San José, Costa
Rica, 6 de octubre del 2012.- Con una imaginación
fértil y la habilidad que se va desarrollando, un grupo de mujeres de San
Andrés, barrio situado al noreste de San Isidro de El General, está sacando
provecho a la creativa era del reciclaje.
Los recipientes, trátese de galones de
plástico, cartones de leche o latas de atún, ahora no van a la basura, sino que
se convierten en atractivos objetos artesanales, a veces adornos que obligan al
transeúnte a detenerse, admirar y preguntar y a veces en instrumentos útiles,
como lo puede ser un sombrerito para guardar agujas y alfileres.
En Costa Rica, donde el reciclaje es tema
cotidiano, las artesanías son lindas y llamativas; pero en otros lugares, como
en diversas ciudades de Guatemala, donde el tema ecológico es incipiente, el
trabajo de las generaleñas les parece sorprendente.
El mercado está esperando. Lorena Arias Robles, del grupo “Artesán”
afirma que aquí mismo, en Pérez Zeledón, es difícil encontrar artesanías
genuinas. Hay camisetas, souvenires con imágenes e inscripciones alegóricas,
pero que son lo mismo que se le ofrece al turista en casi cualquier parte a
donde llegue.
Artesán está integrado por 16 personas, la
mayor parte de ellas amas de casa, en algún caso una educadora pensionada y
además un zapatero. El proyecto lo iniciaron cinco, que se reunían más con la
intención de socializar, que con la decidida intención de ganar dinero. A fin de cuentas, la inversión era poca:
goma, silicón, pintura… y materiales de desecho.
Pero se dieron cuenta de que sus artesanías
no pasaban inadvertidas y que la gente quería comprarlas y han ido expandiendo
el mercado, mediante la asistencia a las actividades donde las invitan. Recientemente estuvieron en una exposición
realizada por la Caja de Ande, en el barrio Santa Cecilia, organizada para
promover créditos para afiliados emprendedores. Asistir a este tipo de
actividades, afirma Lorena Arias, les va deparando muchas amistades.
Pero, además, sus reuniones de trabajo han
pasado de las simples conversaciones a ambientes de enseñanza. Cada una se convierte en una maestra para las
demás, conforme va descubriendo técnicas y artificios nuevos.
Aunque cuenta con presidenta y secretaria y
se lleva el control de una empresa ya constituida, el grupo está en período de
formalización. Esa sería una forma de lograr un empuje por medio de aportes o
créditos institucionales.
Tampoco tienen local, para venta de
artesanías, pero podrían instalar uno justamente en Guatemala, por razones
puramente circunstanciales. Lorena
conoció a unos guatemaltecos en Pérez Zeledón y después los visitó allá. Son, justamente, los que comentaban que les
hubiera gustado llevar algún recuerdo genuino.
Llevó artesanías a Guatemala y causó
sensación. Allá prácticamente no se
habla de reciclaje; la gente se sorprende de ver las cosas que se pudieron
haber hecho con los plásticos, cartones y latas que tiraron a la basura. Y las
posibilidades de instalarse allá, con industria y una escuela son infinitamente
más fáciles que en Pérez Zeledón o el resto de Costa Rica.
La artesana afirma que si bien es cierto
que hay que contar con permisos para trabajar, los funcionarios públicos
facilitan, en lugar de obstaculizar, y la policía no suele acosar a los que
están trabajando.
En San Isidro, el grupo Artesán ha
mantenido conversaciones con la vicealcaldesa Doris Picado y espera sostener
una reunión con la alcaldesa Vera Corrales, próximamente, en la Escuela San
Andrés, para analizar posibilidades de recibir apoyo e iniciar la expansión.
Fuente: Pérez Zeledon