Buenos Aires,
Argentina, 5 de octubre del 2012.- El juez federal
Norberto Oyarbide finalmente fue separado hoy de la causa por la denuncia de la
despachante de Aduana Paula De Conto contra el secretario de Comercio Interior,
Guillermo Moreno, por "amenazas".
Fuentes judiciales informaron a Noticias
Argentinas que si bien la Sala II no aceptó la excusación que había hecho
Oyarbide para dejar de intervenir en la causa, la Cámara entendió que su propia
actitud "lo ha colocado en una posición que inevitablemente siembra dudas
sobre su imparcialidad".
Así, la causa que se inició a raíz de la
denuncia de De Conto, quien trabaja para una compañía de Brasil, fue sorteada
por tercera vez y recayó finalmente en el juzgado federal de Ariel Lijo.
Oyarbide se había excusado de intervenir
luego de un cacerolazo en la puerta de su casa, a partir del cual alegó
"violencia moral" y "garantía de juez imparcial".
Tras ser sorteada nuevamente, la causa
había recaído en el Juzgado de Daniel Rafecas, pero éste no aceptó la
excusación de Oyarbide, por lo que allí había quedado trabada la cuestión hasta
este viernes.
La denuncia de De Conto contra Moreno es
por supuestas amenazas que el funcionario habría incurrido tanto por teléfono
como en persona, en la oficina del secretario.
"Habida cuenta de que el juez a quo no
dispuso medida alguna en torno a los hechos denunciados, aquellos reclamos
naturalmente no fueron fruto de un curso de acción que haya desplegado en el
expediente sino del mero hecho de haber resultado desinsaculado - por sorteo-
para dirigir la investigación", explicaron los jueces Horacio Cattani,
Martín Irurzun y Eduardo Farah.
La Cámara adhirió a las razones del juez
Rafecas para no aceptar la excusación de Oyarbide ya que el mismo argumento
podría aplicarse "automáticamente a todos los expedientes en los que
resulten involucrados funcionarios del Estado Nacional, en los que por las
mismas circunstancias Oyarbide se vería impedido de ejercer su labor
jurisdiccional".
De aceptar la excusación de Oyarbide,
aclaró la Cámara, "llevaría a avalar que las manifestaciones que se
expresen sobre un magistrado de parte de un sector de la opinión pública,
puedan dar lugar a su apartamiento, anteponiendo ello al deber de cumplir con
la función encomendada y que es dable exigir a los magistrados".
La Cámara no ahorró en su fallo duros
términos para el juez: "No puede pasarse por alto que ha sido la propia
actitud asumida por Oyarbide en el caso, la que lo ha colocado en una posición
que inevitablemente siembra dudas sobre su imparcialidad para mantenerlo a
cargo del proceso, extremo que nos compele a disponer su separación de la
investigación".
La otra causa en que se excusó Oyarbide es
en la que el Gobierno denunció amenazas contra Moreno, en el marco de una
convocatoria de particulares por las redes sociales a realizar un cacerolazo en
su domicilio, a través de la difusión de la imagen del funcionario dentro de un
féretro con un balazo en la frente.
El juez Ariel Lijo tampoco había aceptado
la excusación de Oyarbide en esta otra causa, por lo que será también la Sala
II de la Cámara Federal la que determine quién es competente.
Fuente: Terra