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lunes, 17 de septiembre de 2012

Debería cerrar fábrica Peugeot de Madrid y no la de Aulnay



Informe encargado por gobierno francés afirma que 
Madrid, España, 12 de septiembre del 2012.- Hoy, martes 11 de septiembre, Arnaud Montebourg, ministro francés de la "relanza productiva" (sí, ese es el nombre de su cartera y ya da qué pensar), recibía el informe sobre la situación del grupo PSA Peugeot Citroën que él mismo había pedido.

El pasado mes de julio, PSA Peugeot Citroën anunció su intención de suprimir 8.000 puestos de trabajo de su organización. Ese vasto (y basto) plan de reestructuración implica el cierre de la fábrica de Aulnay-sous-Bois, al norte de París, en 2014. Esa fábrica, de la que sale, por ejemplo, el Citroën C3, da trabajo a unas 3.400 personas (cerca de 3.000 fijos y unos 400 temporales).
El gobierno francés y su virulento ministro Montebourg habían puesto en duda la veracidad de la situación económica de Peugeot por lo que habían encargado a Emmanuel Sartorius, Ingeniero de Minas, un informe para tener un "diagnóstico preciso y riguroso (...) sobre la situación real del grupo". Está mañana, el ministro recibió el informe a las 10h00 y los sindicatos de la fábrica afectada recibieron su copia a las 14h30, en el momento del cambio de turno.Sartorius enumera en ese informe todos los errores cometidos por la dirección del grupo. Y, de paso, suelta alguna que otra bomba mediática.
Situación financiera
El fabricante tiene unas pérdidas netas de 819 millones de euros en el primer semestre de 2012 y tiene "un ritmo de consumo de su liquidez operativa insostenible", pero no tiene "problemas de tesorería a corto plazo". La tesorería de Peugeot sería de unos 13.000 millones de euros.
Sobrecapacidad
"La necesidad, en principio, de un plan de reestructuración de las actividades industriales y de la reducción de efectivos no se puede, por desgracias, contradecir", explica en el informe. Para Sartorius, Peugeot no se puede conformar con medidas puntuales y debe reorganizar su capacidad productiva; es decir, padece claramente de una sobrecapacidad. Pero también advierte que no se deberá hacer en detrimento de los departamentos de investigación y desarrollo.
Las estimaciones de ventas de 4 millones de vehículos al año "no fueron realistas".
Falta de internacionalización
Según el informe, Peugeot paga las consecuencias de una falta de ambición a nivel internacional. Y aunque sea el octavo fabricante mundial, depende mucho de un solo mercado. Y es que vende el 58% de su producción en Europa; especialmente en Francia, Italia y España, los países más afectados por la crisis actual. Además, las estimaciones de PSA de vender 4 millones de coches al año "no fueron realistas", según el informe.
Falta de alianzas
"PSA decidió mantener su independencia" privilegiando una serie de acuerdos puntuales que no dan los frutos esperados y cuya razones de ser están en duda (por ejemplo, la alianza con Mitsubishi para las versiones Peugeot y Citroën del iMIEV, así como los derivados del Outlander).
Para el Sartorius, está claro que la supervivencia de Peugeot pasa por una alianza con un fabricante mundial. Y es una necesidad que califica de urgente.
Dividendos y compra de acciones
"De 1999 a 2011, PSA distribuyó dividendos a sus accionistas por un valor total de 2.867 millones de euros, al mismo tiempo que volvía a comprar acciones propias. Se gastó en ello 3.082 millones de euros, permitiendo así a los accionistas principales [la familia Peugeot] de volver a controlar el grupo". En 2011 se gastó en dividendos y compra de acciones por un valor de 450 millones de euros, "una decisión inoportuna", según Sartorius, que mermó la liquidez de la empresa.
Aulnay-sous-Bois
Sobre el caso de la fábrica parisina, Sartorius escribe: "La dirección de PSA ha decidido parar una línea de montaje, al de Aulnay, elección dolorosa para Francia. Sin embargo, descarta rápidamente la posibilidad de cerrar la fábrica de Madrid, que tiene muchos defectos (fábrica antigua, de poca capacidad, situada en la ciudad y lejos de sus proveedores), y en la cual PSA ha invertido con el fin de producir allí un nuevo modelo".
Se trata de un informe politizado, que se limita a dar la razón al gobierno francés y a su locuaz ministro Montebourg.
Finalmente, es un informe claramente politizado. Enumera una serie de puntos que la dirección de PSA ya explicó cuando anunció su plan de reestructuración (sobrecapacidad, dependencia de Europa, etc). Si bien se confirma el cierre de Aulnay, se salva los muebles al gobierno francés echándole la culpa a los dirigentes y señalando a un posible chivo expiatorio (la fábrica de Madrid) para que el público mire a otro lado. A donde sea menos al gobierno y al ministro de Montebourg, el cual tiene la desagradable costumbre de hablar demasiado sin pensar. De este modo, la visión tintada de maniqueismo de Montebourg, y que transmite en todos sus discursos (del tipo los jefes de industria son malévolos), sale reforzada. Este informe se limita a dar la razón al ministro. El informe no toma en cuenta aspectos específcos a la planta de Madrid para afirmar que se debería cerrar, como por ejemplo los costes salariales inferiores en España con respecto a Francia.
No cabe duda que los dirigentes de Peugeot tienen la culpa, para eso fueron quienes tomaron las decisiones. Y sí, PSA no tiene aliados y depende mucho de un solo mercado, Europa, donde la competencia es cada vez más dura. Por la parte baja de su gama, los asiáticos ofrecen productos con una relación precio/calidad/equipamiento adecuada para los tiempos que corren y en la parte alta, el público prefiere acceder a las marcas premium que han invadido el segmento de los compactos con éxito (BMW, Audi y Mercedes).
Fuente: Burbuja
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