura: "No se puede tener sólo reformas que dan prioridad a la competencia y al debilitamiento de la protección social, cuando se sigue con el fraude fiscal de las empresas y la evasión fiscal generalizada". "Pudimos destacar en el discurso sobre el Estado de la unión de Barroso una referencia a la necesidad de no tocar el centro del modelo social de un país, es un progreso, pues no lo habría dicho el año pasado. Ahora hay que pasar a los actos", destacó.
Fuente: AFP
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