Johannesburgo,
Sudáfrica, 25 de octubre del 2012.- Sudáfrica
esperaba este jueves que lo peor en el conflicto social, en ocasiones violento,
que sacude a su sector minero desde agosto quede definitivamente atrás con la
firma de un acuerdo salarial entre los trabajadores de las minas de oro y la
patronal.
"Hay una clara mejora. Más de la mitad
de los trabajadores de las minas de oro han reanudado el trabajo" y
"lo peor ya pasó" en este sector, indicó Lesiba Seshoka, portavoz del
Sindicato Nacional de Mineros (NUM) mientras sus dirigentes estaban firmando el
acuerdo en la Cámara de Minas (patronal).
Desde mediados de septiembre, el NUM
intenta a duras penas retomar el control en este movimiento de huelgas ilegales
que se les escapó por completo y se acompañó de ajustes de cuentas mortales y
enfrentamientos con la policía que dejaron unos 60 muertos en tres meses.
El acuerdo firmado este jueves, de
aplicación inmediata, aumenta los salarios de los trabajadores de las minas de
oro gracias a una remodelación del sistema con categorías mejor pagadas,
creando primas y partiendo de un sueldo base más ventajoso.
Un trabajador en las minas de en Sudáfrica
en lo más bajo de la escala ganará ahora unos 5.000 rands (442 euros),
aproximadamente el doble del salario medio nacional.
Estos ajustes se suman a los tradicionales
aumentos anuales del pasado 1 de julio. El aumento de salario acumulado logrado
para 2012 en las minas de oro oscila entre el 11% y el 20,8%, subrayó el NUM.
El sindicato había sido criticado por su
falta de combatividad y sus relaciones con la patronal y el Congreso Nacional
Africano, el partido en el poder.
El desafío a la autoridad del NUM estuvo en
el origen de la violencia en Marikana (norte), la mina de platino del grupo
británico Lonmin, en la que murieron tiroteados por la policía 34 huelguistas
el 16 de agosto.
Las minas de oro han sido relativamente
ajenas a la violencia, a diferencia del sector del platino, donde la huelga se
alarga en el caso de Amplat, el primer productor mundial y filial del gigante
anglo-sudafricano Anglo American.
Tras un primer intento de diálogo, las
compañías mineras acabaron agitando una tras otra la amenaza de echar a los
huelguistas y lograron poco a poco la vuelta al trabajo. El último en lograrlo
fue Harmony, quinto productor mundial, que el jueves consiguió que la mayoría
de los 5.400 huelguistas volvieran a la mina.
Quedan sin embargo focos importantes de
huelguistas, entre ellos los trabajadores de Gold Fields, cuarto grupo mundial,
cuyas instalaciones de KDC East siguen paralizadas.
"Este acuerdo aporta un alivio al
menos temporal", estima Daniel Silke, un consultor económico, que no
descarta otros disturbios sociales en el futuro, y no sólo en el sector minero.
Los recientes acuerdos firmados en las
minas de oro o con los camioneros pueden motivar a otros empleados a convocar
huelgas, según el analista. Pero, según él, "hay actualmente una enorme
presión política para poner fin a los disturbios sociales".
El coste de las huelgas para la industria
minera está de momento evaluada en 900 millones de euros por la Cámara de
Minas.
El movimiento contribuyó a desacelerar la
actividad nacional, penalizada ya por la desaceleración mundial.
Como consecuencia, el crecimiento de
Sudáfrica podría caer hasta el 2,5% en 2012, frente al 2,7% previsto
anteriormente, indicó este jueves el ministro de Finanzas, Pravin Gordhan.
Fuente: AFP