Por: Ramón Alirio Contreras G
El presidente Chávez
anunció hace unas semanas que lanzaría la Misión Mercosur, en ocasión de
nuestra reciente incorporación como miembros plenos de uno de los bloques de
integración regional más importantes de nuestra América. Mercosur es un espacio
maravilloso para el desarrollo de un gran polo de poder, tal como lo expresan
los objetivos históricos que el comandante Chávez nos propuso en la recién
culminada campaña electoral para el nuevo período. Pero más allá de las
relaciones comerciales que marcan los procesos de integración en los protocolos
de origen de Mercosur, la fuerza viva de los pueblos van marcando un sendero.
En Mercosur cada día se trabaja en la resignificación de sus códigos, el
Mercorsur social, por ejemplo, está llamado a convocar cada vez más a los
pueblos a una relación dialógica y de hibridación que nos fortalezca como polo
de desarrollo.
El otro tema que se ha
venido abordando, pero que amerita un impulso diferente, es el de la Reunión
Especializada de Comunicación Social, puesto que más allá de plantearse la
integración de acciones comunicacionales para sus cumbres, debe impulsar
políticas que contribuyan a la construcción de nuestra identidad mercosureña.
Esto nos hará sentirnos cada vez más parte de un proyecto económico, social,
político y cultural que se complementa y que se amalgama para definir nuestro
imaginario como nación.
Los medios públicos de
los países miembros deben funcionar también como un sistema, tal como hiciera
el llamado el presidente Chávez en Consejo de Ministros, que nos permita
conectarnos con regularidad para re-conocernos, pues no me cabe ninguna duda de
que si hacemos una encuesta, muchos no sabrán señalar en un mapa dónde queda
Uruguay, por ejemplo, que es el país sede del Mercosur. Y mucho menos sabremos
sus costumbres, tradiciones, historia y luchas.
La Misión Mercosur no
solamente debe centrarse en los rubros de producción que podemos desarrollar
para la complementación económica, sino fortalecer día a día nuestra identidad
latinoamericana, nuestro saber propio, único camino real para poder resistir
los embates imperiales.
Alirio.contreras@gmal.com
Fuente: Aporrea, de
Venezuela