Tequila,
Jalisco, México, 26 de septiembre del 2012.- En la
Reunión de Científicos Agrícolas en Jefe del G20, el programa Masagro fue
reconocido como un modelo de trabajo para los países en desarrollo, enfocado a
incrementar la producción de maíz y trigo, en un entorno de cambio climático.
En este marco, se subrayó el interés de la comunidad
internacional por el Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura
Tradicional (Masagro), aplicado en México para fortalecer la seguridad
alimentaria.
Se dio a conocer que este programa se
sustenta en la investigación, la generación de capacidades y la transferencia
de tecnología en el sector rural, toda vez que está enfocado a incrementar la
producción de maíz y trigo.
Durante el encuentro “Fortaleciendo la
cooperación internacional a través del desarrollo y la ciencia agrícola”, la
directora Ejecutiva de Masagro del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz
y Trigo (CIMMYT), Karen García habló sobre el programa.
Señaló que este programa –coordinado por la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)
y el CIMMYT- está incluido en el reporte de los viceministros de Agricultura
del G20.
Añadió que los científicos lo consideraron
una referencia en investigación viable que impactaría en asociaciones
público-privadas en el sector agroalimentario.
La especialista detalló que este nuevo
esquema de producción, asistido por la innovación científica y tecnológica,
está dirigido a pequeños y medianos productores de granos (maíz, trigo y
cereales de grano pequeño).
Agregó que el objetivo es aumentar los rendimientos,
mejorar sus ingresos y contribuir a mitigar los efectos del cambio climático en
México mediante el desarrollo de semillas mejoradas, asistencia técnica y
prácticas agrícolas sustentables.
Por el Foro Global de Investigación
Agrícola (GFAR, por sus siglas en inglés), Monty Jones, expuso la conveniencia
de acordar un proceso para establecer las prioridades de investigación y
desarrollo agrícola, así como los mecanismos para incrementar la productividad
agroalimentaria en 60 por ciento para el 2050, en forma sustentable.
Por su parte, el representante del CIMMYT,
Bram Govaerts, llamó a la comunidad internacional para apoyar estratégicas de
investigación que permitan fortalecer la seguridad alimentaria global, donde la
participación de instituciones públicas y privadas es clave para un mayor
impacto en la producción de alimentos.
Fuente: Rotativo