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lunes, 17 de septiembre de 2012

FAO y OMC: no a pedido de Francia para controlar precio de agrocommodities



Es un respaldo a la postura argentina, que propuso aumentar la producción.
Buenos Aires, Argentina, 14 de septiembre del 2012.- Tras una reunión celebrada entre la Organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), coincidieron en que los actuales precios internacionales de los alimentos no permiten hablar de crisis alimentaria, frenando de esta manera el pedido de Francia para ponerle topes a los commodities que había pedido su tratamiento en el G-20. La noticia es un espaldarazo a la postura de la Argentina y Brasil, que propusieron aumentar la producción granaria.

Tanto el director general de la FAO, José Graziano da Silva, como su homólogo de la OMC, Pascal Lamy, señalaron que el mundo está hoy mejor preparado para hacer frente al alza de los precios alimentarios que durante la crisis del 2007-2008.
En julio pasado, el presidente de Francia, François Hollande, reconoció que su país podría convocar a una reunión de emergencia del G-20 para abordar la suba de los precios de los cereales y de las oleaginosas.
El problema radica, según las propias palabras del mandatario, en que los “ganaderos están lidiando con una situación particularmente tensa debido a la subida del precio del grano”.
De esta forma, el país galo busca volver al ruedo con una regulación del mercado como una forma de hacer frente a la volatilidad. Los Estados Unidos también se mostraron a favor de esta posición.
En esencia, los países desarrollados les piden a los emergentes que busquen la manera de reducir los precios de sus materias primas, perdiendo la oportunidad de aprovechar los buenos valores a costa de la mejora de las naciones desarrolladas.
“Hoy el gobierno norteamericano busca tener un menor impacto por el aumento inflacionario puertas adentro y deja a un lado los beneficios en el alza de las materias primas”, sostuvo el director de AgriPAC, Pablo Adreani.
Da Silva y Lamy, mediante un comunicado, instaron a los países a abstenerse de acciones unilaterales, como las compras motivadas por el pánico o las restricciones a las exportaciones, que a menudo tienen como resultado un incremento de los precios a nivel mundial. También pusieron de relieve el papel del libre comercio para garantizar la seguridad alimentaria, siendo el vehículo que permite a la oferta cubrir la demanda de alimentos en todo el mundo. Esto último no es más ni menos que un llamado de atención al proteccionismo de las naciones europeas.
Lo manifestado por los organismos internacionales significa un apoyo a la Argentina y los países del BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) que en el 2011 dejaron en claro que lo mejor para combatir las alzas es aumentar la producción de alimentos mediante la investigación en biotecnología y genética para optimizar la productividad, es decir, en “la transferencia de tecnología agropecuaria a países con menores ingresos”.
Inflación. Los temores a una crisis alimentaria se desataron después de que el Índice de la FAO para los precios de los alimentos –que mide los precios de los alimentos básicos objeto del comercio internacional–, aumentara un 6% en julio. Sin embargo el índice se mantuvo sin cambios en agosto.
Para la FAO, los movimientos recientes en los precios internacionales de los alimentos, especialmente de los cereales y oleaginosos, representan simultáneamente oportunidades y riesgos para los países de la región según su posición comercial.
Para la Argentina y Brasil, por ejemplo, que responden, en conjunto, por el 15% de las exportaciones a nivel mundial de maíz, esto representa una “oportunidad para incrementar los ingresos por sus exportaciones”, agregó el organismo de la ONU.
Fuente.BAE
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