Medellín,
Colombia, 15 de octubre del 2012.- De no haberse
botado hoy estarían en cámara ardiente para rendirle un culto, las pastas de
los 340 libros robados de la Librería de Juan, en el centro de Medellín.
Esta fue una idea que tuvo el director del
teatro Pablo Tobón Uribe, Sergio Restrepo , una vez conoció el hecho, que no
fue posible materializar porque el propietario de la librería, Juan Hincapié ,
en un momento de tristeza y de rabia botó las pastas.
Y no era para menos ni la reacción del
propietario ni la idea de la cámara ardiente, pues no fueron libros cualquiera,
los que de forma ignorante hurtaron de esta librería especializada en joyas y
rarezas bibliográficas.
Los afectados señalan a habitantes de la
calle, presuntamente interesados en vender los libros por kilos.
“El caso del robo de la Librería de Juan
es, por decirlo menos, insólito, porque descuartizaron los libros arrancándole
la pasta para venderlos como papel pesado, es decir lo llevaron a su mínima
expresión”, afirma Restrepo.
Este hecho, catalogado por Ana Cristina
Restrepo , en su columna de opinión de El Colombiano como una “masacre
bibliográfica de Colombia”, se presentó el amanecer del jueves 4 de octubre (la
primera vez), cuando sacaron 300 libros de la “Sala Colombia”, entre ellos,
escritos de nuestro país, en alemán e inglés, de las décadas de 1910 y 1920.
Juan Hincapié, propietario de la librería,
creyó que una estantería que tapara la ventana por la que sustrajeron los
libros, cargada con los libros más pesados serviría de barrera a los
malhechores, pero no fue así.
Regresaron al día siguiente y como ratas
buscando salida, rasparon hasta reventar la madera y sacaron otros 40 libros e
hicieron la misma masacre.
Juan dice que tiene libros del año 1500,
que por eso cuando se habla de un libro de estos se debe hacer con mucho respeto
y que este hecho lo que hizo fue cortar una vida.
“Es un libro que montó en barco, en burra,
en tren, lo regalaron, se lo robaron, lo prestaron y lo devolvieron. Ha pasado
por todos los eventos humanos posibles que haya podido pasar un objeto físico y
por cientos y miles de manos durante 500 años que han respetado ese libro para
que se eternice”.
Lo más triste no es que le hicieron un daño
a Hincapié o a la librería de Juan, sino al libro al decidir masacrarlo. “Se le
cortó la vida fue al libro, ya no pasará por más manos, ojos y mentes”, anota
Juan.
Pocas Librerías con este perfil
1. La Librería de Juan, ubicada en Perú con
Girardot, Centro de Medellín, es zona de presencia de habitantes de calle.
2. Aparte de la Librería de Juan, con el
mismo perfil, está Palinuro, en las que no hay novedades, sí joyas
bibliográficas.
3. Son 340 libros, unos 80 kilos de papel,
a 500 pesos cada uno son 40.000 pesos (20 bazucos), valor final dado a 350 años
de historia.
En Definitiva
Un gran daño al patrimonio cultural, que ya
no se puede remediar, es la masacre que se hizo con estos 340 libros, pero que
sirve para llamar la atención a las autoridades.
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Fuente: Colprensa