Se necesita que los 27 países de la UE y el Parlamento Europeo lo aprueben
para que entre en vigor.
Bruselas, Bélgica, 23 de octubre del 2012.- La Comisión Europea (CE) aprobó este martes el
impuesto a las transacciones financieras (TTF) en diez países europeos, entre
ellos España, Italia, Alemania y Francia, con el objetivo de "engrosar en
miles de millones de euros" las maltrechas arcas públicas de los países
europeos.
Ahora se necesita que los
27 países de la UE aprueben por unanimidad la propuesta para gravar las
transacciones financieras, que luego deberá contar con el visto bueno del
Parlamento Europeo (PE) para su entrada definitiva en vigor.
"Con esta tasa
podremos recaudar miles de millones de euros que tanto necesitan muchos de
nuestros estados en dificultades", dijo el presidente de la CE, José
Manuel Barroso.
"Se trata de
justicia", añadió. "Debemos asegurarnos de que los costos de la
crisis son compartidos por todo el sector financiero y que no recaiga
únicamente en los ciudadanos europeos", añadió.
El gravamen a estas
operaciones, contribuiría a reducir las especulaciones financieras y estabilizar
los mercados, argumentan los defensores de la propuesta. Además, el sector
financiero terminará de alguna manera pagando -aunque mínimamente- por las
convulsiones que provocó en la economía mundial.
Para que el plan de una
Tasa a las Transacciones Financieras (TTF) saliera adelante "en un grupo
reducido" se necesitaba al menos la aprobación de nueve países europeos.
Y fueron diez países de
la UE los que se manifestaron oficialmente a favor de avanzar rápidamente en
este tema: España, Italia, Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Portugal,
Eslovenia, Eslovaquia y Grecia.
Francia y Alemania,
amparados por la Comisión Europea, unieron sus fuerzas para poner en marcha la
tasa, inspirada en una idea del Nobel de economía James Tobin, en un grupo
reducido ante la falta de unanimidad por este tema entre los 27 países de la
Unión Europea. En ese caso se tratará de una "cooperación reforzada"
entre algunos países europeos.
El punto de partida para
la futura tasa es una propuesta de la Comisión de septiembre de 2011 que prevé
gravar todas las transacciones entre instituciones financieras (bancos, bolsas,
fondos de inversión, compañías de seguros, fondos especulativos, etc).
Con esta propuesta,
Bruselas pretende gravar con 0.1 por ciento a los intercambios de acciones y
títulos y de 0.01 por ciento a los productos derivados.
El ejecutivo comunitario
señaló que si esta tasa para gravar todas las operaciones de acciones, bonos y
derivados fuera utilizada en el conjunto de la UE se podría alcanzar una
recaudación de hasta 57 mil millones de euros.
Pero hay países que han
rechazado de plano la idea, entre ellos Reino Unido, país que alberga la
principal plaza financiera europea.
Fuente: AFP