Una decena de
beneficios del comercio justo que afectan al ámbito económico, social y
medioambiental
Madrid, España,
5 de octubre de 2012.- El último informe "El Comercio Justo en
España", elaborado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ),
revela que en 2011 se mantuvo la tendencia al alza en la venta de estos
productos. ¿Los motivos? Comprar artículos de comercio justo significa mejorar
las condiciones de vida y de trabajo de los productores; más ingresos para
estos; acceso a servicios sociales; técnicas sostenibles de producción,
reconocimiento social y gobernanza; mejora de la situación económica y social
de las mujeres; acceso de las organizaciones de productores a los mercados
internacionales; el denominado efecto arrastre del comercio justo; aumento del
empleo local; y una alternativa a la explotación laboral. Diez impactos
positivos del comercio justo, explicados a continuación.
El comercio justo tiene un impacto positivo
en los productores del Sur por varios motivos. Así lo destaca Gonzalo Donaire,
responsable de estudios de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, en el
capítulo del informe dedicado a "Los impactos del Comercio Justo en el
Sur". Explica que este modo de intercambio supone una tupida red internacional,
donde se entrelazan varios actores, ya que no solo están implicados los
productores y consumidores, sino también las administraciones públicas, las
empresas y las organizaciones sociales. El comercio justo interesa a todos y,
por ello, conviene que todos conozcan sus impactos. Diez motivos para animar al
consumo de estos productos y contribuir a la igualdad, la justicia y el cuidado
del medio ambiente.
1. Mejorar las condiciones de vida y de
trabajo
Los productores de comercio justo cuentan con un precio mínimo
garantizado y una prima de desarrollo
El fin del comercio justo es mejorar las
condiciones de vida y de trabajo. Para ello, actúa sobre varios aspectos. Los
productores de comercio justo cuentan con un precio mínimo garantizado y una
prima de desarrollo. Esta última es una cantidad que se paga a la organización
de productores y que se invierte en el desarrollo de proyectos para la
comunidad que contribuyen a la mejora del grupo.
Otros dos aspectos esenciales son la
durabilidad temporal de las relaciones comerciales y la prefinanciación de los
pedidos. En el primer caso, se garantiza a los productores que tendrán ingresos
en un periodo de tiempo y no de manera puntual. En cuanto a la prefinanciación,
evita que tengan que adelantar dinero ya que, al contrario, cuentan con una
cantidad suficiente para comprar las materias primas que les permitirán obtener
la producción que más tarde venderán.
2. Más ingresos para los productores
Los productores de comercio justo obtienen
unos ingresos "mayores y más estables" gracias a este modo de
intercambio. En palabras de Gonzalo Donaire, esto reduce su
"vulnerabilidad frente a la fluctuación de los precios básicos en los
mercados internacionales sujetos a la especulación", a la vez que mejora
las condiciones de vida, proporciona mayor seguridad y "capacidad para
invertir y planificar a medio y largo plazo".
3. Acceso a servicios sociales
El aumento de los ingresos por parte de los
productores supone beneficios para su situación en general, pero además, el
comercio justo favorece el acceso a servicios sociales, como educación,
infraestructuras escolares, adquisición de equipamientos y suministros,
sanidad, construcción de centros de salud o mutuas. Así se recoge en el informe
anual, donde se constata cómo se impulsa el desarrollo local mediante la
financiación de proyectos comunitarios "tales como construcción de hornos,
letrinas, carreteras, saneamiento o acceso a agua potable".
4. Técnicas sostenibles de producción
Junto con los impactos económicos y
sociales, el comercio justo se caracteriza por un impacto medioambiental, en
este caso, positivo. Los productores aprenden técnicas de producción sostenible
y los productos se distinguen por certificaciones ecológicas. Pero también se
mira por la gestión eficaz de los recursos naturales, sin derroches. Se piensa
en el cuidado de la calidad y cantidad de agua, tierras y biodiversidad.
5. Reconocimiento social y gobernanza
Los productores de comercio justo se
agrupan en cooperativas. En su caso, la unión hace la fuerza y supone un
reconocimiento social fundamental. Gonzalo Donaire destaca cómo tienen la
opción "de dialogar con los poderes públicos, de proponerles políticas e
intervenciones de apoyo del sector", junto con el desarrollo de convenios
con ONG y otros actores. Los productores adquieren legitimidad y los poderes
públicos les reconocen voz. Incluso, debido a esta circunstancia, aumenta su
autoestima.
6. Mejora de la situación económica y
social de las mujeres
El comercio justo no siempre tiene un efecto positivo sobre la paridad,
pero se persigue
No siempre se consigue, pero se persigue.
El informe revela que "de los 28 estudios censados que han abordado esta
problemática, solo 9 (el 32%) han concluido un efecto positivo del comercio
justo sobre la paridad". La conquista de la igualdad de género es todavía
una necesidad. La mitad de los estudios (14) no identificaron ningún impacto e,
incluso, cinco revelaron efectos negativos.
7. Acceso de las organizaciones de
productores a los mercados internacionales
El comercio justo refuerza a las
organizaciones de productores, de manera que acceden al mercado internacional,
un aspecto que gana relevancia en el actual contexto de crisis. Las capacidades
organizativas se refuerzan y las estructuras de productores se fortalecen. Sus
miembros reciben apoyo y capacitación, dos particularidades que les permiten
estar mejor preparados para enfrentarse a nuevos mercados y salir al exterior.
8. Efecto arrastre del comercio justo
Se considera que más allá de los efectos
del comercio justo en cada persona, este tiene un impacto positivo sobre las
comunidades locales. Esta influencia se conoce como "efecto arrastre"
y hace referencia al "impacto en términos de desarrollo económico y
social" que provoca "sobre las comunidades donde trabajan unidades
productivas".
9. Aumento del empleo local
Gracias al comercio justo aumentan las
posibilidades de empleo local. A menudo, toda la comunidad se beneficia, ya sea
de manera directa o indirecta, porque desarrolla una misma actividad o bien otra
relacionada. Esta particularidad es posible gracias a la sostenibilidad en el
tiempo de los acuerdos comerciales, entre otras cosas. El comercio justo es una
garantía para la mejora de la calidad de vida de la comunidad en general.
10. Alternativa a la explotación laboral
El comercio justo es una alternativa a la
explotación laboral. Frente a los horarios desmedidos y los abusos, supone unas
condiciones de trabajo dignas y el respeto hacia los productores. Este aspecto
gana relevancia en sectores como el textil, reconoce el informe, donde se
"concentran gran parte de las peores formas de explotación laboral,
trabajo infantil y pobreza en todo el mundo".
La ropa de comercio justo se fabrica en
condiciones de trabajo dignas. Puesto que se aboga por el cumplimiento de los
derechos humanos, se cuida que las condiciones de trabajo sean dignas y que se
garanticen los derechos laborales.
Fuente: Eroski Consumer