La excanciller considera que México necesita un presidente que exija a EU
compromiso en luchar contra el narcotráfico y el trasiego de armas
México, DF, 10 de septiembre del 2012.- México necesita un compromiso real del gobierno estadounidense para
combatir el tráfico de armas y drogas, y no solo “un papelito” como la
Iniciativa Mérida, aseguró a CNNMéxico la exsenadora mexicana y exsecretaria de
Relaciones Exteriores Rosario Green.
“Estados Unidos
pichicateó (regateó) su asistencia a México, la redujo a 1,400 millones de
dólares, que perdóneme, están en cualquier proyecto del gobierno mexicano, que
se pueden usar en hacer lo que no ha logrado hacer la Iniciativa Mérida”, dijo
la expresidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores en el Senado de la
República.
La Iniciativa Mérida, un
plan bilateral que firmaron el presidente Felipe Calderón y el mandatario
estadounidense George W. Bush en 2008, pretende desarticular los cárteles de la
droga, fortalecer las instituciones mexicanas encargadas de aplicar la ley y
mejorar la seguridad fronteriza.
Desde 2008 y hasta julio
de 2012, el Congreso de Estados Unidos había destinado a ese programa unos
1,900 millones de dólares, para ofrecer a México asistencia y equipo, como
helicópteros Black Hawk y Bell 412, de acuerdo con un reporte del Comité de
Relaciones Exteriores del Senado estadounidense. El mismo texto indicó que,
según autoridades mexicanas, por cada dólar que gasta Estados Unidos, México ha
contribuido con 13 dólares para lograr objetivos comunes de la iniciativa.
En la edición 2011 de la
Estrategia Nacional de Control de Drogas, la Casa Blanca indicó que enfocaría
la Iniciativa Mérida en la capacitación y coordinación de operaciones con
dependencias, en lugar de otorgar prioridad a la entrega de equipos.
Para la exembajadora de
México en Alemania y Argentina, el presidente Calderón “perdió estatura” en el
momento en que decidió “extender la mano” hacia Estados Unidos, para pedir
helicópteros, aviones caza y dinero, para enfrentar el crimen organizado.
“Lo que ha sido realmente
lamentable es la sumisión frente a Estados Unidos. Me imagino que desde el
principio Estados Unidos entendió que México era su, si no su lacayo, pues era
su condicionado, su sumiso”, dijo Green.
“(Calderón) no se planteó
frente a Estados Unidos diciéndole ‘perdóname, este es un problema que tenemos
que resolver entre nosotros dos, es más, tienes que incluir a Centroamérica, y
vamos a sellar la frontera arriba, y la frontera abajo, y quiero inteligencia,
y voy a poner yo también dinero, y los centroamericanos también van a poner su
dinero, porque nos interesa a todos”, agregó.
Desde el punto de vista
de la exsenadora, Calderón debió ponerse a la misma altura de Bush y Obama para
pedir que Estados Unidos asuma un compromiso real ante el narcotráfico y el
tráfico de armas, porque ese país tiene satélites que le permiten saber dónde
están “los malos” y la droga.
“Tendrían que haber
encontrado un gigante en el presidente mexicano, un gigante exigente, dispuesto
a colaborar, eso sí, siempre, pero un gigante”, dijo Green.
La exsenadora fue
canciller de 1998 y 2000, poco después de la creación del Grupo de Contacto de
Alto Nivel (GCAN) para favorecer la comunicación y coordinación antidrogas
entre México y Estados Unidos. Por aquella época, el director de la Agencia de
Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Thomas Constantine, se
refirió a México como “un paraíso” de lavado de dinero para los cárteles de la
droga. Dicho periodo fue el último de los priistas para dar paso a los 12 años
del Partido de Acción Nacional (PAN).
El porqué de 'Rápido y
Furioso'
“Los estadounidenses no
nos respetan”, dijo la ex subsecretaria adjunta para asuntos políticos de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU). Y una prueba de ello, detalló, es la
operación Rápido y Furioso.
“Nos meten las armas,
ellos, ilegalmente, en una operación encubierta. Hacen una serie de operaciones
encubiertas, que lo único que logran es vulnerar nuestra independencia y nuestra
soberanía”, expresó.
En Rápido y Furioso,
agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por
sus siglas en inglés) de Estados Unidos, permitieron el cruce ilegal de armas a
México, destinadas a narcotraficantes, con el objetivo de rastrear a los
vendedores y compradores.
La operación perdió la
pista de más de 1,000 armas. Dos de ellas aparecieron en el lugar donde fue
asesinado el agente Brian Terry, de la patrulla fronteriza en Arizona, en 2010.
El caso despertó polémica tanto en México como en Estados Unidos, donde la
Cámara de Representantes votó a favor de declarar en desacato al secretario de
Justicia, Eric Holder, por negarse a entregar documentos relacionados con
Rápido y Furioso.
“Serán seis años
diferentes”
Green sostiene que el
presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, debe impulsar una “estrategia
totalmente nueva”, donde el gobierno mexicano, Estados Unidos y Centroamérica,
se comprometan a cerrar las fronteras al crimen organizado y a concentrar los
recursos de inteligencia para enfrentarlo, indicó.
“Peña Nieto tiene los
tamaños para decir a Obama (en la elección en Estados Unidos) ‘todo falló y
quiero que tú cooperes, yo voy a cooperar, y los cinco países centroamericanos
van a hacer exactamente la misma cosa'”, dijo la embajadora a CNNMéxico.
En la nueva estrategia,
según Green, será necesario utilizar la violencia, “pero no se trata nada más
de pistolas y cañones, se trata sobre todo de inteligencia”. Peña Nieto “tiene
el tema Estados Unidos como un punto central en su agenda”, así que se enfocará
en temas como la situación de los trabajadores migratorios, la competitividad,
y el comercio.
Durante la campaña
presidencial, Peña Nieto estableció como propuesta de política exterior
trabajar con el gobierno estadounidense para impulsar una reforma migratoria
integral, “que siente las bases para la regularización de los connacionales
indocumentados”.
"Serán seis años
diferentes y no hay para atrás. México ya no es el mismo”, dijo Green respecto
al regreso del PRI al poder.
Obama nos conoce
Para la embajadora, un
triunfo de Barack Obama y el Partido Demócrata en las elecciones del 6 de
noviembre en EU permitiría continuar con el esfuerzo contra el crimen
organizado en ambos países, aunque sería necesario dar un “énfasis distinto” a
la estrategia. “Su equipo ha logrado algunos éxitos y conoce dónde están los
puntos débiles y dónde están las fortalezas", aseguró.
Otra ventaja de una
probable victoria de Obama sería el hecho de que los mexicanos tendrían más que
exigir en cuanto a la reforma migratoria, “gran oferta para el voto latino”.
Respecto a los
republicanos, destaca su "tradicional oposición" a la migración y
considera que a Romney también le interesaría un vecino en paz.
Según una encuesta de
CNN/ORC, después de la Convención Republicana el candidato Mitt Romney ganó
puntos en las preferencias, para empatar en 48% con el presidente de Estados
Unidos, Barack Obama, que aceptó el 6 de septiembre la nominación de su partido
para buscar la reelección.
Sin transparencia
El último capítulo de la
relación México-EU ocurrió el 24 de agosto, cuando agentes de la Policía
Federal mexicana dispararon contra un vehículo con placas diplomáticas en el
estado de Morelos, por lo que resultaron heridos dos ciudadanos estadounidenses
y un marino de México.
En un inicio, prevaleció
el hermetismo de las autoridades mexicanas. Cinco días después del ataque, el
presidente Felipe Calderón se disculpó ante el embajador de Estados Unidos en
México, Anthony Wayne, y dijo que se esclarecería lo ocurrido.
Las instancias de
justicia anunciaron el arraigo de 12 policías federales, que supuestamente
participaron en el ataque. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) indicó que
los elementos involucrados investigaban un secuestro. La Marina informó que los
dos estadounidenses se encontraban en “calidad de visita” de cursos de
adiestramiento.
“Creo que (el caso) ha
sido muy mal manejado por el gobierno de México, porque no ha transparentado la
información”, dijo la exsenadora Green. “A mí me gustaría que me dijeran por
qué (ocurrió), porque eso de la confusión es muy difícil tragárselo, y porque
esto otro de que eran parte de fuerzas de seguridad, no nos han dicho quiénes
eran, a final de cuentas”, agregó.
La excanciller dijo que
lo ocurrido en Morelos también pone a discusión el tema de las “operaciones
encubiertas” que realizarían corporaciones estadounidenses en México, como la
CIA o el FBI, o incluso la ATF, con Rápido y Furioso.
Fuente: CNN México