Buenos Aires, Argentina, 6 de
noviembre del 2012.- Antes que se
desatara el conflicto de las pasteras en 2003, los intendentes de las ciudades
de la Costa del Uruguay en ambos países, habían comenzado a reunirse para un
corrimiento de frontera, entre ciudades vecinas, para que sus habitantes, con
domicilio en las ciudades costeras, pudieran pasar de un lado a otro sin
impedimentos aduaneros.
En tanto la aduana se iba
a correr hacia ruta 14 del lado Argentino y hacia rutas más alejadas de la frontera
del lado uruguayo.
El objetivo de aquel
proyecto era dejar de pensar en un Mercosur de intercambio netamente económico,
y logar que la integración sea cultural, turística y educativa para que los
estudiantes universitarios de ambas ciudades pudieran también acceder a las
casas de altos estudios del lado argentino y uruguayo.
Lamentablemente el
conflicto pastero, ahogó esa integración de hermandad que alguna vez soñaron
Francisco Ramírez y José Gervasio Artigas. Hoy los sueños de integración entre
fraybentinos y gualeguaychuenses están tan profundamente enterrados como los
pilotes de concreto que sostienen al puente internacional General San Martín.
Tal vez los intendentes
de Colón y Paysandú, Mariano Rebord y Bertil Bentos, quienes impulsan un
sistema de paso fronterizo más ágil que evite colas interminables durante el
verano, sea un punto de partida para comenzar a soñar en una integración plena
entre las ciudades costeras de ambas márgenes del río, sin que esto signifique
renunciar a nuestra lucha ambiental ciudadana.
Fuente: El Argentino