Atenas, Grecia, 6 de noviembre del 2012.- Los sindicatos griegos iniciaron hoy una huelga de dos días para exigir al
Gobierno que no apruebe las nuevas medidas de austeridad en la crucial votación
de mañana en el Parlamento.
El país mediterráneo
amaneció hoy prácticamente detenido debido al paro laboral, que afectó mucho al
transporte terrestre y al marítimo, mientras que una veintena de vuelos
hubieron de ser cancelados y cerca de cincuenta sufrieron retrasos.
En los sectores de la
construcción y otras industrias la huelga tuvo un seguimiento del 90 %, y fue
del cien por cien en las refinerías y los puertos, según datos de la
confederación de sindicatos de trabajadores del sector privado, GSEE.
En el sector público, la
convocatoria de huelga fue respaldada por entre el 57 % y el 85 % de los
funcionarios, explicó a Efe una fuente de ADEDY, la confederación de los
empleados públicos.
Sin embargo, en el
comercio la participación fue ostensiblemente menor, a pesar del llamamiento a
participar en la huelga de las asociaciones de pequeños empresarios y
comerciantes, ESEE y GSEVEE.
Unas 45.000 personas
desfilaron por el centro de Atenas en las dos manifestaciones convocadas, por
los sindicatos una y por el Partido Comunista otra, bajo pancartas como
"Las personas por encima de todo. No a las medidas" o "Abajo el
Gobierno, fuera la troika".
Los sindicatos se quejan
de que las medidas que se votarán mañana, exigidas por la troika (Comisión
Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) reducirán las
ya de por sí mermadas condiciones de vida de los trabajadores, ya que facilitan
el despido y reducen las prestaciones sociales.
El paquete de medidas
incluye un incremento en dos años de la edad de jubilación (hasta los 67), la
eliminación de los complementos de Navidad y Pascua, y una reducción de entre
el 5 % y el 25 % a las pensiones superiores a 1.000 euros.
También las pensiones por
discapacidad serán reducidas y se reducirá el número de medicamentos cubiertos
por la seguridad social.
Para el sector privado se
fijan los topes de subidas salariales por antigüedad en un 10 % cada trienio
para los empleados, y en un 5 % para los obreros, hasta un máximo del 30 % en
ambos casos, además de reducirse el plazo de notificación y las indemnizaciones
por despido.
El tiempo mínimo de
descanso entre turnos también se reducirá de las 12 a las 11 horas.
Además, el Gobierno
accede a despedir a 25.000 funcionarios hasta final de 2013, y los que queden
verán sus horas de trabajo aumentadas y su salario reducido, medida que afecta
principalmente a jueces, policías, bomberos, personal sanitario, personal
académico, diplomáticos, obispos y trabajadores municipales.
Igualmente se
incrementarán las tasas sobre el transporte, la electricidad y el gasóleo de
calefacción, así como los impuestos que pagan los agricultores.
Se liberan diversos
sectores, beneficiando en especial a las grandes superficies comerciales, que a
partir de ahora podrán vender productos para los que antes se necesitaban
licencias especiales, como el tabaco o la prensa.
"No vemos que estas
medidas estén mejorando la situación. La deuda tampoco se reduce, así que no se
trata de arreglar los problemas económicos del país sino de que trabajemos por
menos dinero", se quejó Panos, un empleado de 37 años cuya esposa lleva
más de año y medio en paro.
"Me siento
traicionado por este Gobierno", se quejaba también Nikos, un fontanero de
30 años que ha visto su salario reducido de 900 a 600 euros desde el inicio de
la política de austeridad.
Aunque entre fuertes
medidas de seguridad, con profusión de agentes desplegados por el centro de
Atenas, las manifestaciones transcurrieron sin disturbios.
Por otro lado, el
Parlamento comenzó a debatir hoy las medidas que serán votadas en un sólo
paquete mañana por la noche, lo que ha despertado críticas entre la oposición
debido al procedimiento de urgencia utilizado por el Gobierno para su
tramitación.
El ministro de Finanzas,
Yannis Sturnaras, aseguró que esto "no supone saltarse los procedimientos
parlamentarios" y defendió su carácter de urgencia para "cumplir las
obligaciones" impuestas por los acreedores internacionales (troika) y que
éstos accedan a conceder un nuevo tramo de financiación.
"Este desembolso es
necesario para evitar una quiebra incontrolada", advirtió Sturnaras.
Alexis Tsipras, líder del
principal partido de la oposición y primero en las encuestas de intención de
voto, la izquierda radical de Syriza, exigió la convocatoria de elecciones
inmediatas por considerar que el actual Gobierno está "humillando" a la
Constitución y a la democracia del país.
Fuente: EFE