SSA México con el 90% de la capacidad del Pacífico mexicano
México, DF, 22 de octubre del 2012.- Con la adjudicación la semana pasada a la empresa SSAMéxico de la Terminal
Especializada de Automóviles (TEA) del puerto de Lázaro Cárdenas, las actuales
autoridades portuarias caen en una contradicción de su discurso antimonopolios,
el cual dicen, es el que guía su proceder.
Y es que con esta
asignación, SSAMéxico sumará en su haber el 90% de la capacidad en el litoral
del Pacífico mexicano en el movimiento de autos, amén de que ya controla el 60%
en el mercado del Golfo de México. Todo un monopolio el que se estará generando
para infortunio de las armadoras automotrices y la competitividad de nuestro
país.
Recientemente en el
pasado 10o. Encuentro de Transporte y Logística, celebrado la semana pasada en
Puebla, la empresa alemana Volkswagen, daba cuenta de los abusos de SSAMéxico
en sus operaciones de Veracruz.
La firma necesitaba de
mayores áreas físicas en el puerto para la logística de su comercio exterior en
Veracruz. SSAMéxico le intentó cobrar una cantidad inmanejable por el usufructo
de una área arrendada a la Administración Portuaria Integral (API) que
posteriormente el cesionario le arrendaría.
Ante lo abusivo de la
tarifa, Volkswagen negoció directamente con el puerto y logró que ésta entidad
le arrendara directamente el terreno en cuestión, no obstante que no es un
cesionario del puerto, sino un usuario. Para fortuna de la armadora la API
accedió.
Así es como Volkswagen ha
tenido que trabajar en el puerto de Veracruz, para que sus costos logísticos no
le impacten de manera importante y la planta de Puebla pueda ser competitiva en
su importación como exportación y una planta hermana como lo es Audi
Volviendo al discurso de
las autoridades portuarias, éstas, dicen estar protegiendo el interés del
usuario y la competitividad del país, pero si vemos la operación de
contenedores en el litoral del Pacífico, la única competencia real es
International Container Terminal Services (ICTSI), la empresa filipina que en
mayo próximo entrará en operaciones en el puerto de Manzanillo.
La terminal II de
contenedores del puerto de Lázaro Cárdenas, no cumple las condiciones para ser
una competencia real. Será una terminal integrada verticalmente a una naviera
(Maersk). Que mayor monopolio que una integración vertical.
Si se estudia un poco las
prácticas antimonopolios que los países
más desarrollados en la materia (Unión Europea y la Unión
Americana), penalizan más que una mayor
dominancia de un segmento de mercado, es precisamente la integración vertical.
Pero aquí es lo que prohijamos, y encima, presumimos que se trata de generar
competencia cuando el control del negocio del transporte marítimo siempre lo
tienen las navieras. El cliente (el dueño de la carga) jamás tiene el poder de
decidir a qué terminal marítima llega su carga.
¿Quiénes operarán en la
terminal de Maersk cuando ésta entre en operaciones?, pues los barcos de esa
naviera, y se dará servicio exclusivamente a su carga y a aquella de las
navieras con las cuales tiene alianzas, pero sólo en las cargas que vengan
abordo de sus embarcaciones. Aquí está el otro monopolio.
A las compañías navieras
tradicionalmente no les interesa operar en una terminal propiedad de sus
competidores. Obvio es que cada quien es celoso de la información de sus
clientes y la salvaguardan de caer en manos de sus competidores, para no
exponerse al robo de sus clientes. Esa es la principal motivación por la que
las navieras no operan en terminales controladas por los competidores, y no se
necesita ir muy lejos para saberlo, basta preguntárselo a las propias navieras
con oficinas en México.
Por eso, nuestras actuales
autoridades portuarias, manejan un doble discurso, pero sus prácticas revelan
lo que realmente siempre han querido hacer.
Fuente: Mundo Marítimo