París, Francia, 30 de septiembre del 2012.- España podría ser el cuarto país de la Unión
Europea -después de Irlanda, Grecia y Portugal- en recurrir a un rescate
financiero, tras la presentación de unos austeros Presupuestos Generales del
Estado para 2013, en medio de manifestaciones y cuando la presión de los
mercados no parece aflojar.
El calendario podría
acelerar las decisiones del gobierno español ya que España estará al orden del
día de la reunión del Eurogrupo del lunes 8 de octubre y de la cumbre europea
del 18 y 19 de octubre. España vivió una semana agitada entre manifestaciones
contra la austeridad, una déficit más elevado que lo previsto a pesar del plan
de ajuste y el anuncio de elecciones anticipadas en Cataluña.
A la vez, sigue planeando
la amenaza de que Moody's rebaje la nota del país a la categoría especulativa,
una decisión que se espera inminente. Después de Irlanda, Grecia y Portugal, la
cuarta economía de la eurozona se arriesga también a no poder financiarse sola,
en tanto que los inversores dudan de su solidez.
La emisión de bonos a
dos, tres y cinco años de este jueves tendrá de nuevo valor de prueba y
coincide con la reunión mensual del Banco Central Europeo (BCE), institución
clave para resolver la cuestión española, que se celebrará en Eslovenia. El BCE
apaciguó a los mercados al presentar a principios de septiembre medidas de
apoyo para los países más debilitados de la región, a través de la compra de
obligaciones.
Pero, desde entonces, la
tensión ha vuelto a los mercados y España ha visto sus costes de financiación
dispararse de nuevo. Los inversores muestran su impaciencia ante las reticencias
de España a recurrir al fondo de rescate europeo, una etapa indispensable para
que actúe la BCE. El Gobierno, aunque parece ahora aceptar esta eventualidad,
sigue temiendo las estrictas condiciones que le serán impuestas a cambio.
El mercado espera que el
BCE aclare el jueves su programa de apoyo. Los analistas de Renta4 parecen, sin
embargo, resignados: "En principio, no esperamos novedades, en tanto en
cuanto ahora el turno de tomar decisiones es de los gobiernos".
Sobre este punto, el
Ejecutivo del PP pareció dar un paso importante en dirección hacia esta
probable solicitud, al desvelar unos Presupuesto de 2013 con el fin de
recuperar 39,000 millones de euros y un plan de reformas negociado con
Bruselas, en lo que parece una forma de anticipar las condiciones de un
eventual rescate.
El viernes, España el
país reveló también que sus bancos no pedirán finalmente más que 40,000
millones de euros de la eurozona, lejos de los 100,000 prometidos en junio,
anuncio bienvenido por el Eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El lunes, el jefe del
Gobierno, Mariano Rajoy, recibirá en Madrid al comisario europeo de Asuntos
Económicos, Olli Rehn. La reacción de los mercados, el mismo día, dará una idea
de si el país ha tranquilizado a los inversores, pero estos ya tienen la vista
en el siguiente paso. La próxima etapa es "el rescate (de España), que
parece ahora inevitable", apuntó Craig Erlam, analista de Alpari.
"Al mercado lo que
le importa es cuándo pedirá el rescate", añadió Montserrat Formoso Fraga,
de Tressis. Los inversores interpretan el presupuesto y las reformas
presentadas como "un paso más hacia el rescate que, según ellos, no
solucionará los problemas de España y de la eurozona", subrayó también en
una nota de Moneygroup.
Las última cifras publicadas
sobre la situación española no son muy alentadores: la mala situación de los
bancos, que ya recibieron miles de millones de fondos públicos, elevará la
deuda en 2012 al 85.3% del PIB y el déficit al 7.4%, lejos del 6.3% prometido a
Europa. Sanear las cuentas será especialmente difícil, teniendo en cuenta la
recesión. Según el Banco de España, el PIB volvió a caer "a un ritmo
significativo" en el tercer trimestre.
Fuente: AFP