Nuevos
compromisos con el Programa Mundial para la Agricultura y la Seguridad
Alimentaria motivados por el desafío de Estados Unidos de “equiparar” los
fondos de los donantes
Tokio, Japón,
12 de octubre del 2012.- Durante un encuentro
ministerial celebrado hoy paralelamente a las Reuniones Anuales del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial, el secretario del Tesoro de Estados
Unidos, Timothy Geithner, desafió a la comunidad internacional dedicada al
desarrollo a comprometer nuevos recursos financieros para el Programa Mundial
para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria (GAFSP), un fondo fiduciario de
múltiples donantes creado en 2010 con el fin de mejorar la seguridad
alimentaria en los países más pobres.
El secretario Geithner indicó que Estados
Unidos está preparado para destinar US$1 adicional al GAFSP por cada US$2
aportados por otros donantes, hasta llegar a un máximo de US$475 millones de
contribución total de su país. Japón y la República de Corea respondieron
inmediatamente y prometieron US$30 millones adicionales cada uno, mientras que la
Fundación Bill y Melinda Gates manifestó su intención de duplicar sus
compromisos.
Estados Unidos incluirá también en este
desafío las promesas formuladas en el curso de este año por Canadá, los Países
Bajos y el Reino Unido; así, el total de compromisos financieros para el GAFSP
alcanza hasta la fecha los US$1300 millones.
“Hoy Estados Unidos prueba una vez más su
compromiso de encabezar la lucha mundial contra el hambre y la malnutrición”,
sostuvo el secretario Geithner. “Al invertir en el GAFSP, movilizaremos fondos
de una amplia gama de fuentes y pondremos en marcha programas innovadores que
ayudarán a las comunidades a ser más autosuficientes, a los agricultores a
aumentar su productividad y a las familias a salir de la pobreza”.
Los precios internacionales de los
alimentos han registrado tres aumentos abruptos en los últimos cinco años. Aun
antes de que se iniciara el período de fuerte volatilidad de estos precios, a
fines de 2007, cientos de millones de personas ya padecían malnutrición y
hambre crónica.
“La verdadera tragedia de la volatilidad en
los precios de los alimentos es que las subas de corto plazo tienen
consecuencias perjudiciales de largo plazo para los sectores más vulnerables y
los pobres del mundo”, dijo el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim. “Una
madre no debería tener que elegir entre alimentar a sus hijos y enviarlos a la
escuela. Para lograr soluciones duraderas se necesita el compromiso sostenido,
la coordinación y la vigilancia de la comunidad internacional. Estos nuevos
compromisos son cruciales para nuestros esfuerzos por terminar con el hambre”.
En respuesta a la volatilidad y el aumento
en los precios de los alimentos, los donantes y los países en desarrollo
trabajan juntos para incrementar la productividad agrícola, mejorar la
seguridad alimentaria y nutricional y lograr una mejor conexión entre los
mercados y los agricultores, de modo que estos puedan vender sus cultivos e
incrementar sus ingresos.
“El GAFSP trabaja con Liberia y con muchos
otros países para ayudarlos a concretar sus aspiraciones de contar con un
sector agrícola dinámico, niños más sanos y mejor alimentados, y reducir de
manera significativa la pobreza y el hambre”, sostuvo Ellen Johnson Sirleaf,
presidenta de Liberia.
El GAFSP ha asignado US$658 millones a 18
países y se prevé que beneficie de manera directa al menos a 8,2 millones de
personas mediante el aumento de la productividad agrícola, el incremento en los
ingresos rurales y la vinculación de los agricultores con los mercados. El
programa ya ha comenzado a generar resultados concretos. Por ejemplo, algunos
beneficiarios han logrado cuadruplicar el rendimiento de sus cereales y han
aumentado a casi el doble sus ventas netas en las zonas que participan en
proyectos del GAFSP.
“La comunidad internacional debe dedicarse
a realizar inversiones de largo plazo con el objetivo de ayudar a los pequeños
agricultores”, dijo Geoff Lamb, presidente de Promoción y Políticas Mundiales
de la Fundación Gates. “El desarrollo agrícola es entre dos y cuatro veces más
eficaz que cualquier otra actividad para reducir el hambre y la pobreza, y es
un elemento fundamental de nuestra estrategia de lucha contra la inseguridad
alimentaria”.
El GAFSP, puesto en marcha a pedido de los
dirigentes del G-20, constituye un esfuerzo internacional por ayudar a las
poblaciones vulnerables que padecen hambre y pobreza. En el marco del programa,
se brinda financiamiento a través de dos canales, uno para el sector público y
otro para operaciones del sector privado. A través de la vía destinada al
sector público, se otorgan donaciones a Gobiernos de países de ingreso bajo que
han elaborado estrategias integrales de desarrollo para mejorar su propia
seguridad alimentaria. Hasta la fecha, la demanda de recursos en forma de donaciones
del GAFSP ha superado largamente la oferta, y se ha tenido que rechazar a
muchos países que contaban con propuestas sólidas debido a la falta de fondos.
“El GAFSP es un valioso medio a través del
cual el Gobierno y el pueblo de Corea pueden compartir su experiencia en
materia de desarrollo económico con países de ingreso bajo para ayudarlos a
acelerar el crecimiento, reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de su
gente”, señaló el ministro de Finanzas de la República de Corea, Bahk Jae Wan.
Puesto que se reconoce que el sector
privado desempeña una función importante en la agricultura, a través del canal
de asistencia al sector privado del GAFSP se invierte en pequeñas y medianas
empresas agroindustriales y en instituciones financieras que prestan servicios
a pequeños agricultores. El GAFSP contribuye a mitigar la percepción del riesgo
que en el pasado disuadía a ciertos inversionistas privados de trabajar en el
sector agrícola de países de ingreso bajo.
“En lo que respecta a la asistencia para la
agricultura, es necesario ampliar el acceso a los recursos financieros, no solo
para el sector público sino también para el privado, lo que incluye a empresas
dedicadas a la producción, el procesamiento y la distribución”, dijo el
viceministro principal de Finanzas de Japón, Tsutomu Okubo. “El desarrollo del
sector privado es un elemento clave del proceso necesario para crear empleos y
respaldar mejores programas agrícolas”.
Los participantes del encuentro acordaron
volver a reunirse en 2013 para evaluar los avances respecto del desafío
planteado por Estados Unidos y para analizar la situación de los programas del
GAFSP. Los donantes pusieron de relieve su compromiso con este fondo tan
exitoso, pero señalaron que el GAFSP necesita recursos adicionales si se
pretende que continúe generando un impacto positivo en los países en
desarrollo.
Fuente: Banco Mundial