Asunción, Paraguay, 28 de octubre del 2012.- Una abierta crítica a Mercosur y Unasur por parte
de la misión de la OEA a Paraguay para observar los próximos comicios puso en
entredicho la supuesta neutralidad de la organización hemisférica.
John Biehl del Río, jefe
de esa delegación de la Organización de Estados Americanos, se permitió
evaluaciones negativas a los dos grupos integracionistas por la suspensión
aplicada al gobierno paraguayo designado por el Congreso tras la expedita
destitución del mandatario constitucional, Fernando Lugo, el pasado mes de
junio.
Del Río, quien se
entrevistó aquí con altos funcionarios gubernamentales, acusó a Mercosur y
Unasur de tener intenciones ocultas con su medida, más allá de sancionar la
interrupción del proceso democrático en el país.
Agregó, además, que
muchas naciones entienden eso, asumiendo de esta forma una defensa del
Ejecutivo de Federico Franco, quien asumió la presidencia de la República, tras
lo que se conoce como golpe de Estado parlamentario.
La sorpresiva intromisión
de este funcionario, incompatible con la supuesta misión que debe desarrollar
aquí (limitada a la observación del proceso electoral), obligó incluso al
secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, a pronunciarse en sentido
contrario.
Insulza trató de enmendar
el error al plantear que esa organización no se pronuncia ni hace evaluaciones
respecto a las decisiones adoptadas por otros organismos regionales en relación
a la situación paraguaya.
La marcha atrás aplicada
por el titular de la OEA ante los pronunciamientos de su enviado a Paraguay
lució, al parecer, insuficiente ante la desconfianza que varios movimientos
opositores han expresado en relación a la imparcialidad requerida de cualquier
observador.
Por lo pronto, del Río,
quien trabaja directamente con Insulza en su oficina en Washington, debió
soportar que la prensa local recogiera la desmentida, algo que pone bajo
cuestionamiento su misión aquí.
Fuente: Periódico 26.cu