Atenas, Grecia, 23 de octubre del 2012.- Las concesiones que los prestamistas internacionales dieron el martes a
Grecia no consiguieron el respaldo de dos partidos pequeños de la coalición
gobernante que bloquearon un acuerdo sobre un paquete de medidas de austeridad
vitales porque se oponen a reformas laborales.
Las esperanzas de un
acuerdo final sobre los recortes aumentaron después de que los inspectores de
los prestamistas dejaron Atenas la semana pasada diciendo que ambas partes
habían acordado la mayoría de las reformas y medidas de austeridad necesarias
para liberar el próximo tramo de ayuda para el país.
Un borrador del documento
con las medidas y objetivos acordados entre ambas partes que Reuters obtuvo el
martes decía que los recortes de austeridad se distribuirían en un lapso de
cuatro años, como buscaba Atenas, en lugar de los dos años originalmente
previstos bajo el rescate para Grecia.
"Eso limitará los
impactos negativos al crecimiento en 2013-14, cuando la economía necesita
hallar una posición más firme, mientras conserva un buen ritmo de ajuste",
dice el borrador del documento.
Los estados de la zona
euro otorgarán a Grecia dos años adicionales para llevar su déficit de
presupuesto a las metas pactadas, de un 3 por ciento del Producto Interno Bruto
(PIB), informó el diario alemán Sueddeutsche Zeitung en su edición del
miércoles sin citas fuentes.
Sin embargo, el Gobierno
de Grecia primero debe superar divisiones internas antes de lograr un acuerdo
detallado sobre los recortes.
El partido Izquierda
Democrática y los socialistas del PASOK de la coalición de gobierno del primer
ministro Antonis Samaras, liderada por conservadores, se han opuesto a las
impopulares propuestas de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario
Internacional (FMI) de recortar sueldos, indemnizaciones por despidos y
descartar las alzas automáticas de salarios.
El ministro del Trabajo
Yannis Vroutsis dijo que los prestamistas habían dado marcha atrás sobre los
planes de eliminar las alzas automáticas de salarios, pero que eso no convenció
a los dos partidos de firmar el paquete de austeridad de 11.500 millones de
euros (14.900 millones de dólares).
Atenas necesita un
acuerdo detallado sobre los recortes al gasto para conseguir la ayuda que la
mantenga a flote.
"No aceptaré ni
votaré a favor de las reformas laborales que la troika exige, y tampoco lo
harán los diputados de la Izquierda Democrática", dijo Fotis Kouvelis, el
jefe del partido, a periodistas después de una reunión de los líderes de la
coalición de Samaras.
"Esta será mi
postura, firme e inalterable, hasta el final (...) Los derechos laborales ya
han sido deteriorados y estas exigencias de la troika no son nada más que un
plan para eliminar lo que queda", agregó.
Evangelos Venizelos, jefe
de los socialistas del PASOK, también reiteró su oposición a las reformas e
instó a Samaras a convencer a sus homólogos europeos a retirar las propuestas.
"No debemos abrir
nuevos frentes como las reformas laborales, que no contribuyen con nada a
nuestras metas fiscales", dijo Venizelos, agregando que los recortes al
sector laboral fueron implementados anteriormente este año.
"Es injustificado y
provocativo el abrir esta discusión nuevamente ahora", agregó.
Funcionarios de la llamada
troika -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI- dijeron al
ministro de Finanzas que planean informar a la reunión del jueves del Grupo de
Trabajo Euro que no se ha logrado un acuerdo con Grecia, dijo un funcionario de
la cartera.
En el pasado, los aliados
indicaron que firmarían el paquete de austeridad luego de conseguir concesiones
de los prestamistas sobre las disputadas reformas laborales.
Pero a Grecia se le acaba
el tiempo para cerrar un acuerdo, y su continua negativa a aprobar el paquete
amenaza con crear un estancamiento político que podría poner en riesgo los
esfuerzos de Atenas por recibir la ayuda antes de que se le agote el dinero el
próximo mes.
En un comunicado
transmitido por televisión, Samaras hizo un llamado a sus aliados y al país
para que respalden el controvertido paquete de austeridad antes de que sea
demasiado tarde.
"Ni siquiera quiero
pensar en lo que sucedería si en este momento no me aferro a la dirección. Sólo
miro hacia adelante, pidiendo la mayor unidad posible", dijo Samaras.
"Salvaremos a
Grecia, aquellos de nosotros que nos atrevamos", agregó.
El Gobierno de Samaras ha
estado sosteniendo negociaciones paralelas durante meses con los líderes de la
coalición y los prestamistas de la troika sobre los odiados recortes al gasto.
Fuente: Reuters