Reunión del Comité para el Desarrollo
concluye Reuniones Anuales en Tokio.
Llamado del presidente del Banco Mundial,
Jim Yong Kim, a redoblar esfuerzos para acabar con la pobreza absoluta ganó
amplio apoyo.
La sequía en la región del Sahel en África,
el crecimiento del empleo y la próxima generación de ODM son algunas de las
prioridades destacadas por el Grupo del Banco Mundial.
Washington, EU,
16 de octubre del 2012.- El llamado del presidente
del Banco Mundial, Jim Yong Kim, a redoblar los esfuerzos para acabar con la
pobreza absoluta ganó amplio respaldo de los países miembros de la institución
al concluir las Reuniones Anuales en Tokio el 13 de octubre.
El Comité para el Desarrollo integrado
por188 miembros compartió la visión del Dr. Kim de un Grupo del Banco Mundial
que “se centra en el impacto de su labor, brinda asistencia basada en datos…y
promueve los bienes públicos mundiales”, dijo el comunicado del Comité en la
clausura de las Reuniones.
"Vivimos aún en un mundo donde hay más
de 1.000 millones de personas en pobreza absoluta", señaló el Dr. Kim en
la conferencia de prensa de clausura. "Todos debemos trabajar para
asegurar que los impresionantes logros obtenidos durante la generación pasada
en América Latina, África y Asia no se pierdan ahora. En los últimos años el
crecimiento de los países en desarrollo representó más de la mitad del
crecimiento mundial”.
Un día antes, el Dr. Kim esbozó su plan
para transformar la institución en un “banco de soluciones” que usa la
evidencia y la experiencia para resolver problemas de desarrollo y establecer
metas elevadas para poner fin a la pobreza y generar una prosperidad
compartida, entre otras medidas para modernizar la institución.
El Dr. Kim reconoció al iniciarse las
Reuniones que “vivimos en tiempos difíciles”, marcados por los altos y
volátiles precios de los alimentos, el débil crecimiento en los países de
ingreso alto y la desaceleración en el crecimiento en las naciones en
desarrollo, las cuales habían sido el motor del crecimiento de la economía
mundial.
En su comunicado, el Comité instó al Banco
a que trabaje aceleradamente con otros organismos para ayudar a la región del
Sahel, donde “el hambre pone en riesgo la vida de 19 millones de personas y la
estabilidad de la región”. La respuesta debe aportar soluciones que permitan a
la región “salir definitivamente del ciclo de la ayuda de emergencia y alcanzar
en el mediano plazo un futuro más sostenible y con capacidad de adaptación”.
La seguridad alimentaria y la volatilidad
de los precios de los alimentos siguen representando una amenaza permanente
para el desarrollo y merecen atención constante, agregó el Comité.
Los donantes congregados en las actividades
complementarias de las Reuniones Anuales prometieron contribuciones para el
Programa Mundial para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria (i) (GAFSP, por
sus siglas en inglés), creado por el Banco Mundial en 2008 a pedido del Grupo
de los Veinte (G-20). Estados Unidos se comprometió a destinar US$1 adicional
al programa por cada US$2 entregados por otros donantes (hasta llegar a un
aporte total máximo de US$475 millones), logrando atraer contribuciones por
valor de US$30 millones de Japón y la República de Corea, mientras que la
Fundación Bill y Melinda Gates manifestó su intención de duplicar sus
compromisos.
“Estos nuevos compromisos son cruciales
para nuestros esfuerzos por terminar con el hambre”, dijo el Dr. Kim.
El Grupo del Banco Mundial debe continuar
ayudando a los países a fortalecer las condiciones para el crecimiento del
empleo. “Las crisis financieras recientes implican que hay menos puestos de
trabajo allí donde se necesitan millones”, dijo el Comité. La participación de
la Corporación Financiera Internacional (IFC) -institución del Grupo del Banco
dedicada al sector privado-, y del Organismo Multilateral de Garantía de
Inversiones (MIGA) será “especialmente crucial para respaldar al sector
privado”, agregó, y alentó al Grupo del Banco a basarse en el Informe sobre el
desarrollo mundial 2013: Empleos, (i) dado a conocer el 1 de octubre.
El Comité para el Desarrollo pidió al Banco
Mundial que “colabore activamente” en el proceso de establecer metas mundiales
de desarrollo que entren en vigor después de la caducidad de los objetivos de
desarrollo del milenio en 2015. Dijo que el Banco deberá intensificar su labor
en los Estados frágiles, y reconoció los avances en materia de igualdad de
género –todas las estrategias de asistencia a los países analizadas el
ejercicio pasado tenían en cuenta este tema– aunque aún queda mucho por hacer.
El Banco deberá también proporcionar apoyo
a los países que quieran usar la contabilidad del capital natural, (i) un
método de valoración de recursos y fenómenos naturales que no se incluye a
menudo en los presupuestos nacionales. Además, “es alentador observar que la
Alianza Mundial a favor de los Océanos (i) ha sumado nuevos miembros y ha
logrado difundir la idea de que urge actuar para restablecer la salud
productiva de los océanos y desarrollar una acuicultura sostenible”.
Los accionistas del Banco agradecieron al
Gobierno de Japón por oficiar de anfitrión de las Reuniones y el Diálogo de
Sendai, (i) un foro de dos días en el que este país compartió las lecciones
aprendidas durante el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, y donde los
líderes y los expertos en desastres y desarrollo debatieron cómo ayudar a los
países vulnerables a gestionar los riesgos de catástrofes naturales. El Comité
exhortó al Banco a integrar la gestión de riesgos de desastres y la adaptación
al cambio climático en la labor que desarrolla junto con sus países clientes y
a continuar a la vez “desempeñando un papel destacado en el apoyo a las
respuestas eficaces y las operaciones de reconstrucción en caso de que se
produzcan desastres”.
Fuente: Banco Mundial