México, DF, 23 de agosto del 2102.- En los últimos años Estados Unidos incrementó
la producción de etanol a partir de maíz. Mientras tanto en México -la cuna del
cereal-, donde el 80 por ciento de la dieta de la población depende de este
grano, entre 2005 y 2011 el precio de las famosas tortillas aumentó 60 por
ciento.
En mayo de este año se
presentó en México el infome de Action Aid Agrocombustibles: Fogoneros del
hambre. Allí se detalla cómo las políticas que respaldan la producción de
agrocombustibles en Estados Unidos inciden claramente en la formación de
precios de los alimentos en México, país que en las últimas décadas se ha
dedicado a desmantelar su producción agroalimentaria.
El estudio estuvo a cargo
de Timothy Wise, director de Investigación y Políticas del Instituto de
Desarrollo Global y del Medio Ambiente de la Universidad de Tufts, y de Marie
Brill, analista principal de políticas de Action Aid-Estados Unidos.
Estados Unidos, país
fundamental en la definición de los precios del maíz, dedica más del 40 por
ciento de su cosecha a la producción de etanol; en otras palabras: 15 por
ciento de la producción mundial de maíz.
Desde la entrada en vigor
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México viene
perdiendo escandalosamente en términos de seguridad y soberanía alimentaria:
produciendo menos alimentos, incrementando su importación y reduciendo los
niveles de empleo y la población en el campo.
Según Wise, con el
advenimiento del TLCAN “La dependencia de México en importaciones de maíz se ha
acentuado. En 1990 – 1992 las compras foráneas de maíz representaban 7 por
ciento del consumo, hoy son 35 por ciento. Y lo mismo ocurre con los otros
granos: en trigo antes era 18 y ahora casi 60 por ciento; en arroz antes 60 y
ahora casi 80 por ciento; en soya antes 75 y ahora casi 100 por ciento.
En 1990 -prosigue Wise-
las importaciones mexicanas de alimentos desde Estados Unidos sumaban 2.600
millones de dólares. Para 2000 subieron a 6.400 millones y en 2011 llegaron a
un récord de 18.400 millones”.
Por otra parte, el autor
informa que la utilización del maíz para la producción de etanol en Estados
Unidos impactó en 22 por ciento del aumento de precios registrados entre 2006 y
2009. Estados Unidos produce hoy 13.800 millones de galones de agrocombustible,
casi nueve veces más que en 2000.
Desde 2005 la expansión
del etanol en Estados Unidos, le costó a los mexicanos entre 1.500 y 3.200
millones de dólares, en virtud del incremento de las importaciones de maíz.
En el interesante
artículo “El Bastardo que encareció las commodities”, de Ernesto Perea, se
sugiere que “el precio del maíz en 2007 hubiera sido entre 12 y 30 por ciento
menor sin la demanda agregada por el uso del grano para agrocombustibles”.
México, otrora país
autosuficiente en maíz, ocupa el primer lugar como importador de este cereal en
el mundo y se posiciona mundialmente en el segundo lugar como importador de
alimentos.
Es tan grave la
inseguridad alimentaria que soporta México que la FAO lo considera como un país
que necesita ayuda alimentaria externa, situación similar a la de 28 naciones
africanas.
Con el TLCAN México se
acercó a Estados Unidos y se alejó de las tortillas. Hoy su dependencia
alimentaria con Estados Unidos es asustadora. Pero los estadounidenses también
enfrentan problemas: la peor sequía en más de 50 años afecta a más del 60 por
ciento de su territorio. Sumada a la producción de agrocombustibles, esta es
otra pésima noticia para el estómago de los mexicanos.
Fuente: Rel UITA