Ciudad de
Panamá, Panamá, 24 de octubre del 2012.- Las
protestas que desde hace dos semanas sacuden la caribeña ciudad de Colón, 80
kilómetros al norte de Ciudad de Panamá, provocaron hoy el cierre de puertos
internacionales y embotellamientos en distintos puntos del país, cuya capital
amaneció bloqueada.
Los enfrentamientos entre manifestantes
opuestos al plan del gobierno de vender terrenos estatales y agentes policiales
afectaron al movimiento comercial en la Zona Libre de Colón (ZLC), en la
caribeña ciudad del mismo nombre, y el transporte de contenedores por vía
férrea, señaló la directora de Aduanas, Gloria Moreno.
Cifras preliminares de la Autoridad
Nacional de Aduanas revelan que hay más de 200 contenedores retenidos en la
ZLC, que tienen como destino Centroamérica, lo que afecta el comercio mundial.
Los incidentes causaron el cierre de los puertos de Manzanillo y Colon
Container Terminal, en Colón.
Durante varios días, las compañías
portuarias no han podido recibir, almacenar y distribuir a países de
Latinoamérica y el Caribe los contenedores a bordo de buques, ante la
inseguridad imperante en Colón, escenario de tiroteos y quema de neumáticos.
Los manifestantes rechazan la ley 72,
firmada por el presidente Ricardo Martinelli, para la venta de tierras en la
zona franca, que desde 1948 opera como una institución autónoma que arrienda
los terrenos a comerciantes importadores y reexportadores de mercancía a
Latinoamérica y el Caribe.
Tras los disturbios y el fracaso de un
primer intento de diálogo, el gobierno envió este miércoles a sus negociadores
a Colón, en espera de una salida al conflicto que alcanza a otras provincias,
en medio de la escasez de alimentos y gas licuado destinado a cocinas. La
capital panameña amaneció paralizada por los embotellamientos.
La iniciativa oficial de diálogo fue
entorpecida por la muerte de tres personas el martes, en Colón, dos de ellas
heridas de bala. En esa ciudad y en barriadas marginales, los habitantes han
colocado barricadas y pancartas con lemas antigubernamentales, y exigen que sea
abolida la ley 72 para sentarse a negociar.
El gobierno pareció dar un giro de timón la
noche del martes, cuando la Presidencia oficializó una declaración de
Martinelli, quien se encuentra en Japón. El comunicado señaló que “las tierras
de la Zona Libre de Colón no serán vendidas”.
La declaración fue divulgada luego de que
el ministro de Economía y Finanzas, Frank De Lima, dijera haber recibido
instrucciones del mandatario en el sentido de aumentar de 35 al 100 por ciento
el beneficio a Colón en el fideicomiso que será creado con la venta de las tierras
de la ZLC.
Sin embargo, la Cámara de Comercio y el
Frente Amplio de Colón, que encabezan las acciones de protesta, mantienen el
paro iniciado el lunes. Los usuarios de la zona franca que pagan alquileres al
gobierno no quieren que sean cambiadas las reglas de juego, porque temen quedar
fuera del negocio.
La ZLC alberga a más de 3.000 empresas y en
2011 facturó unos 29.000 millones de dólares en importación y reexportación de
diversos productos, entre ellos electrodomésticos, medicamentos, relojes, licores,
maquinarias y textiles.
Hoy afiliados al Sindicato Único de
Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) bloquearon la capital
panameña en respaldo a los manifestantes en Colón, un día después de que los
estudiantes del Instituto Nacional se enfrentaran con piedras a la policía. Las
carreteras están cerradas.
Gremios y sindicatos en todas las
provincias de Panamá anunciaron acciones para exigir la derogación de la ley
72, que interpretan como un artificio del gobierno para entregar bienes del Estado
a manos extranjeras, como parte del inicio de un plan de privatización
antinacional.
Fuente: El País.cr