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martes, 30 de octubre de 2012

China impacta fuertemente al empleo en México: Alacero



México, DF; 30 de octubre del 2012.- Raúl Gutiérrez Muguerza, presidente de la Asociación Latinoamericana del Acero (ALACERO), afirmó que México vive un proceso de desindustrialización, y sus efectos más importantes son la desaceleración de las inversiones en la cadena productiva metal-mecánica, la pérdida de empleos en la industria siderúrgica y la competencia en condiciones de desigualdad en el mercado mundial.

En el marco de la 53 edición del Congreso de la Alacero, en Santigo de Chile, Gutiérrez Muguerza puntualizó que al haber desacelerado la planta productiva sus inversiones en la cadena metal-mecánica, por una política económica que favorece importaciones a tasa cero que no redundan en una baja de precios al consumidor, por cada punto porcentual que aumentan las compras a China, el Producto Interno mexicano disminuye un 0.125%, lo que se traduce en casi en 1.25 mil millones de dólares (casi 17,000 millones de pesos).
El líder de los acereros latinoamericanos fue claro en advertir que la economía china tiene un efecto negativo sobre la mexicana y que dicha influencia no es coyuntural, sino de largo plazo. Su efecto sobre el empleo formal registrado en el IMSS es relevante: por cada punto porcentual que aumentan las importaciones, se dejan de generar 3,000 empleos.
    “En 2011 las compras a China se elevaron 6.6 mil millones de dólares (83,000 millones de pesos), lo que significó 43.6 mil empleos formales que no se crearon en México. Por cada uno por ciento que suben las importaciones, caen 246 patrones registrados en el IMSS. Tan sólo en 2011 hubo una merma de 3,581 patrones”, reveló.
Gutiérrez Muguerza detalló que para México, el caso de China es sobresaliente, básicamente porque se transformó en el principal exportador mundial y en el proveedor principal de productos tecnológicos a nivel global. En dicho proceso, paso de ser maquilador a innovador; de manera sistemática ha integrado sus cadenas productivas, desde la producción siderúrgica básica hasta la elaboración de productos manufacturados.
Añadió que lamentablemente, la experiencia de México va en contrasentido. Es evidente que el país no ha logrado cumplir con la condicionante de elevar su nivel de productividad a un ritmo similar al alcanzado por otros países, y nuestra pérdida de competitividad constituye una debilidad estructural de nuestra economía.
“Aunque hemos hecho grandes esfuerzos por incrementar nuestra productividad y competitividad, todas nuestras estrategias se han visto mermadas por políticas que nos ponen en desventaja”, destacó.
Fuente: El Economista
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