Nueva York, EU,
17 de octubre del 2012.- El relator de Naciones
Unidas para el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, invitó a la
Unión Europea (UE) a que abandone los biocarburantes ya que su producción
compite con la que se destina a la alimentación.
"La UE no solo debe revisar a la baja
sus objetivos de incorporación de los biocarburantes como está por hacer, (sino
que) debe tener el coraje político de abandonarlos. Estados Unidos debería
hacer lo mismo", dijo en declaraciones este miércoles a la AFP.
"Es peligroso fijarse objetivos
inalcanzables cuando las reservas mundiales de cereales están tan bajas",
agregó.
En 2008, la UE, que presentará este
miércoles en Bruselas sus nuevos objetivos, considerados inalcanzables, se fijó
como meta que las energías renovables representen antes del 2020 el 10% del
consumo de la energía del sector del transporte. Ese sector equivale ya al
4,5%.
En Estados Unidos, el 40% de la producción
de maíz se ha implementado para cumplir con los compromisos de incorporación
que estaban parados desde el 2007.
Según datos de la Organización de Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), EU tiene como objetivo un
uso del 40 % para el maíz y el mismo porcentaje para la exportación, pero el
tema de bajar el uso del maíz para la producción de biocombustibles figura en
la lista de recomendaciones de la entidad.
En agosto pasado, el director general de la
FAO, el brasileño José Graziano da Silva, instó a EU a suspender su producción
de etanol a base de maíz para evitar una crisis alimentaria mundial, en una
columna publicada por el diario británico Financial Times.
"Una suspensión inmediata y temporal
de la legislación estadounidense", que destina cuotas de las cosechas de
maíz a la producción del biocarburante, "daría cierto alivio al mercado y
permitiría destinar más granos a la alimentación humana y animal", destacó
el director de la agencia especializada de Naciones Unidas.
"La producción de agrocombustibles se
basa en importantes cosechas para la exportación, que pocas veces benefician al
pequeño campesino, ya que suele estar en manos de redes agro-industriales. El
impacto en la reducción de la pobreza rural es irrelevante", explicó por
su parte De Schutter.
Según el relator de la ONU, en la mayoría
de los casos, las grandes empresas que desarrollan tales cosechas descuidan el
desarrollo de infraestructuras Y "generalmente incumplen las promesas de
electrificación", comentó.
El tema de los biocarburantes, muchos de
los cuales usan como materia prima productos alimentarios -maíz, caña de
azúcar, colza- divide las opiniones en el mundo y se ha convertido en un asunto
polémico por el alza de los precios mundiales de cereales y otros alimentos
básicos.
Brasil, líder mundial junto a Estados
Unidos en la producción de etanol que genera con caña de azúcar, defiende la
producción de biocombustibles en países pobres como fuente de renta, y asegura
que es perfectamente compatible con la producción de alimentos.
La producción de agrocombustibles ha
generado también el fenómeno del acaparamiento de tierras a gran escala en
varios países del sur del mundo.
Según el Banco Mundial (datos de abril del
2010), al menos el 21% de la superficie adquirida en países en desarrollo es
destinado a esa producción. La misma entidad estima que la cifra ha aumentado y
que llega a cubrir "cerca de un tercio" de las tierras.
Fuente: AFP