Pittsburgh, Pensilvania, EU, 29 de septiembre del 2012.- La lata de cerveza de aluminio de una pinta llegó
a la mesa de Pat Waters en Jack's Bar en una tarde de agosto. En dos meses, el
hombre de 72 años podría estar bebiendo de esa misma lata.
Después de que Waters saboreó
su Miller High Life, la lata fue arrojada a un hoyo en el bar y llevada, junto
con otras 25,000 latas, a una chatarrería.
De ahí, las latas fueron
llevadas a una planta del fabricante estadounidense de aluminio Alcoa Inc.,
donde se fundieron y se enrollaron en tiras estrechas. Las tiras viajaron luego
a una fábrica de latas y de ahí fueron transportadas a la cervecería
MillerCoors en el estado de Carolina del Norte, que destila High Life.
"Me gusta que estas
latas sean aluminio reciclado", dijo Waters.
Lo mismo piensan los
mayores fabricantes de aluminio del mundo, que luchan por la lata de Waters y
los otros 92,500 millones de latas que se producen en Estados Unidos cada año.
Alcoa y Novelis, una
división con sede en Atlanta de Hindalco Industries Ltd., de India, habían
recolectado y reciclado latas juntas desde 2009, cuando crearon una sociedad
para centralizar la recolección. El año pasado, recogieron 40,000 millones de
latas.
Pero ahora los dos
productores de aluminio se han separado y se empeñan por superar al otro en
recolección.
Novelis deshizo la
sociedad con Alcoa en agosto y ahora tiene la meta de recolectar 60,000
millones de latas al año para 2015.
Al independizarse,
Novelis dice que ahora tendrá la libertad de aumentar las compras de latas, y
comprarlas de una gama más variada de fuentes, incluyendo las municipalidades
en EU y fuera del país.
La compañía quiere
obtener 80% de su aluminio de fuentes recicladas para 2020, frente al 35% de
hoy.
Alcoa es un productor
masivo de aluminio primario. Por otra parte, con una sola fundidora propia en
Brasil, Novelis depende de otras compañías para la mayoría de su aluminio
bruto. La empresa ha dicho que necesita mayor flexibilidad sobre cómo comprar
reciclado.
Las latas de bebidas
usadas habitualmente se intercambian por alrededor de 20% menos “hoy en día a cerca de 81,5 centavos de dólar por
450 gramos en comparación a US$1.04 por dicho peso” que el valor del aluminio
primario.
El costo de limpiar y
procesar hace que las latas sean solo marginalmente más baratas.
Esos precios se han
mantenido constantes en los últimos cinco años.
Novelis señala que
utilizar más latas le permitirá incrementar las ventas en lugares en los que
una menor huella de carbono tiene un valor de marketing, y posicionarse para
minimizar los impuestos de carbono si estos son implementados.
"Es una perspectiva
a largo plazo, pero esto nos ayuda a proteger nuestro negocio del impacto de cambios
regulatorios", dice Derek Prichett, subdirector de reciclaje global de
Novelis.
Fabricar latas de
aluminio reciclado emplea 95% menos energía que su producción directa de
materia prima, señala la Asociación del Aluminio, un grupo de la industria con sede
en Washington.
En Alcoa, funcionarios
dijeron que están listos para la guerra de las latas.
"Cuando Novelis nos
notificó que quería retirarse (de la sociedad), aceptamos con mucho
gusto", cuenta Kevin Lowery, vocero de la división global de productos enrollados.
La empresa, que lleva
reciclando aluminio desde que fue fundada en 1888 cuando se fundían las teteras
de aluminio, afirma que está muy adelantada.
Sostiene que podrá
aumentar las tasas de recolección de latas con nuevas tecnologías como máquinas
expendedoras a la inversa que ofrecen efectivo o crédito a cambio de latas
usadas, y más recipientes de reciclaje para recolectar latas directamente en
lugares como grandes edificios de apartamentos.
El aluminio es uno de los
metales más fáciles de reciclar. En 60 días, una lata de cerveza puede ser
vendida, descartada, recolectada, fundida, convertida en una lámina, usada para
fabricar otra lata y ser llenada otra vez con cebada fermentada. Las latas
representan 2% del volumen de los desperdicios reciclados, pero 40% del valor,
según la industria.
Se necesitan
aproximadamente 25 latas para obtener alrededor de medio kilo. En comparación,
el papel recuperado actualmente se vende por entre cinco y 20 centavos de dólar
el medio kilo, y el plástico usado en envases de bebidas por entre 15 y 30
centavos de dólar por casi medio kilo, según el Instituto de Industrias de
Reciclaje de Desechos.
Fuente: El Periódico de
México