Madrid, España,
5 de noviembre del 2012.- La internacionalización
ha servido a muchas empresas a sobrellevar mejor la recesión del país. Pero,
para lanzarse a la aventura ¿lo tienen igual de fácil las pymes y autónomos?
José Cabrera, socio fundador de Vega
Carabaña, es un pequeño productor de aceite de oliva de Madrid que decidió
salir del país y hoy exporta a Inglaterra, China, EEUU y Japón. Eduardo de
Souza también decidió que los patés y foies que elaboraba en Extremadura podían
competir hasta con los franceses. Y hasta al país galo -junto a EEUU y Reino
Unido- llegan sus productos.
En los tiempos que vivimos de recesión
económica, muchas empresas han optado por la internacionalización para paliar
el descenso de sus mercados internos. Esto es fácil para las grandes
corporaciones, pero ¿puede una pyme o un autónomo lanzarse a la aventura de la
internacionalización sin morir en el intento? Casos como el de De Souza o
Cabrera lo demuestran. Ellos, entre otros muchos, lo consiguieron a través de
la Asociación Española de Consultores de Comercio Exterior (Acocex). Esta asociación
sin ánimo de lucro ha firmado un convenio con la Federación Nacional de
Trabajadores Autónomos (ATA) y han trazado el Plan Exportar es fácil "para
facilitar la internacionalización de los autónomos", señala Guillermo
Guerrero, coordinador del área de extranjeros de ATA. "Tenemos dos vías:
una para autónomos y microempresas con poca capacidad de producción o de
distribución, con falta de experiencia exportadora o con exportaciones por
debajo del 35% de la facturación; y otra, Emprendedores de dos orillas,
dirigida a residentes extranjeros en España".
A través de Exportar es fácil, "un
asesor de Acocex acompaña a la empresa o al autónomo durante el proceso de
externalización para que conozca las redes, los sectores clave, la
documentación requerida en el país, etc. En una segunda fase se agrupa a los
autónomos de un mismo sector para que exporten en conjunto". El coste de
participación es de 500 euros por seis meses, para empresas, y de 100 euros por
seis meses, para emprendedores.
Otro gran asidero es el Instituto Español
de Comercio Exterior (Icex) que, el pasado mes de marzo sustituyó los Pipe
(Plan de Iniciación a la Promoción Exterior) por el plan Icex Next para
fomentar la iniciación y consolidación de las pymes en su apuesta por los
mercados internacionales, especialmente a través del coste que exige su salida
al exterior y de una ventanilla única.
Durante el proceso, el Icex apoyará a las
empresas en el diseño de su estrategia internacional para aumentar su
competitividad. En la fase de consolidación, en destino, facilitará la
diversificación de su red comercial al definir su plan de negocio en un mercado
en particular. El programa -que ya cuenta con 450 empresas y espera llegar a
500 a finales de año- tiene con una dotación de 25.100 euros para cada
proyecto, aportados tanto por el Icex como por las propias empresas. El pasado
octubre, se presentó en el Ministerio de Economía la Guía de servicios para la
internacionalización, un completo manual que responde a las preguntas básicas:
¿Cómo empezar a exportar?, ¿cómo obtener financiación?, ¿dónde solicitar
asesoramiento?...
Desde la Secretaría de Estado de Comercio
Exterior, el objetivo es "volcarnos con las Pymes para que exporten e
internacionalicen" para lo que se han puesto en marcha medidas como la
creación del Alto Comisionado para la marca España, la privatización de la
Compañía Española del Seguro de Crédito a la Exportación (Cesce), instrumentos
de formación e información (Programa Conecta) o fomento de la cooperación
empresarial y del crédito a la exportación.
Exportar una marca: Pocoyó
En 2001, José María Castillejo, socio
fundador de Zinkia Entertainment, se lanzó a la conquista de los mercados
exteriores con lo que ha pasado de ser idea a convertirse en marca: Pocoyó.
elEconomista ha podido hablar con Castillejo, quien nos ha dado, desde su
experiencia, algunas de las claves en los procesos para internacionalización de
la pyme española. El primer paso para empezar a exportar es "concebir un
proyecto global que viaje por el mundo entero". Para hacer realidad ese
proyecto, Castillejo afirma que "es fundamental conocer a fondo el
producto y los mercados hacia los que se quiere dirigir, perder el miedo a
exportar y el establecimiento de alianzas con compañías consolidadas en los
mercados internacionales".
La lucha con los problemas de financiación
y las batallas con las multinacionales han sido los principales escollos con
los que Pocoyó se ha encontrado para "internacionalizarse", los
cuales han sido solventados mediante el empleo de sistemas combinados de
financiación pública y productos de inversión proporcionados, en gran medida,
por mercados anglosajones, y con la confianza en la calidad de un producto
innovador.
De Madrid... a donde sea
Los autónomos y pymes madrileñas, de
momento, pueden acudir a Promomadrid. MadridExporta es un programa dirigido a
promover la presencia de las pymes madrileñas en los mercados internacionales.
"Se suministra información y orientación para acceder a los apoyos
disponibles para la internacionalización". Su gran servicio es un estudio
de la situación de la empresa en el que se evalúan: los productos, la
organización de los recursos humanos, el sector y los mercados... para elaborar
un informe con recomendaciones para iniciar el proceso de internacionalización.
Por su parte, la Cámara de Comercio de
Madrid cuenta con el portal exportmadrid.com para la internacionalización de la
empresa. "Pretende dar a conocer los servicios que ofrece desde el área
internacional a las empresas que demandan información y apoyo para iniciar o
consolidar su expansión en otros mercados".
Iniciación a la exportación
El gobierno catalán cuenta con el Programa
de Iniciación a la Exportación, para animar a sus pequeños empresarios a dar el
salto a nuevos mercados. Se trata de una iniciativa que se canaliza a través de
la Agencia para la Competitividad de la empresa catalana, ACC10, y que va
dirigida a empresas que nunca han exportado o con poca experiencia en mercados
internacionales. El gerente del Área de Iniciación y Talento para la Internacionalización
de ACC10, Ramon Camí, reconoce que con la crisis hay más demanda. Este programa
centraliza lo que hasta hace unos meses se canalizaba a través de diversas
iniciativas y se enmarca en el Plan Industrial y Empresarial para 2012-2014.
Además, tiene como apoyos a las cámaras de comercio catalanas y a las
patronales Pimec, Cecot, Fomento del Trabajo y a la AMEC.
Antes de adherirse a este programa,
participan en unas jornadas de cinco horas, denominadas Go-Export, en las que
el empresario recibe las herramientas básicas para conocer el exterior y
realiza su propio autodiagnóstico. Por el momento, ya han participado cerca de
2.100 empresas en estas jornadas.
Los empresarios que finalmente participan
en el programa de Iniciación a la Exportación cuentan con el apoyo de tres
expertos. Un asesor comercial con experiencia en el exterior, un experto en
comercio exterior y un asesor en marketing digital. Según explica Camí, el
programa está dotado con seis millones de euros anuales y con capacidad para
financiar a 500 empresas. Este presupuesto se traduce en 12.000 euros por
empresa participante, que también financia esta asesoría en un 40%, es decir,
unos 400 euros al mes. El programa, iniciado en julio, cuenta con 258 empresas
adheridas, que fruto de esta asesoría ya han realizado el envío de 1.300
presupuestos a posibles clientes, 17 viajes de trabajo y han materializado en
su conjunto 29 pedidos, explica.
Vecinos de los catalanes, en la Comunidad
Valenciana las exportaciones este año están creciendo en torno al 4%, con un
dato significativo, y es que el número de empresas exportadoras ha aumentado en
los últimos 12 meses un 16%, lo que significa 2.200 empresas que antes no
vendían fuera y ahora lo están haciendo. Este es uno de los tres objetivos que
persigue el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex). Según el director
general del Ivex, Daniel Marco, "la Comunidad Valenciana junto con
Cataluña es la única que exporta un poco de todo, con un peso importante de lo
que llamamos las cuatro ces". Cítricos -y productos agroalimentarios-,
coches, cerámica y calzado suponen en torno al 70% de la exportaciones de esta
comunidad, en la que se persigue que crezcan otros sectores, como el de los
bienes de equipo, que en el último año ha exportado un 45% más.
Marco recomienda a las empresas que nunca
han exportado que no se precipiten, porque "empezar a exportar es muy
difícil y los errores se pagan muy caros". Aconseja a las pymes apoyarse
en los servicios del Ivex y el Icex, como el de acompañamiento estratégico del
organismo valenciano, en el que se hace un estudio a las empresas que lo
solicitan sobre su producto y dónde lo pueden vender mejor. Además, existen
apoyos económicos.
Recortes
En Castilla y León, las ayudas a la
internacionalización tampoco han escapado a los recortes. La Consejería de
Economía y Empleo ha suprimido la subvención de 350.000 euros que aportaba a
las Cámaras de Comercio e Industria para los programas de impulso a la
exportación. También Excal, la empresa pública encagada de impulsar el comercio
exterior, ha terminado con la gratuidad de los servicios que prestaba en esta
materia, que ahora deberán abonar las empresas.
Excal ha puesto en marcha un programa
específico para empresas que quieran comenzar a exportar. Bajo el nombre Más
mercado, más clientes, ofrece asesoramiento personalizado a cada empresa para
evaluar el potencial de sus productos o servicios y los mercados objetivos y
apoyo en la elaboración de un plan estratégico de internacionalización a medida
de sus características.
Las cámaras de comercio, pese a los
recortes, también ofrecen apoyo a los nuevos exportadores. La responsable de
Internacionalización explica que el primer paso es hacer una reflexión sobre la
capacidad y potencial exportador que tienen. "Primero vemos si tienen un
producto o servicios fuerte, capacidad de producción para un pedido fuerte
desde el exterior o si están dispuesto a acometer las inversiones". Es una
forma de "no empezar la casa por la ventana", explica, ya que
iniciarse en la exportación no debe basarse en la idea de que "como aquí
no vendo voy a vender fuera" y muchas empresas que han comenzado a
exportar "se han quedado por el camino".
Colaboración
En el País Vasco hay múltiples agentes que
colaboran en promover la internacionalización de las empresas. Los principales
son el Gobierno vasco a través de la sociedad pública SPRI, las Diputaciones
Forales y las Cámaras de Comercio vascas. Para aumentar la coordinación y la
colaboración entre todos los agentes existe un Consejo de Internacionalización
del País Vasco, integrado por varios departamentos del Ejecutivo, las tres
Diputaciones Forales, las tres Cámaras de Comercio, agentes sociales y
organismos a nivel nacional como Icex o Cesce. Existen programas de lo más
variado, desde formación, programas de becarios para comercio exterior, ayudas
económicas para misiones comerciales, ayudas financieras a través de capital
riesgo o créditos participativos...
El Director del Área Internacional de la
Cámara de Comercio de Bilbao, Mikel Arieta-Araunabeña, hace una crítica a raíz
de las constantes apelaciones que se están haciendo a las empresas para que se
internacionalicen desde todo tipo de organismos cuando "al mismo tiempo cada
vez son menos los recursos económicos que se establecen para ayudar a las
empresas en esa misma internacionalización".
A los recortes presupuestarios se une la
supresión de la cuota cameral, que permitía disponer de ingresos para ayudar a
las pymes a internacionalizarse. Pero, dentro de este panorama de recortes,
Arieta-Araunabeña reconoce que desde el País Vasco se ha hecho un esfuerzo para
contrarrestar los recortes de otras Administraciones. "El País Vasco es
una excepción, desde la Administración pública se han puesto más
recursos", constata. En este contexto se inscribe el acuerdo entre las
tres Cámaras vascas y el Gobierno vasco; o la iniciativa Bizkaiex con la
Diputación Foral de Vizcaya para asesorar a las empresas en sus primeros pasos
exteriores.
Problemas
José García Costas, presidente del Consello
Galego de Cámaras de Comercio considera que los problemas que se encuentran las
pymes gallegas para internacionalizarse son muy diversos y dependen de cada
caso. Sin embargo, y en general, apunta ciertos rasgos frecuentes como el
pequeño tamaño de las empresas que hace algo más difícil la salida al exterior
por la dificultad de atender debidamente sus demandas. Además, es más difícil
soportar el esfuerzo comercial y organizativo que inicialmente siempre es necesario.
Las Cámaras de Comercio gallegas llevan
muchos años proporcionando apoyos de diversa índole a la internacionalización
de las empresas. Y estas ayudas van desde la organización y realización de
acciones de formación específica en Comercio Exterior y en aspectos
relacionados, como los idiomas, hasta la organización de actividades de
promoción comercial específica, asesoramiento sobre mercados, productos,
aranceles...
Las claves para que las pymes puedan
exportar o iniciar un proceso de internacionalización son tener "un
producto exportable, capacidad de producción para la demanda que surja,
personal cualificado en idiomas y en competencias transversales? para poner el
proceso en marcha y recursos financieros para desarrollarlo", según explica
Nieves Ágreda, directora del Área de Internacionalización de la Cámara de
Comercio de Zaragoza. Para solventar los problemas que supone la
internacionalización, la Cámara de Zaragoza cuenta con diferentes servicios
como el Programa de iniciación a la exportación, dirigido para las empresas que
comienzan el proceso de internacionalización.
Estos servicios se complementan con las
acciones comerciales y encuentros empresariales, de las que la Cámara de
Comercio de Zaragoza ha organizado más de 50 para este año, así como con el
servicio de Market Developer por el que un profesional cualificado con idiomas
y que conoce el entorno internacional trabaja a tiempo parcial para la empresa.
Unos servicios por los que han pasado más de 1.280 empresas en lo que va de
año, aparte de seminarios, jornadas y talleres específicos.
Fuente: El Economista