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lunes, 24 de septiembre de 2012

¿Qué tan justo es comercio de materias primas?



Valencia España, 23 de septiembre del 2012.- Un estudio documenta las injusticias implícitas en el comercio global de las materias primas; la asimétrica distribución de los beneficios generados por la creciente demanda de metales es sólo una de sus expresiones.

En Europa es relativamente fácil consumir productos agrícolas y artículos derivados cuya compra-venta ha tenido lugar bajo condiciones de comercio justo en países no industrializados. Para muchos alemanes, el valor agregado de ese tipo de mercancía es que les permite disfrutar de una buena alimentación con tranquilidad de consciencia. El asunto se complica enormemente a la hora de hacer otras elecciones; como por ejemplo, la compra de un automóvil, un teléfono móvil o un ordenador.
Estas máquinas están hechas a partir de materias primas muy diversas; pero el proceso de ensamblaje es tan complejo que ni siquiera sus fabricantes recuerdan la lista completa de los materiales usados. Por lo general, ellos no conocen la procedencia de esos recursos ni están conscientes de las condiciones bajo las que éstos se explotan. Eso es algo que los industriales deberían saber, sostienen varias instituciones caritativas alemanas.
Junto a la organización no gubernamental Global Policy Forum (GPF), Brot für die Welt (Pan para el Mundo) y Misereor publicaron “De la mena al automóvil”, una investigación sobre las circunstancias que rodean a la producción, exportación, importación y distribución de las materias primas usadas por la industria automotriz alemana. Sus conclusiones son alarmantes: en muchos países, el comercio de las materias primas es cualquier cosa menos justo y va de la mano de graves violaciones de los derechos humanos.

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